SOR CARMELA CALAFATO Y LAS PEQUEÑAS APOSTOLES DE LA REDENCIÓN
Fallece en Italia Sor Carmela
Calafato, la primera misionera en Colombia de la Congregación HERMANAS PEQUEÑAS APÓSTOLES DE LA REDENCIÓN.
A la edad de 90 años falleció en
Visciano, Italia, Sor Carmela Calafato, perteneciente a la congregación de las
pequeñas Apóstoles de la Redención, obra que inició en Colombia en 1971
Su misión se centró en expandir el amor incondicional a Dios, a los niños, a los
pobres y marginados, herencia fiel que recibió de los fundadores Padre Arturo D´Onofrio y
Madre Anna Vitiello. Fue así como se
logró impactar positivamente la vida de población vulnerable, en el Barrio
Santo Domingo Savio, en Medellín, donde
se instauró la primera obra.
Sor Carmela desempeñó varios cargos en Italia en las
localidades de Nápoles, Torre
Annunziata, Crosara, Visciano,y Marigliano. Adelantó estudios de enfermería en
el hospital Pellegrini de Nápoles y luego se dedicó a aprender español y a
prepararse para la misión en Colombia. De ahí que 1971, salió del puerto de
Nápoles, Italia, en la nave Donazzetti, acompañada de la Madre General, Anna
Vitiello, en una travesía que duró unas dos semanas hasta que el 20 de mayo
arribaron a Cartagena.
ALDEA PABLO VI
Este es el nombre que recibe la obra
entre tantas otras, que Sor Carmela fortaleció con sus discípulas.
En aquella época, hace medio siglo, la
necesidad más apremiante era crear el internado para 30 niñas que tenían en el
Hogar de Copacabana, y para albergar a otras chiquillas de Santo Domingo Savio
y otros barrios aledaños a la Aldea, que estaban en condición de vulnerabilidad
y peligro. Luego inició la escuela, la catequesis sacramental, el comedor para
los pobres y para las niñas acogidas y la donación de mercados a las familias más
necesitadas…
La obra se extendió a varias ciudades de Colombia como: Medellín
Bogotá, Buenaventura, Cúcuta, el municipio de Los Patios, en Neiva y Pereira. Su trabajo fue desinteresado
y silencioso y su gran amor fueron los pobres.
En su corazón quedó impresa Colombia, donde vivió 42 años de su vida.
Aquí donó su juventud, su energía, entusiasmo y su alma de misionera
Hoy
es recordada por decenas de niñas acogidas, convertidas ya en profesionales,
madres de familia, en mujeres de bien, que cambiaron su vida gracias a la
maternal dedicación de Sor Carmela y las religiosas, que las formaron
integralmente.
La
vida y obra de los fundadores, junto con la de Sor Carmela Calafato, inspiró la
elaboración de un libro que circula desde el año pasado, en el marco de la
celebración de los 50 años de la Comunidad en Colombia, con el título “Un
sueño, una vida, una obra”.
Muchos son los atributos que se
evidenciaron en la vida de Sor Carmela, entre ellos:
ü Excelente
formadora. Testimoniaba con su ejemplo
ü Carismática,
entregaba todo su amor de madre a los demás
ü Sensible
y amante de los pobres, de los más necesitados
ü Sumamente
espiritual, con una fe ciega en Jesús, en María y San José
ü Con
vocación de servicio y de entrega total
ü Sufría
por la pérdida de una vocación
ü Sencilla
y humilde. Corregía sin juzgar
ü Tiene
serenidad de religiosa y de alma tranquila
ü Siempre
conservó respeto, obediencia y veneración absoluta a sus fundadores.
Sus restos mortales reposarán en
Visciano, municipio italiano, localizado en la ciudad de Nápoles. La obra de la
congregación se ha difundido por Colombia y el mundo entero. Es un ejemplo de
caridad y amor que acoge a
niñas y personas desamparadas apoyada
por personas como sor Carmela Calafato y
la hermana Gloria Cecilia Narvaez recientemente
liberada en Mali, Africa subsahariana, donde cumplió una bella misión y pese a ello permaneció prisionera de las
milicias musulmanas durante varios años.
Muchas gracias. Por el artículo. Vale la pena rescatar la vida de estos seres que nos han transmitido vida con su ejemplo. Quedará siempre en nuestra memoria.
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