TULIO BAYER Y EL GANCHO CIEGO

 

TULIO BAYER EN LA CÁRCEL MODELO DE BOGOTÁ

365 NOCHES Y UNA MISA-

Alfredo Cardona  Tobón

                                                        


En el argot carcelario se llama gancho ciego al individuo que participa en un negocio turbio sin darse cuenta y es condenado sin haber intervenido en el ilícito. Ese fue el título que escogió Tulio Bayer para contar las experiencias en la cárcel Modelo de Bogotá, adonde fue a parar acusado de crímenes que nunca cometió. y ser enemigo de la corrupción y la injusticia

Bayer trató de  organizar una rebelión incruenta para cambiar a Colombia y  lo intentó en muchos escenarios pero estaba solo en una  guerra contra todos. Muy pocos escucharon su voz y otros  aprovecharon  su imagen  para hacer fechorías como Rosendo Colmenares, alias “Minuto”, comandante de la guerrilla del Vichada.

Despues de algunas escaramuzas en los llanos las fuerzas del gobierno  lo  capturaron en 1962  junto con su  compañera Amira, los condujeron al puerto de Apiay, cerca de Villavicencio y  tras cuarenta días de interrogatorio  internaron a Bayer en  la Cárcel Modelo de Bogotá acusado de rebelión y otros delitos

. Dos años de prisión  terminaron de radicalizar al médico en un medio donde los poderosos  burlaban la justicia y la gente del común llenaba las cárceles. En su trabajo de médico  Bayer  había chocado con sus superiores al negarse en Urabá  a certificar muertes por malaria cuando se trataba de campesinos asesinados a tiros por la espalda, denunció a  comerciantes acostumbrados a pagar comisiones por medicamentos ofrecidos por ellos o  falsificados  por corruptos a quienes no les importaba la salud del pueblo.

 Bayer se enfrentó  a los  pastores que convertían su misión en un negocio,  a los ricos que agregaban agua a la leche y a los guardias de la frontera que decomisaban  los escasos alimentos de la gente pobre. .Bayer tumbó mitos y corruptos y   estuvo inmerso en todo tipo de problemas al chocar con la oligarquía que domina a Colombia a lo largo de toda su historia.. A Tulio Bayer le atribuyeron todo tipo de delitos, le negaron el trabajo, le persiguieron, lo señalaron de desadaptado y   como un  iluso que  intentaba cambiar las cosas

Bayer fue un mascaron  de proa  de  una revolución   que no pasó de simples intenciones, sin embargo al pasar los años su  figura  se ha agigantado  para convertirse en una personaje  que desborda las fronteras nacionales y hace parte de la memoria  de la izquierda latinoamericana..En  cuatro libros  se  consigna el pensamiento político de este riosuceño  cuya prosa caústica es un bisturí que descubre   las llagas de un país donde nada cambia  y  continúa  inmutable perpetuando la desigualdad y el dominio de los poderosos...

En el libro “Gancho Ciego”  a las reflexiones en la prisión se suman las confesiones de un reo  que Tulio Bayer salva de morir desangrado  tras las rejas, en el libro  Bayer es un espectador que  observa, analiza y toma nota En la cárcel el estafador  Carlos Colombo  lleva al rebelde por los vericuetos de un mundo de  ladrones, picaros y maleantes con asaltos y encaletados,  donde el honor tiene otros valores y los derechos son  proporcionales a  la riqueza de los detenidos y donde  los  inocentes son algo así como vegetarianos en un festín de antropófagos.

En ese infierno  Bayer descubre dominios nauseabundos donde conviven  curas  y traidores y donde  pese a la iniquidad el  amor continúa siendo la esencia de la vida mientras la  muerte  es  el cierre compasivo  de existencias sin ventura. .En ese mundo la lujuria con  mujeres no es pecado, la chicha es el néctar de los dioses, la marihuana un asomo al paraíso y  Cristo es otro prisionero..

Tulio Bayer, el médico guerrillero, el bandolero comunista, amigo de Carlos Colombo y  del mago Restrepo escucha, consuela y habla del cambio,  pues en su revolución tienen cabida los zanahorios , la   tapa del Congolo, el putas de Aguadas, don Jacinto  y el  verraco de Guacas quienes  pes a la pobreza y la desesperanza creen en un país que solo  les  brinda una tumba o un rincón en el presidio.

. Así como  el galeno denunció a los impolutos  que  desfalcaban las arcas de la beneficencia en Manizales  y en Puerto Carreño señaló  al cura italiano que tenía un harén de indiecitas, en la cárcel denunció la maniobras de un telepadre   para controlar el negocio de los panes de hambre que fabricaban los presos. Entre rejas ridiculizó al gobierno y al    ministro de finanzas  que solicitó a  sus subalternos que le mostraran en donde estaba la  balanza de pagos  en tanto  el ministro de justicia buscaba  afanosamente  la balanza de la justicia.

  El gobierno  se encartó con el  médico iconoclasta que no podía condenar por falta de delitos, . O me fusilan o  me sueltan  dijo  Bayer al presidente,  la prensa hizo eco y sin otra  disyuntiva  Bayer salió  libre a  darle cuerda a  una rebelión  sin sangre donde los vecinos de la Colombia Vaticana  están  acostumbrados a la corrupción y a los ladrones.

Tulio Bayer Trató de establecer guerrillas con Pedro Brincos y la Aviadora  por los lados de Quinchía y lo intentó en la Sierra Nevada, pero su voz se perdió  en las montañas. Para evitar otra encerrona Bayer se exiló en Méjico y luego  quiso probar las mieles de la revolución castrista pero vio que no existía ese paraíso y al criticar la burocracia y la ineficiencia del régimen donde los pobres eran más pobres  tuvo que abandonar la isla y buscar cobijo en Europa donde trabajó como traductor y terminó sus días en un suburbio gris  de la capital francesa.

*historiayregion. blogspot.com

Alcartob@gmail.com.

Comentarios