SANTUARIO-RISARALDA-

ARTICULO PUBLICADO POR EL PERIÓDICO  EL DEBATE- Cartago- agosto 20  de 1937-

Director Alfonso Navia- Tip Renovación- Calarcá-

 

HOMENAJE  A SANTUARIO

Una   bandada de guaqueros antioqueños se había derramado como una irrupción por la vasta soledad de esas montañas;  la extraordinaria riqueza de los sepulcros llamó la atención y las expediciones se sucedieron  una tras otra y cada vez más numerosas.

Encariñados con la feracidad del territorio, concibieron la determinación de empeñarse con sus hachas los unos a combatir la selva milenaria,  mientras los otros  removían la tierra de los sepulcros..

En el año  de 1886 se levantaron las primeras chozas, en el mismo lugar donde está hoy la ciudad y le dieron el nombre que hoy tiene. Fueron sus fundadores, de los cuales viven algunos, los señores: Julián y Justo Ortiz, Avelino Jiménez, Lope López,  Pedro Bedoya, Roso Rodas, Andrés Giraldo, Fernando Vásquez,  José M. Tabares, Lauro Henao, Eusebio Aguirre, Manuel Botero, Manuel Anduquia, Lope Zapata, Álvaro Holguín y otros.

El primer cura que fijó residencia en esta población fue el Pbro. Manuel  de Maza, quien nombrado para Apía, entonces la cabecera, no pudo acomodarse en dicha población y fijó su residencia en Santuario.

Cuando las empalizadas de la montaña recién descuajada resistían  todavía  el ensanche del caserío , bajo una techumbre de cáscaras  se fundó  la primera escuela rural alternada dirigida por doña  Ildefonza Ocampo. En 1893  se creó la escuela de varones siendo nombrado director don Francisco Martinez R, a quien le debe la sociedad santuareña las bases de su educación.

Creada la diócesis de Manizales se nombró cura de Santuario al Pbro. Eleazar Loaiza; a este le sucedió el  Pbro Marco Tulio Villegas,  quien se encuentra lo mismo que P. Maza en la diócesis de Cali, ya muy ancianos.

El actual  templo lo principió  el Pbro Clemente Guzmán con pésima dirección pues se refiere que como alguno  le observase que quedaría muy pequeño y que los destajos de las tapias estaban mal  cumplidos contestó: “ apenas queda bueno para este rancherío” El Pbro Villegas de  grata memoria enmendó algo la plana y luego se dio la forma de un galpón.

En el año 1899, en que estalló la guerra de los tres años, el progreso fue precoz y sorprendente, lo que excitó  los celos de Apía.  Por decreto No. 1488 de 14 de diciembre de 1906 fue elevado  a la categoría de  entidad municipal, inaugurándose el nuevo municipio  el 1 de  febrero de 1907.  El primer alcalde fue Jesús M. Villegas,  el primer juez municipal Antonio M. Calle, el primer personero Celso M. Ossa, caballeros distinguidos. La primera corporación municipal la constituyeron los  señores Nicolás Bedoya, Alejandro Ramírez, Tulio Escobar, Jesús M. Lenis y Francisco Duque.

Don Nicolás Bedoya se distinguió como baluarte inexpugnable de los intereses de Santuario; favorecido con los bienes de fortuna, con luminosa misión de financista y gran talento para dirigir empeñosa acción tesonera en el engrandecimiento de tan bella población, con el apoyo importante de Jesús M Lenis y Salvador Delgado, y el activo,  en masa, de todo lo más selecto de población, logrando organizar el centro literario que vino a ser como la legión tebana.

En 1911 se consiguió  la línea telegráfica a pesas de la oposición tenaz de algún vecino. En 1912 el Congreso de la república creó el circuito judicial de Santuario, el que inauguró el 12 de febrero de 1913.

ACUEDUCTO , LUZ ELÉCTRICA Y COMERCIO.

Cuenta la población de Santuario con acueducto, que aún cuando bastante deficiente, surte de agua a toda la población.

Está alumbrada por una potente fuerza eléctrica que suministra luz y energía al  poblado.

Está al frente de la personería  Don Efrain Lezama, el coronel,  como se le dice familiarmente. Viene empeñado el  coronel  Lezama en dotar a la población de un acueducto moderno y porque se de al servicio la carreta que una a Santuario con el resto del país, distante únicamente ocho kilómetros del punto de La Marina de propiedad de Julio Lenis.

El comercio se efectúa con Pereira, Cali y Manizales. Hay comerciantes en grande como los señores Joaquín Cano Echeverri que tiene montada una farmacia moderna en la plaza principal. Don Julio Espinosa quien mantiene bien surtido un almacén de abarrotes en la calle real, lo mismo  que Justiniano Arango, quien también compra café y tiene  su establecimiento en la esquina de la plaza principal, al frente de la iglesia.

Gilberto Lenis Gartner le ofrece al público de Santuario una farmacia bien surtida y una compra permanente de maderas. La señorita Josefina Ramírez, propulsora  del progreso de Santuario tiene en la plaza principal un lindo almacén donde pueden los caballeros y damas surtirse de cuanto necesiten para su uso personal y para obsequiar a los amistades.

Centros de esparcimiento como el establecimiento de Gerardo Hincapié  situado en la plaza principal, en donde con exquisita cultura  es atendido quien llegue en solicitud de los artículos de cantina.  

 

 

 


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