Alfredo Cardona Tobón  


El doctor Otto Morales Benítez, fue un  riosuceño graduado en la Universidad Pontificia Bolivariana, que  haciendo honor a sus principios libró todos los combates por su gente y la provincia..

En  los apuntes del coronel Vicente Marín Abello rescatados por César Valencia Trejos,  se muestra al doctor Otto y   su derensa desde  los primeros años de su existencia de los caros principios que señalaron su existencia  ..

Otto nació en  un baluarte conservador con impronta paisa   y caucana que modeló  este  personaje que pudo haber sido presidente de Colombia si no se hubiera atravesado la camarilla oligárquica  bogotana.

empezó en el pueblo natal siendo un activo miembro de  la JIR, Juventud Izquierdista Revolucionaria, de la que hicieron parte Gabriel de la Roche, Joaquín Cruz, Mario Cataño, los hermanos Calvo y los hermanos Garcés.

Al avanzar los años treinta del pasado siglo empezaba la República Liberal y apenas se estaba acomodando el partido con sus líderes y la concepción política presentándose en Riosucio una división liberal entre los Gartner de la Cuesta y Gabriel de la Roche yJoaquín Cruz. Para conjurar el peligro se procedió a la elección de una junta cuyos resultados fueron concluyentes:  los Gartner sacaron 42 votos y Gabriel de la Roche 1887 votos. No obstante la división contnuó  y en las  elecciones del Concejo Municipal se rebelaron los liberales de Bonafont  que no aceptaron la visita de los jefes locales excepto  los dirigentes  de la  JIR  representados por Otto Morales y Rogerio Marín quienes alistaron sus caballos y pasaron por la compra de café de don Olimpo Morales a despedirse antes de tomar camino a Bonafont.

-        ¿Quién  los va a acompañar? preguntó don Olimpo a su hijo

-        Nadie- respondió Otto

-        Pues se me bajan ya de esos caballos, par de mocosos, o los bajo ya. A usted Otto lo mando yo, y como el papá de Rogerio vive en Belalcazar, yo lo represento y  hasta le puedo pegar.

-         

-        Dn Olimpo Morales  agregó  que no admitía  ni admite   la ida de un  par de muchachos a una concentración política tan delicada, para solucionar los problemas políticos a otros.  cogió el teléfono y llamó a don Gabriel de la Roche y se canceló el viaje a Bonafont

-        .

-        Como la situación política no daba espera se nombró una comitiva que acompañó a los comisionados de  GIR  y de la Guardia Roja cuya gestión surtió el efecto de conquistar la mayoría del Concejo Municipal.

 

Despues de la intervención en la plaza del corregimiento  Otto y Rogerio  entraron con disimulo  a una tienda donde  los pillaron tomando leche con cucas y les hicieron tremenda burla, pues en vez de aguardiente los aguerridos liberales se habían dedicado a mecatear.

 

Después de la misión en Bonafont se solicitó  a los comisionados viajar  a la vereda La Iberia llevando un mensaje de unión. Así lo hicieron y por un camino duro y pesado entraron al caserío a golpe de tambor  y el retumbar de los cachos. El ambiente era hostil, sin embargo lograron una concurrencia importante que acompañó a los visitantes hasta que   un chaparrón los empujó de regreso iluminados por los rayos y mojados hasta los tuétanos.

 

A Riosucio llegaron a la madrugada con hambre y frio  remontando un trayecto sin término. Este fue el bautizo de fuego de Otto Morales Benitez y el principio de una carrera política de enormes realizaciones y peligros sin cuento, con pedreas, tacos de dinamita, encerronas, plazas repletas y lánguidas reuniones en sitios sitiados por el temor donde el pueblo le propuso  la presidencia de Colombia, candidatura que no aceptó, pues al contrario de Virgilio Barco,  no era adjunto ni ficha de la oligarquía que maneja   a Colombia desde remotos tiempos..

 

 

Mientras Otto agitaba las banderas rojas y se enfrentaba a pájaros y  chulavitas , Alfonso Lopez abandonaba el país y visitaba a  a María Félix  en vez de acompañar a los suyos en  tiempos de persecución  autocracia y dictadura.

“Por la  provincia emprenderemos todos los combates” fue la consigna de Otto y su carcajda resonó por los villorrios y los rincones olvidados de Colombia. El mestizaje corrió por sus venas, al igual que el aroma del café  y  el pueblo que se desbordó en los libros  que escribió a lo largo de su vida.

Otto  tenía un millón de amigos que añoramos al hombre que  hubiera podido ser un gran  presidente  en el pasado siglo.

 

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