LA PRINCESA MAGA

 

PRESENTACION DEL LIBRO “LA PRINCESA MAGA”



En el prólogo de “La princesa maga”  Jorge Eliecer Zapata Bonilla hace un análisis del nuevo libro de Alfredo Cardona Tobón, un intelectual dedicado a  escudriñar el pasado de la región del Gran Caldas esclareciendo la vida de las culturas ancestrales, narrando el proceso de la supervivencia de sus comunidades y dando claridad a la tragedia vivida por las tribus indígenas y por las minorías  que han sido golpeadas por los cacicazgos políticos, por los gobiernos a todos los niveles y por los grupos económicos, es decir, por quienes han ostentado poder en cualquier forma.

“La princesa maga” incluye narraciones y cuentos con pasajes de navidad que recrean  acontecimientos bíblicos donde Jesús  acampa en medio de la pobrería para llevar su mensaje. Paralelos a los cuentos  aparecen  ensayos inéditos y otros publicados por Cardona Tobón en diarios y revistas  para dar voz a la tragedia de los pobladores aborígenes  y a la población negra que como ciudadanos de segunda malviven  en los reductos de los esclavos que trabajaron las minas de oro

El titulo  de la nueva producción de Cardona Tobón  se toma de uno de los artículos del libro  donde aparece la bella princesa zulú  que acompañó a los reyes magos en su travesía por los campos de Judea y acompaña al autor del cuento en la travesía entre Nairobi y Londres donde en un avión de la British reparte dones en una noche de navidad.

Zapata Bonilla  considera que “La princesa maga”  es un aporte a la literatura afrocolombiana y a la literatura indígena en una región mestiza como la del Gran Caldas, donde la mezcla de sangres genera la rica realidad  de nuestras comunidades. En la variada temática de la publicación  se mezcla, como en otras obras de Alfredo Cardona Tobón, la realidad con la fantasía; sus relatos con  fondo histórico  se sazonan con vivencias y recuerdos:  Al  avanzar la lectura  aparece   misiá Domitila con una legión de  ángeles que convertidos en  sinsontes y turpiales acompañan con sus trinos al nieto  nacido un veinticuatro de diciembre  y también aparece un  pajarito solitario que remonta el Mediterráneo para acompañar a la Virgen María en el pesebre.  En  las páginas de  la publicación  la  tia Inés revive su aventura en las playas de Ladrilleros entre tiburones y bailarines en la noche del  nacimiento del Mesías y  se siguen las huellas del judío errante cuando repasa las trochas de Dulce nombre y sana un niñito agonizante en la loma del cerro  Mocorongo; se habla igualmente del niño Dios con  carita morena y crespos africanos  remontando  los remolinos del rio Pepé para llevar un mensaje de amor a una comunidad de las selvas del Chocó,  mientras el padre Lisímaco busca  la entrada al paraíso y el rey Baltazar se apoya en el bastón que labró en medio de las balas..

Aunque los escenarios se enmarcan en nuestra geografía, la imaginación enmarca la gélida navidad  de la segunda guerra  mundial  cuando dos combatientes enemigos firman su paz en la aldea de Bastogne y alargan la vida sin imaginar que muchos años después recorrerán unidos  los campos que  estuvieron erizados de bayonetas.  De todo hay en “La princesa maga”: buñuelos y natilla, cachorritos de peluche, una heroína llamada Juliana Juliana Rosales y el  valiente galllito saraviado que en un último revuelo despachó al gallo giro antes de quedar ciego en la arena.

. Al correr las páginas   el lector descubre a  Ramón Bueno Colorado, un antiguo comunero del Resguardo Escopetera- Pirsa que al repasar una  vieja novena de aguinaldo  descubre que el San José de la estampa fue el  mismo   beduino que le salvó la vida cuando   se estaba desangrando en el Sinaí cumpliendo un misión del Batallón Colombia..

En  “La princesa maga”  las campanas de Navidad suenan  guapachosas cuando el Peraltica del maestro Carrasquilla consigue  permiso para hacer milagros por  el Viejo Caldas, al pasar las páginas  los tañidos reviven  a los  animeros con sus rezos y acompañan al Tigre Jaramillo en su paseo con los  espantos de Anaime, en el libro de 150 páginas los loros mudos de Suso abren los desfiles con voz de clarines y entre las márgenes  se pasean las viejas chismosas del maestro Fernando González y hacen carrizo en  la cafetería de  Otraparte en Envigado.

Como en un zoológico  el gato Arrullo  maulla buscando al dueño, cacarea la gallina Titina con su huevo portentoso,  ladra lastimero el perrito pug  y sube y baja por las ramas de un churimo el fosforescente gallinazo del diluvio; en las cuartillas de la nueva publicación de Cardona Tobón  los animales son protagonistas y los humildes labriegos de pata al suelo se convierten en próceres. Hay campo para el diablo que aparece  por los lados del rio Pocitos en Salamina y espacio para desempolvar los recuerdos de amor de los  tiempos idos.

“La princesa maga” no desplazará “Cien años de Soledad” en las librerías pero  al leerlo dará unos momentos de solaz en estos duros tiempos de pandemia y de los vientos de guerra que soplan por obra y gracia del imperialismo de  los sucesores del zarismo ruso.

* alcartob@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios