LA VIOLENCIA POLITICA EN EL OCCIDENTE CALDENSE

 

LA VIOLENCIA  POLITICA EN MOCATÁN  Y EL OCCIDENTE DEL VIEJO CALDAS.

-MEDIADOS DEL  SIGLO XX-

La violencia política en el occidente del viejo Caldas  tiene raíces que se evidencian desde  los años posteriores a la guerra de los MIL Dias, 

. Leamos telegramas que nos ilustran  al respecto:

 

“Alcaldía de Mocatán-( Belén de Umbría) - 5 de abril de 1931-

Doctor Restrepo-

Gobernación de Caldas- Manizales

Ayer hubo esta un bochinche que logré calmar pronto.  Hoy después de misa mayor trató de iniciarse otro, no llevose efecto. A las seis principiose combate y aún estamos en él, ya hay varios heridos, acaban de informarme hay un muerto, combate han esgrimido  revólveres, machetes, palos, piedra, cuchillo, barbera. Dirigime Anserma y Pereira pidiendo policía de refuerzo.”

 

El conflicto continuó A las doce y media de la noche el alcalde envió otro telegrama al gobernador.

Orden Público

Mocatán abril 5 de 1931

Secretario Gobierno- Manizales.

Por el momento hay calma aparente, liberalismo no se ha podido hacer retirar de la plaza, conservatismo en pie de lucha, conservadores permanecen en la iglesia, casa cural y casas conservadoras salida población para la carretera,  hay un grupo estacionado lado Piñales, grupo componelo conservadores,  constantemente están llegando de los campos liberales a engrosar filas, me parece imposible desarme, acaba de llegar el jefe de policía de Anserma con ocho agentes.

Juan de J. Jaramillo.

 

Mientras el directorio conservador de Santander, declaraba que estaba  en plena guerra, en los campos del occidente de Caldas los dirigentes Silvio Villegas y  Arturo Arango Uribe azuzaban las masas azules contra el gobierno de Olaya  Herrera.

La tensión en Mocatán continuó tensa con encuentros de liberales y conservadores.  El tres de marzo  de 1935  los liberales de  Mocatán  y de Santuario invadieron la población conservadora de Apía. Fue un ataque que el alcalde logro controlar conduciendo a la cárcel a los cabecillas liberales.

Se presentaron disturbios en Guática y en San Clemente y en abril de  1935  la situación se agravó en Apía como se ve en la información suministrada por la prensa.

El periódico “La voz de Caldas”  trae esta noticia con  fecha del 25 de abril de 1935:

“Estábamos tranquilos en el sermón de La Soledad cuando oímos los más cercanos a la puerta de la iglesia de Apía,  una detonación de revólver y como el estallido de una papeleta. Salimos al atrio y subió  el señor Argermiro Gómez  diciendo que habían herido al director de la banda de música, Carlos Echeverri García de un balazo en la garganta que le quitó la vida, cuando estaba en la entada de la puerta  de su tienda en compañía de Julio Flórez.

Los  ánimos se exaltaron ,l os conservadores ocuparon la parte alta de la ciudad y el liberalismo y la policía la parte baja mientras el ejército guardaba las esquinas de la plaza.

Poco a poco se disolvieron los grupos , del asesinato  se sindicó a Luis Cano. El señor Julio Triana, presidente del Comitá Conservador dice que la vida social en Apía es insoportable.que Las familias conservadoras han tenido que trasladarse a otros lugares dejando  todos sus bienes, en los hogares se vive con intranquilidad permanente por temor a los asaltantes nocturnos, pues casi todas las noches se hace circular noticias amenazando con que todas las habitaciones serán destruidas por el fuego.

La policía es la peor amenaza que tiene el municipio, dice el Sr. Triana, basta saber que en la última refriega dispararon los agentes más de 1500 cartuchos sobre las casas conservadoras.

En las elecciones de 1934 Laureano Gómez, Jefe del conservatismo ordenó la abstención electoral y el liberalismo sin contendor llevó a la presidencia a Alfonso Lopez Pumarejo,  quien como presidente de los colombianos empezaba sus discursos con tres vivas al liberalismo.

El 5 de septiembre el alcalde de Salamina Roberto Gómez con varios policías borrachos cometió varios desmanes en Aranzazu con saldo  de tres muertos y varios heridos conservadores.

La división liberal de 1946 permitió el triunfo conservador en las elecciones presidenciales aunque no en las corporaciones públicas donde el liberalismo retuvo sus amplias mayorías.

El grupo conservador de Los Leopardos contaminado con las ideas  franquistas vio en el liberalismo un enemigo del orden social. Cuando los seguidores de Alzate Avendaño arreciaron su política de intransigencia arreció la persecución contra los liberales en el occidente caldense. Ell 19 de enero llegaron a Pueblo Rico los dirigentes liberales Camilo Mejía y Otto Morales los recibieron a gritos de abajo malditos rojos, abajo los oradores, viva la religión católica , viva Cristo.

En Riosucio   las turbas conservadoras  atacaron una manifestación liberal y el 8 de marzo los alzatistas atacaron a los liberales de Apía y se armó una batalla campal que se prolongó hasta las dos de la mañana, la chusma alzatista asesino a Arturo Rios y arrastró su cadáver hasta que tropas enviadas de Pereira y La Virginia lo rescataron  e impusieron el orden.

En Apia la situación se hizo invivible para los liberales, como años atrás había sucedido con los conservadores. El 16 de julio de 1947 Antonio Trujillo, presidente del Directorio Libaral de Belén de Umbría denunció los abusos conservadores en la prensa y al gobernador de Caldas.

Un  telegrama dice:

“ Alcalde , policía acompañados de godos sectarios y matones hacen invivible nuestro municipio.  Desarme y requisas cumplense previa orden de los conservadores. Liberales honrados, pacíficos e indefensos multados, conducidos a la cárcel”

El recaudador de impuestos recibía armas compradas en Ecuador y las repartía a los violentos de Belén de Umbría.. En agosto de  1947conservadores de  Guática, Riosucio y Risaralda atacaron a los liberales de Anserma y sus calles quedaron en poder de El Celoso y otros bandidos de Belén y Apía.

Estos sucesos fueron el preludio del baño de sangré que anegó campos y poblados caldenses y cuyos actores fueron tanto los liberales como los conservadores, fue el principio de un     éxodo que desplazó a la personas más representativas de la región e hizo retroceder el progreso de las localidades del occidente caldense.