“Soy
simplemente un médico, por eso estoy al lado de la vida”
“HECTOR ABAD
GÓMEZ
- Alfredo
Cardona Tobón
El
25 de agosto de 1987 sicarios contratados por Carlos Castaño troncharon la vida de Héctor Abad Gómez y de
Leonardo Betancur en la ciudad de Medellín. Los antisociales asesinaron no solamente a dos defensores de los derechos humanos sino a líderes que
buscaban el bienestar de la gente y daban apoyo a los más desvalidos..
En
el libro “El olvido que seremos” escrito
por el hijo de Héctor Abad y
posteriormente llevado al cine se refleja la lucha de este visionario comprometido con la salud pública que perdió
la existencia tras sus denuncias contra los
grupos paramilitares que estaban ejecutando crímenes selectivos contra
los militantes de la izquierda colombiana y particularmente contra los miembros
de la Unión Patriótica.
En
estos tiempos de medicina deshumanizada, del negocio de clínicas y medicinas
hace falta la voz de ciudadanos como
Héctor Abad Gómez, defensor de los campesinos, de la niñez y de los
pobres que realizó la primera vacunación masiva contra la poliomielitis
en el mundo, lideró el programa de
agentes comunitarios de salud y el año
rural de los médicos recién egresados.
Entre
1950 y 1956 Abad Gómez estuvo fuera del país exilado por sus convicciones políticas
y en ese tiempo trabajó en la Organización Panamericana de la Salud con las comunidades más pobres del
continente. A su regreso a Colombia fundó el departamento de medicina
preventiva y de salud pública en la
Universidad de Antioquia y a partir de 1975 fue integrante del Comité
Colombiano de Derechos Humanos.,
Héctor Abad Gómez, padre de cinco hijas y un
varón sufrió la gran pena de la muerte de una hija a la temprana edad de
dieciséis años, víctima de un cáncer. La
violencia estuvo siempre cerca de este
médico con vocación de servicio, su padre de ideas liberales se vio acosado en
Jericó, un pueblo conservador donde nació
Héctor Abad. En la universidad de Antioquia organizó un paro estudiantil
y tuvo la amarga experiencia de ver caer
varios compañeros que lo acompañaron en su lucha contra los estamentos
clasistas del departamento..
A
Héctor Abad lo tildaron de comunista y revoltoso, aunque como decía él, no
había leído una línea de Marx y de Engels. .Sus intereses nunca fueron políticos, pero apoyado por el liberalismo fue diputado,
representante a la Cámara y precandidato a la alcaldía de Medellín. Fue
magister en Salud Pública en la Universidad de Minnesota y quien en
vez de un consultorio acreditado
escogió una vida de lucha al lado de las comunidades..
LA
MARCHA DE LOS CLAVELES ROJOS
Entre
julio y diciembre de 1987 los sicarios
del paramilitarismo asesinaron a 24 líderes en
Antioquia, la mayoría de Medellín.,
El 13 de agosto de ese año alrededor
de 3000 personas se volcaron a las calles de la capital de la Montaña
para protestar por la ola de asesinatos contra estudiantes y profesores de la
Universidad de Antioquia , fue una demostración
apoyada por el médico Hector Abad
Gómez, fue la manifestación popular por la defensa de la vida que llamaron la
Marcha de los Claveles Rojos porque se realizó con pancartas y claveles de ese color. La represalia no tardó en llegar contra los líderes que la convocaron o fueron
oradores principales. El 14 de agosto de 1987, quince sujetos vestidos de
policías llegaron a la casa de Pedro Luis Valencia G, senador de la UNIÓN Patriótica quien en la marcha hizo un fuerte reclamo al presidente Barco y
al gobernador Fernando Panesso Serna para que frenara la acometida paramilitar.
A
Valencia . Lo acribillaron con 42 disparos frente a su esposa y sus hijos. .El 25 de agosto a las siete de la mañana, cuando llegaba a su
oficina, un matón asesinó al dirigente
sindical Luis Felipe Vélez.. El horror continuó, ese día, al final de la tarde el turno fue para Héctor
Abad Gómez y Leonardo Betancur
La
muerte de los dos amigos se produjo en la sede de los maestros de Antioquia
adonde habían acudido para la velación de Felipe Vélez., pero como habían
trasladado el cadáver al Coliseo
Deportivo se quedaron conversando con algunos conocidos en la entrada del edificio.
De improviso aparecieron dos sujetos en
moto y los balearon. En un bolsillo de
la camisa del médico encontraron una
lista con veintidós amenazados de muerte
y en ellos estaba su nombre.
En “El
olvido que seremos” se registran esos trágicos hechos y se plasma la cotidianidad de la familia de este
personaje singular que encarna los
valores del alma antioqueña. Se siente amargura, un dolor de patria que embarga y nos llena de
impotencia porque nada ha cambiado desde ese 25 de agosto de 1987, pues continúan los asesinatos selectivos,
sigue la intolerancia y no han desaparecido los monstruos que acogotan a
Colombia. Meses después dieron de baja a uno de los bandidos que acabaron con
la vida de Héctor Abad, un apóstol de la paz y la equidad, pero ahí está
el actor intelectual que cree que remediará sus crímenes con lágrimas de
cocodrilo.
Héctor Abad mostró a sus hijos la cara del dolor humano reflejado en los cientos de familias que no eran felices y afortunados como ellos y le pareció importante que vieran desde niños el padecimiento, casi siempre por desgracias y enfermedades asociadas a la pobreza.
Además
del libro y la película también se ha presentado el documental “Carta a una
sombra” donde hijo y nieta se comunican con el abuelo, el doctor Abad había nacido el 2 de diciembre de
1921 y tenía la vida llena de planes,y energía., Su desaparición es una
pena inmensa. Sus hijos se han encargado de conservar su memoria, También es
nuestro deber hacerlo porque el olvido no debe empañar la presencia siempre actual de las miles de
victimas de la violencia que
nos sigue azotando..
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