CÓMO CULTIVAR EL AMOR
La
vida se agota cuando el corazón deja de latir y el aire no irriga nuestro cuerpo.
Igualmente nuestra vida pierde el sentido cuando olvidamos lo que aprendimos a querer
, desaparecen los sueños y se borran las esperanzas.
La
vida no es llana ni estática: tiene hondonadas, valles y picos donde hay amores
que florecen como en primavera, otros tienen la calidez del verano, unos se renuevan como las hojas en el otoño de la
existencia y algunos se arropan en los
recuerdos cuando llegan las nieblas y los vientos del invierno.
En todas las épocas el amor es el faro que alumbra nuestra
existencia y el motor de nuestra vida:
No es la enfermedad, la pobreza ni la
soledad lo que oscurece nuestro camino, es la
falta de amor lo que ataja nuestros pasos. El amor tiene su espacio en
todos los momentos que vivimos, se ama con pasión en la juventud , el corazón es
pródigo en el verano de nuestra vida y cauto en el ocaso
del tiempo. En el otoño de la existencia arrecian los vientos y las dudas
y sin embargo como ocurre con las estaciones, en otoño nos renovamos y nos
revestimos de esperanza y de sueños
como aquellos árboles que pierden su follaje
para que puedan brotar nuevas hojas...
Pero en la edad otoñal, cuando se vislumbra el final del recorrido, cuando nos acercamos a la curva de las despedidas y acuden en tropel los recuerdo se ve con inquietud que el tiempo se acaba sin haber alcanzado todas las metas y se tiene el temor que el amor se aleje como las golondrinas que buscan el calor en horizontes lejanos. En el otoño de la vida no se piensa en el poder ni en el dinero, éste solo es un medio para atender las necesidades, pero se tiene pavor a la soledad y se añoran los seres que nos acompañaron en el largo trayecto de la existencia En los años mozos el amor es intuitivo pero en el otoño de los años es necesario aprender a querer y a posicionar el amor sin que el remordimiento ni la ingratitud opaquen tal sentimiento
Nunca
es tarde para aprender a amar. Nunca es
tarde para acercarnos a la familia y a los antiguos amigos, buscar un nuevo
cariño o revivir el romance, cada
segundo cuenta en los eslabones que hacen la felicidad.. Pero es necesario
hacerlo con optimismo y con fe , con el
asombro de las pequeñas cosas que llenan
nuestra dicha y generalmente no demandan
esfuerzo como una sonrisa, el perfume de
una flor, el arroyito que se descuelga por la montaña, el celaje del bosque,
los trinos de los pájaros, un beso o una
caricia
Son
los recuerdos y los sueños la
amalgama que une las parejas cuando al lado de la
chimenea repasan las sendas de sus vidas
con fotos, cartas, canciones y añoranzas y afirman ese amor cuya fortaleza resiste todas las vueltas y las acechanzas
del tiempo. Es hermoso envejecer con la
persona amada, pues a su lado se van aceptando las inclemencias de los
años que son el reflejo de uno mismo y el testimonio de la lucha conjunta, de los afanes y
sacrificios y de los momentos felices
que adornaron nuestro paso por la vida..
En
el amor otoñal basta una mirada para adivinar los pensamientos del ser querido
y cruzar las lagunas de la mente. No hay que expresar nada para arrimarse a
buscar el calor de la pareja y una
caricia es suficiente para expresar lo
que se siente. En el otoño de la vida no hay campo para la soberbia, el orgullo y
el egoísmo ,basta con la ternura y la solidaridad que unieron
a los compañeros de vida en alegrías y tristezas.
El amor es una decisión que se cultiva y trasciende
. Y aunque uno se ame y se cuide va más allá de uno mismo porque el amor se
comparte y se comunica. No es para
guardarlo y cubrirlo sino que grita y se hace escuchar pues el amor se comparte
y se brinda generosamente.
El amor se manifiesta con la palabra y la ternura, con los sentimientos y las caricias y se fortalece con la comunicación, por ello es necesario escuchar con interés y respeto y sin mezquindades pues no existe nada más efectivo para establecer los vínculos de afecto que la palabra, pero no basta con oir, hay que escuchar con mente abierta sin pensar que somos los poseedores de la verdad y que siempre tenemos la razón. . Cuantos conflictos y mal entendidos se evitarían si se escuchara y conociéramos el otro lado de las historias.
Hay que tener
en claro que en toda comunicación la clave está en comprender y ser
comprendido.. Con la prisa del día a día y las nuevas formas de comunicarse
estamos más conectados, aunque no
necesariamente estemos comunicados. No basta un mensaje de texto, ni una
grabación, hay que mirar a los ojos, hay que sentir los matices de la voz, hay
que sentir el calor de una caricia para unirnos al ser amado y comprender que
lo aflige o afana.
Para saber cómo es
realmente la persona que amas debes acercarte y comprenderla, debes oir sus
latidos y conocer sus temores, saber que espera
y que ambiciona. Tienes que comunicarte con ella y abrir tu corazón con
palabras claras que ayuden a crecer y a
generar confianza.
:Que grato es mirar
a los ojos, identificarse con el ser amado, gozar con su voz, conocer sus
secretos y oírlo sin cuidarse de expresar lo que se siente, porque hay honradez
y amor en lo que decimos. La capacidad que tienen las parejas para discutir sus
diferencias es el principal indicador de una relación fructífera, para ello es
necesario saber escuchar, dialogar es dar y recibir, enseñar y aprender, en
ello está la clave de la comunicación..
ü El diálogo constante, sincero y abierto es el mejor
regalo que se puede dar la pareja. Cuando se aprende a escuchar mejora
su comunicación y cuando mejora la comunicación progresan las relaciones.
Debemos abrirnos, interesarnos sinceramente por lo que piensa la pareja, ella
te ayuda a ver lo que no puedes o no quieres
ver.
La comunicación es uno
de los primeros aspectos que se resienten en una relación y uno de los más
difíciles de reparar, por ello es de vital importancia dedicar tiempo para
hablar con el otro, y alimentar el diálogo entre los dos restando espacio a la televisión, el celular,
el computador u otro aparato que impida
el acercamiento y el diálogo franco, respetuoso y sincero. Igualmente, conviene
programar salidas en pareja para divertirse, conocer nuevos lugares, recrearse
con las fotos, compartir bromas, jugar, caminar, bailar, cantar, contar
historias; en fin, revitalizar constantemente las relaciones con una buena
comunicación entre los seres que se aman.
👍
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