Alfredo Cardona Tobón
Una mirada a los archivos de
los juzgados permite conocer los delitos que afectan una comunidad y la manera como se desenvuelven los
individuos cuya conducta está permeada por los valores que definen su identidad.
Es interesante mirar el Archivo Municipal de Manizales y descubrir que los vecinos de la naciente
ciudad no fueron como los retratan algunos historiadores. Su conducta tuvo
mucho que ver con los cambios políticos y con la influencia que tuvo o no la
Iglesia Católica en el gobierno de Antioquia.
El triunfo de los radicales
en los años sesenta del siglo pasado relajó las costumbres paisas, pero al
retornar los conservadores al poder volvieron a ajustarse las clavijas, como se
ve en este informe de policía enviado
por el señor Alejandro Londoño a las autoridades del Estado de Antioquia:
“Estados
Unidos de Colombia
Estado
Soberano de Antioquia- Prefectura del Depto del Sur
Manizales
21 de febrero de 1865.
Señor
Secretario de Gobierno-Medellín
AGUADAS
Desde el primero de enero del presente año en que
se encargó el señor Fermín Villegas, se
hace observar allí la ley de policía en todas partes, y nunca se había notado
tanto en aquel pueblo la influencia de una autoridad buena como ahora. En aquel
distrito no hay vagos ni jugadores, ni hombres entregados al licor.
ARANZAZU
En este distrito se ha hecho
mucho en materia de policía. El alcalde persiguió a los vagos, siguió un juicio
a varias personas por haber jugado juegos prohibidos y fueron condenados al
pago de una multa de $10 cada uno, que les fueron conmutados en trabajo en la
plaza, cuyas casas se estaban banqueando. Algunos muchachos sin oficio y otros
hijos de padres muy pobres han sido entregados
a personas de buena conducta, igual cosa ha sucedido con algunos vagos
que fueron reclamados por sus parientes.
MANIZALES
Mucho se ha hecho en este
pueblo después de que se estableció el nuevo gobierno (El de los restauradores
conservadores) para poder extinguir
algunos vicios que se habían heredado de la revolución liberal: La vagancia, el
juego, la prostitución o la embriaguez
que se enseñoreaban de la población.
Ha sido, pues, preciso
trabajar mucho para lograr destruir tan horrendos vicios en una sociedad tan
poco culta y compuesta, en su mayor parte, de hombres que han vivido por más de
cuatro años en los cuarteles y acostumbrados a no obedecer a las autoridades políticas. Gracias al alcalde Rafael Jaramillo Uribe ya
casi no queda rastro de tan abominables vicios.
Las mujeres escandalosas han
huido a Palestina y a otros puntos del
Estado del Cauca. Los vagos se han ido y otros han tomado ocupación. El juego prohibido se concluyó totalmente y todo manifiesta que
la sociedad de ha regenerado.
Cinco billares abiertos en
un pueblo como Manizales parece mucho.
Me prometió el alcalde que al terminar el periodo el pueblo quedará libre de vagos y mujeres públicas.
NEIRA
Aunque allí no hay vagos, lo
poco que tienen que hacer la mayor parte
de los que viven en ese pueblo los hace figurar como tales. Los vecinos parece
que han resuelto destruir la aldea
cebando en la plaza y en las calles más de 200 marranos. He tenido que dar
orden al alcalde para que prohíban semejante abuso.
PÁCORA
Se sigue sumario contra once
mujeres consideradas como vagas. Me parece que abundan los vagos, pues siempre
he visto un billar que está en el marco de la plaza atestado de gente a todas las horas del día.
SALAMINA
Es uno de los pueblos donde
se observa la ley de policía. Se instruyó un sumario contra una mujer
escandalosa. Dos huérfanos han sido
entregados a personas acomodadas y honradas.”
OTRO
INFORME
En otro informe enviado por el Jefe de la Policía a la gobernación de Antioquia se muestran
detalles que más parecen de orden moral que del resorte administrativo de los
alcaldes y encargados de la
administración pública:
Estas son las novedades en
Manizales:
Enero 18 de 1865.
Se condena a Ángel Henao al
pago de una multa de $4 por haber puesto un baile sin permiso de las
autoridades.
Febrero 6 de 1865
Se hicieron comparecer a la
oficina del alcalde los señores Serafín y Bernardo Salgado, Evangelista Vásquez,
Rudecido Orozco y otros dos para que comprueben ocupación y medios lícitos y
honestos donde les viene la subsistencia, de lo contrario se les sigue juicio de vagancia.
El nueve de febrero se hizo notificación a Leonor Rojas y Rita
Jaramillo, el 18 a ocho mujeres más.
De las anteriores
notificaciones se constató que José María Valencia, Serafín y Bernardo Salgado
tienen ocupación. Los demás han desocupado inmediatamente el distrito
marchándose a las montañas y caseríos de
Naranjal, San Francisco y Palestina en El Cauca y a Santo Domingo en El Tolima.
” Pues la policía no pierde de vista a los vagos y los vigila constantemente”.
En Enero se instruyeron en
Manizales once sumarios por amancebamientos públicos y escandalosos, pero en febrero
desaparecieron los casos de embriaguez,
los juegos prohibidos y la prostitución.
En Pácora:
Febrero de 1865
Se sigue juicio de vagancia
a doce mujeres, entre ellas Melitona Rendón, e Idalia Ruiz.
En Salamina:
Febrero de 1865- Se sigue
juicio contra una mujer por escandalosa y vaga.”
Como se observa en los informes anteriores, la vagancia, la prostitución y los borrachos
fueron los dolores de cabeza en el Departamento del Sur, donde la zona más
critica era Manizales, pues allí llegaban extrañados los vagos y las mujeres sin oficio del resto de la provincia.
Sin embargo hay que anotar
que pese a las continuas guerras y al fanatismo partidista de los antioqueños,
eran pocos los casos de sangre que se presentaban y escasos los robos y los asaltos a mano armada. Se perseguía, eso sí,
al amancebamiento y las autoridades tenían potestad para quitar la patria
potestad en caso de pobreza extrema o de maltrato, en cuyo caso los niños se
entregaban a familias pudientes y honorables A las prostitutas las consideraban
vagas y como tales las extrañaban hacia
El Cauca y El Tolima, o las concertaban con patrones que las ponían a trabajar en oficios domésticos.
Pero el acucioso afán de las autoridades
eclesiásticas y civiles no significaba que se viviera dentro de sus cánones, pues
soterradamente los “patriarcas” tenían sus concubinas, eran comunes los
hijos extramatrimoniales, abusaban del licor y envolataban el pan de la familia en
juegos de cartas y corridas de dados. “Mamasantos” llamaban los caucanos a nuestros
ancestros y como “sepulcros blanqueados” los consideraban
los estudiosos de la Biblia.
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