HOY
COMO AYER
CARTA
A UN ANALFABETA POLITICO
Alfredo
Cardona Tobón
Hay un libro escrito por el médico Tulio Bayer en 1964, que bien podría señalar las situaciones actúales; su título es “Carta abierta a un analfabeta político” y va dirigido a su amigo Francisco Arango Londoño para señalarle lo que repudiaba en Colombia. .
La
carta denuncia lo que todos sabemos y nadie se atreve a corregir en una republiqueta como la
nuestra donde se habla de democracia y
de derechos humano a diario , pero pasan los años y todo continúa igual en manos de los mismos con las mismas mañas. Después
de 58 años poco ha cambiado, es el escenario descrito por Tulio Bayer con comparsas
idénticas y actores con apellidos repetidos, dentro de los mismos
clanes, como si esto fuera una monarquía..
Decía
Tulio Bayer en la carta abierta que los
llamados “partidos tradicionales” son meros espejismos ideológicos, trampas
electorales, señuelos para atraer ingenuos y convertirlos en instrumentos de
explotación. Bayer pedía la revisión de las hojas de vida de los
“próceres” muertos y vivos para calibrar sus méritos y saber por qué se creían con el derecho de detentar el poder político y lucrarse del poder económico.
Nada
se ha movido desde los tiempos de la patria niña, la sociedad parece estática: los de abajo igualmente pobres y los de arriba
atornillados por el narcotráfico y por los favores del estado. Nadie revira,
nadie pone en tela de juicio los méritos del cogollo nacional ni hace algo para sacudirnos
de los vagos y vividores que viven del
erario sostenidos por apellidos gastados bajo la bandera de los partidos políticos, que son meras pasiones alimentadas por los explotadores y
una casta de turistas que se aprovechan del analfabetismo del pueblo para
mantenerse en el poder y conservar los
privilegios.
Lo
que denunciaba Bayer en 1964 no ha variado, el lo mismo que vemos
actualmente .representado por partidos
sin plataformas ideológicas ni principios, por rebaños confesionales, ‘por castas intocables y el olor nauseabundo que
rodea las instituciones que teóricamente se han establecido para proteger a los
ciudadanos.
Conviene
leer el texto de la carta de Tulio Bayer, que es un memorial de agravios y un
grito de desesperación que trata de despertar el alma colombiana. En tal
documento el médico riosuceño se burla de las falacias de los sabios criollos
que como López de Mesa proponía el cruce
de la “negramenta”, del inepto vulgo, con arios y anglos para mejorar
la raza, como si se tratara de ganado blanco orejinegro y su debilidad y
cortedad de miras no fuera resultado de los genes sino del hambre y la
ignorancia.
Mientras Tulio denunciaba a los manizaleños del Santo Sepulcro y de la
Sociedad de San Vicente de Paul y los
acusaba de multiplican sus ganancias con el agua que agregaban a las canecas de leche, se burlaba de una
sociedad clasista que mantenía aparte al resto de la humanidad.. Y en
tanto Bayer introducía a su amante en el
club social y escandalizaba las almas timoratas, el médico riosuceño entrelazaba los sucesos
nuevos con los viejos sucesos para mostrar como los poderosos volvían a unirse contra los de ruana en un Frente Nacional que como en tiempos de Melo derrocaron el gobierno popular de Rojas
Pinilla.
Cuando
los “próceres” retomaron el poder Bayer se enroló en la guerrilla de “Minuto” creyendo que con
una banda de campesinos anémicos iba a tomarse el poder. Pero Tulio era un iluso que no sabía de armas ni estrategias
violentas, así que pronto cayó en manos
de los militares que lo trataron como a un bandido y lo tildaron de loco. El presidente
de la Suprema Corte terminó el sainete, en un arranque
de sentido común y asqueado con el proceso que había montado la clase impoluta, se atrevió a
decir que Tulio no era un asesino, ni un
loco sino un rebelde que debía ser
juzgado como tal y no como un bandido.
La
carta de Bayer es una continua
reivindicación del pueblo y la revisión
de la historia interpretada por los
corifeos confesionales que ponen un
manto sobre la necesidad y la miseria y
mantienen en su altar un Dios lejano, libre de las injusticias y los derrames
de sangre, donde se olvida que un arzobispo mandó asesinar a un líder valiente
de apellido Galán y hubo una marcha silenciosa con
otro líder popular clamando por
la vida.
Tulio
Bayer libró una guerra contra la corrupción que quedó plasmada en sus escritos donde va lanza en ristre contra los ladrones y los abusivos, contra
los parásitos y los falsos apóstoles, contra los falsificadores de medicinas y los vendepatrias . Tulio Bayer remata el
escrito anotando que Colombia está
cansada de los políticos que generación tras
generación le hacen dar vueltas en el desierto sin
llevarla a ninguna parte y afirma que el pueblo está cansado de los falsos revolucionarios que
les prometen una y otras vez una tierra de leche y miel sin pasar por el Mar Rojo.
.La
carta de Bayer es el reflejo de la lucha de un ideólogo, a quien, solo contra todos, no le importó
enfrentarse a la indiferencia y la
desesperanza y señalar a los explotadores
y verdugos -
*historiayregion.blogspot.com
.
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