LOS EMPRENDIMIENTOS DE EDITH ANGÉLICA
Alfredo
Cardona Tobón
Hoy 26 de diciembre de 2023 y dar un vistazo a las realizaciones del año que se fue, pienso en Edith Angelica Bustos Cremieux, mi querida esposa, cuyo recuerdos llenan este apartamento y siguen ocupando mi corazón.
No
hubo año de su vida sin realizaciones, ella era una maquinita de proyectos y aventuras que
a veces resultaban y otras no, pero que
se intentaban y llenaban nuestro tiempo
y copaban nuestro esfuerzo. Algunas las emprendió sola y en otras los dos
sumamos fuerzas para llevarlos a término.
Voy
a enumerar los emprendimientos de Edith Angélica, como un testimonio de una
luchadora que no se arrugó a nada y fue un ejemplo de laboriosidad y coraje.
Empecemos por Argentina y sus años juveniles:
1- Cuando
las máquinas de escribir eran una novedad,
su papá Guillermo le compro una Remington y en sus horas libres hizo
copias y documentos que le aportaron los primeros pesos.
Muy
jovencita trabajó como secretaria en un bufete de abogados en la ciudad de
Mendoza, terminado su bachillerato se acercó a los estudios de derecho y se
encarriló en ese medio, pero pronto vio que el camino le señalaba otro rumbo.
2- Un
revés económico golpeo el hogar de don Guillermo y Doña Lina que tuvieron
que responder por una hipoteca del tio
Oscar. Hubo que buscar recursos y entonces don Guiller y doña Lina compraron
unas tejedoras que operaron todos los de la casa hasta que salieron del trance.
3- Con
un amigo don Guillermo montó una incubadora de pollos que funcionó en el solar
de la casa hasta que el socio viajó a los Estados Unidos a atender la
enfermedad de una hija, dejándoles montados en una empresa que no conocían y los llevó al fracaso. Aquí trabajó
Edith angélica hasta que remataron
equipos y se deshicieron de los pollos.
EN
COLOMBIA
Edith
tenía alguna experiencia en una estación de televisión en Godoy Cruz Argentina,
y ello le sirvió para conseguir un trabajo de locutora en la Emisora Radio
Sutatenza en Belencito, Allí trabajó
durante año y medio hasta que viajó a la ciudad de Medellin en Colombia, donde
se radicó con su esposo. Como su mamá Lina le había enseñado modistería, Edith
confeccionó algunos vestidos a unas profesoras del Colombo- americano que le
abrieron campo para atender otras solicitudes que le reportaron algún dinero
junto con los cursos de culinaria y
otros de glamour que impartió a las
esposas de los oficiales de la Cuarta Brigada del Ejército.
Edith
Angélica inició su carrera ejecutiva en una fábrica de botones y discos donde
ocupó la gerencia con notable desempeño. Allí
trabajó dos años hasta que viajó a Bogotá donde su esposo Alfredo desempeñaba el cargo de Gerente de Planta de
una planta metalúrgica.
En
Bogotá no tardó en vincularse como vendedora de una importante empresa
inmobiliaria donde atendió , también, la
gerencia de “Industrias Cardenal” que
fabricaba cocinas integrales.
5- Cuando
se esposo renunció a la gerencia de la metalúrgica para montar una empresa propia, Edith lo siguió y no solo
sirvió de secretaria, sino de
recepcionista y hasta de operaria en la producción de accesorios.
EN
MANIZALES
7- Unos
amigos argentinos movieron hilos para
ubicar a Alfredo en el Comité de Cafeteros de Caldas y hacia Manizales salió
Alfredo con Edith y la familia.
Edith
empezó a trabajar en Manizales como maestra jardinera de un reconocido plantel
educativo y luego se colocó como locutora de la emisora de la Universidad
Autónoma, posteriormente trabajó como docente de la Universidad
de Manizales y se dio a conocer como correctora de estilo y documentos
oficiales.
CAFETERA
Paralelamente
con la finca Alfredo trabajó en la Universidad Autónoma de Manizales y Edith
estableció una Academia de artesanías y laboró como profesora en la Universidad
de Manizales.
Edith
atendió las cosechas de café y con su esposo atendieron un puesto de frutas en
el mercado campesino de la Enea.
Hubo
tiempos difíciles por la destorcida del café y
plagas que atacaron los cultivos, Edith tostó café, mercadeó
chimichurri, vendió empanadas argentinas, bordó y con su esposo cultivaron
follajes que vendieron en los viveros de Cartago y para ajustar ingresos Edith
atendió con su esposo un puesto en los mercados campesinos de los fines de
semana en el barrio La Enea.
Al
quedarse sin trabajo en Manizales, el matrimonio se trasladó a Pereira, donde
estaban más cerca de las fincas de
Balboa. Edith se vinculó como profesora en la Universidad Libre de Pereira, corrigió tesis de
grado y como correctora de estilo aportó
a las necesidades hogareñas y al estudio de sus hijos universitarios. durante la mayor parte de sus carreras.
A todo lo anterior se suman los libros que Edith escribió y mercadeó junto con los libros de su esposo. Publicó “Cocine un día para toda la semana”, “Escriba sin enredos” y otro sobre conectores gramaticales que tuvieron amplio eco en los círculos académicos.
Como vemos la existencia de Edith Angélica Bustos
Cremieux fue de lucha y tesón, fue una vida productiva y ejemplar, fue un paradigma de esfuerzo y de las
virtudes excelsas de una mujer entregada sin reservas a su esposo y a sus
hijos.
Ojalá los que sintieron su mano bienhechora reconozcan sus méritos y agradezcan todos sus
esfuerzos.
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