JEANNETT HART

 

LA NOVIA “ GRINGA” DE SIMÓN BOLÍVAR*

 Alfredo Cardona Tobón*

 


En abril de 1824 la fragata “Estados Unidos”  fondeó  en  el sitio  “La Herradura”  cerca de El Callao, con el objetivo de evacuar a los ciudadanos de USA que estaban en peligro en medio de la guerra entre los colombianos y las fuerzas españolas. La  fragata “Estados Unidos” no era un barco cualquiera, se  trataba de  la nave insignia de la flota norteamericana en el océano Pacifico y en ella venía, nada menos, que   Isaacs Hull, excomandante de la flotilla norteamericana en el Mediterráneo y  un mito en los anales militares de  Norteamérica.

 

El comodoro Isaacs Hull había participado en la batalla de Puerto Plata en  la  isla Española y había combatido en el norte africano  con los  piratas de Berbería. Una de sus proezas fue el encuentro con la fragata “Guerriere” de la marina inglesa y el combate de su fragata “Constitución”, apodada la “Ironside” por la marinería,  contra varios barcos de la marina inglesa, considerada la mayor fuerza militar  del mundo.

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El el 10 de febrero de 1824 el Congreso del Perú  le entregó el mando de su nación a Simón Bolívar para librar al  Perú de la anarquía y la amenaza española y en atención a una invitación del comodoro Isaacs Hullo,  el Libertador  llegó a la fragata “Estados Unidos”  en el bergantín “Chimborazo” donde se celebraba el día de la Independencia de Norteamérica.   Hubo música y champaña, camaradería y baile y  la presencia de bellas damas que engalanaron esa función patriótica

 

 Fue allí donde  Simón Bolívar conoció a Jeannette Hart, cuñada del comodoro Isaacs Hull,  y quedó flechado de sus ojos  azules, la tez manzana y la coquetería de una mujer acostumbrada a rendir corazones. Bolívar declaró su amor a la gringuita, pero  el coronel Jack  Percival,  que pretendía a Jeannette,  no iba a dejarse desbordar por un recién llegado y en una escena de celos desafió a Bolívar, sin que el hecho pasara a mayores, pues los anfitriones hicieron retirar al ofuscado  oficial  mientras la pareja iniciaba su romance entre bailes y risas.

 

Días más tarde Jeannette recorría las calles limeñas del brazo de Percival y el destino los hizo encontrar con el Libertador. Tras una corta charla Bolívar se despidió de beso de la muchacha y Percival fuera de sus casillas  insultó al atrevido galán  que le respondió con  dos cachetadas. El duelo estaba casado, pero el comodoro Hull enterado del suceso, y para evitar las graves implicaciones de tal duelo,  retuvo a Percival en  el barco hasta que zarpó  alejándole para siempre de Jeannette y Simón  Bolívar.

 

El tórrido romance continuó  hasta que “Carita”, como  la llamaba el Libertador, viajó a Valparaíso en Chile,  donde residía su hermana, esposa del coronel Michael Hogan, cónsul norteamericano. Cartas fueron y vinieron entre los enamorados y Bolívar, por informes  de algunos amigos, empezó a sospechar que Jeannette  tenía otro amante, pues el tono apasionado de la joven no era  el  mismo  de los meses en que estuvieron juntos.

 

Transcurrió un tiempo; Jeannette regresó a Lima y Bolívar no tardó en visitarla. Al encontrarse con ella se acercó y le dijo: “La elegante señorita Hart, la muy casta señorita Hart, es una aventurera cuya culpa la evidencia  un bastardo muerto.”

 

“Usted es un monstruo- contestó airadamente  Jeannette. El niño no es mío.

¿Cómo puede pensar tal cosa?. El pobre era hijo de mi hermana y de  Hogan”.

 

Es una historia inverosímil - agregó Bolívar- La gente no preserva los niños prematuros en alcohol y los lleva consigo. ¿Cree usted engañarme con una historia tal? - “Ni un bobalicón la creería y  yo, Simón Bolívar puedo ser cualquier cosa menos un bobo”.

La Hart respondió con sarcasmo: “Si, usted es un bobalicón; realmente un bobo desconfiaría de la mujer que ama. Yo no puedo perdonarle la falta de confianza. Nunca me casaría con un hombre que no cree en mí”

 

Bolívar la interrumpió para decirle: “Soy yo quien la repudia. Ninguna mujer que se haya entregado a otro hombre podrá ostentar mi apellido”. Y haciendo una reverencia el Libertador se retiró de la estancia y todo terminó entre ellos dos

 

 Jeannete regresó a los Estados Unidos y allí murió a la edad de 67 años. De la cabecera de su lecho pendía un Cristo de oro inca que Simón le había regalado y debajo de su almohada la novia gringa de Bolívar  guardó hasta su muerte, el retrato en miniatura que el Libertador le había obsequiado en el Perú.

 

 *     http://www.historiayregion.blogspot.com

Comentarios

  1. Entonces!! Cuál será el rostro d Bolívar!!!

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    1. Cómo q anónimo!! José Tapias, pregunta...

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