SUBMARINOS ALEMANES EN EL CARIBE COLOMBIANO

 

LOS SUBMARINOS ALEMANES EN EL CARIBE COLOMBIANO

Alfredo Cardona Tobón



La situación de los aliados era grave a mediados de 1942; los ingleses retrocedían en África ante el avance incontenible de las tropas alemanas comandadas por el mariscal Rommel y en Europa dominaban los ejércitos de Hitler y Mussolini. Solamente resistía Inglaterra y Estados Unidos, por su parte,  recién entraba a la guerra tras el ataque japonés a Pearl Harbor , librando una batalla que parecía perdida ante la poderosa maquinaria guerrera de los nipones.

Inglaterra estaba sitiada por más de cien submarinos alemanes que hundían cuanta nave se acercaba a la isla con alimentos y armas.  Colombia permanecía ajena al conflicto, por eso el  6 de junio de  1945 el “Resolute”, navío de 52 toneladas y bandera colombiana, impulsado, por un motor y una vela,  emprendió confiadamente  su recorrido habitual entre Cartagena, Panamá y San Andrés  y Providencia sin temor de un ataque nazi.

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 Joseph Mc Lean era  el capitán del  “Resolute”. El viaje fue normal hasta que al amanecer del  14 de junio  vieron dos   botes salvavidas con supervivientes   del  vapor ”Flora”, barco de bandera holandesa hundido por los alemanes. Mc Lean puso a salvo   a los náufragos  y continuo su viaje, pero su buena suerte cambio al toparse a boca de jarro con un submarino alemán que saludó al barco colombiano con una andanada de plomo. Los pasajeros  buscaron refugio aferrándose a la borda del Resolute, pero los alemanes dieron la vuelta y cuando  los tuvieron  a tiro   los ametrallaron por la espalda  dejando cuatro muertos, entre ellos  un bebé que cayó al mar aferrado a su madre agonizante El submarino disparó tres andanadas y cuando iba a  rematar al Resolute apareció un avión norteamericano que   hizo sumergir a los asesinos.

 El presidente Eduardo Santos  reaccionó ante el ataque,  congeló los bienes  de los súbditos  alemanes y  japoneses, los recluyó en un campamento en  Fusagasugá  y en una casa en Cachipay  y estableció el estado de beligerancia con los países del Eje.

 Colombia no envió tropas al frente europeo,  pero unos  80 voluntarios se  unieron a las tropas aliadas mientras en el país  se  prohibió el uso del idioma alemán y los del “cogollito” social, como siempre, aprovecharon las circunstancias para comprar a buen precio acciones de las empresas  Avianca y Bavaria junto con otros bienes pertenecientes a inversores de nacionalidad alemana y japonesa..

Sin embargo los alemanes no merecieron el trato que le dieron los dirigentes liberales, pues eran residentes honorables que nos acercaron a la  modernidad, algunos de ellos pilotos que nos habían dado  ventaja en el conflicto amazónico con El Perú, habían impulsado la  aviación nacional  y colonizado vastas regiones caldenses  a orillas del rio Magdalena donde establecieron cultivos y hatos ganaderos.

CONTINÚAN LOS ATAQUES SUBMARINOS

El 22 de julio de 1942  la goleta Roamar de 110 toneladas zarpó de  Cartagena hacia Providencia y fue hundida por los alemanes sin que quedaran vestigios del ataque ni  señas de algún sobreviviente.

El 17 de noviembre de 1943 el submarino U-56  atacó a la una de la mañana a la goleta Ruby de  39 toneladas  con un saldo de varios  muertos y heridos.  El hundimiento parece que se debió a divergencias comerciales, pues los nativos surtían de combustible a los submarinos alemanes y  en uno de los tanqueos  hubo diferencias entre los sanandresanos y los europeos. Algunos náufragos de la goleta Ruby alcanzaron una balsa  que los recogió y los llevó al puerto de Colón en Panamá.

 Hubo protesta del gobierno colombiano e indignación general  pero no más. Al descubrir aceite y destrozos en la superficie marina se creyó que el  destructor ARC –Caldas había impactado al submarino U_154 y se celebró como un triunfo, pero no fue así,  más tarde se supo que ese  submarino había sido destruido por buques norteamericanos. Tambien se dijo que al terminar la guerra  Hitler había buscado refugio en Colombia, lo que no pasó de ser una leyenda inventada por un periodista gringo.

En los primeros tiempos de la aviación  colombiana hubo  rivalidad entre los pilotos alemanes y  norteamericanos, que dio trágicas consecuencias  cuando un avión de la SACO  y otra de la SCDTA  chocaron  en el aeropuerto de Medellín  con el saldo de  la muerte de Carlos Gardel y demás pasajeros de los dos aviones.

Durante la Segunda Guerra Mundial los refusgiados judíos se quejaban de las mejores condiciones de los retenidos alemanes en territorio colombiano, pero en justicia no había razón de mantener a los alemanes privados de la libertad y de sus bienes en una guerra que no habían apoyado ni alentado en  un país al que solo habían servido a  través de varias generaciones.,

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