Este interesante documento muestra uno
de los desastres naturales más notorios en la historia de Santuario-
Risaralda- y la respuesta de una
comunidad entusiasta y cívica antes del éxodo desatado en ese municipio por la violencia partidista de mitad del siglo pasado.
Alfredo Cardona Tobón-
Tomado
del Periódico SANTUARIO- ORGANO DE LA
SOCIEDAD DE MEJORAS PUBLICAS DE ESE MUNICIPIO- 1948-
En
la noche del 26 de octubre de 1948, el pueblo de Santuario fue conmovido
violentamente por una terrible borrasca del Rio Mapa. La avenida del rio fue
ocasionada por una represa de tierra al derrumbarse una de las laderas situada
en la cabecera del rio.
Más
o menos a las ocho de la noche los empleados de la Planta Eléctrica, ya que
esta se encuentra en las riberas, se dieron cuenta por el estruendo de las
aguas embravecidas , que se acercaba una borrasca, y escasamente tuvieron
tiempo de avisar telefónicamente al pueblo para salir inmediatamente y protegerse
de una seguras catástrofe.
En
realidad el volumen de las aguas había aumentado considerablemente arrastrando
en su marcha impetuosa árboles maderas,
piedras de gran tamaño, ranchos, casas y construcciones de sus orillas. El
puente de Cundina fue arrancado desde sus cimientos y destruido en su
totalidad, lo mismo que el de la Planta Eléctrica y el que conduce a
Pueblovano. Al llegar las aguas a la bocatoma de la Planta Eléctrica era tal el ímpetu que
destruyeron completamente las construcciones, arrancaron muros, dejando piedras de gran tamaño en la acequia,
en tal forma que fue preciso echar
provisionalmente el agua para probar el funcionamiento de la Planta, fue
necesario dinamitar las enormes piedras para poder levantarlas con grúas. El edificio de la Planta quedó
inservible en su totalidad pues la borrasca lo inundó llenando todo de lodo y de
piedras, destruyendo más de la mitad de la casa y arrastrando los objetos
que encontró a su paso. La casa quedó desvalijada y la familia del señor
Clemente Souflert, administrador de
dicha unidad sin más bienes que los que
llevaba puestos, es decir la ropa, cuando desocuparon el edificio para
refugiarse en un monte cercano.
La
maquinaria de la Planta sufrió grandes
desperfectos, no sabiéndose como pudo
resistir el empuje de las aguas y no ser arrastrada junto con la casa, ya que
es de advertir que la edificación es
endeble y cercana al río.
LOS
CONVITES
Afortunadamente parte de los daños fueron reparados por el
pueblo que al día siguiente se lanzó en convites a limpiar el lodo, mover las piedras y hacer los trabajos más urgentes. Fueron
organizados por damas y caballeros de lo más selecto de nuestra sociedad varios
convites durante el fin de semana,
agradeciéndose en alto grado el
desinterés y el entusiasmo del señor Emilio Jaramillo, actual administrador de
los trabajos en la pavimentación de la plaza, y a sus magníficos
trabajadores, pues lucharon hasta el
momento de poder alumbrar el pueblo.
Igualmente
nos permitimos recordar la imponencia del convite efectuado el lunes primero de
noviembre, ya que mediante el entusiasmo
del señor Horacio Jiménez y su
propaganda del domingo anterior, casi
todo el pueblo concurrió a él y las damas cooperaron eficientemente para que a
los voluntarios obreros no les faltara alimentación y atenciones. Para don
Horacio nuestros agradecimientos y para las damas que una u otra forma ayudaron
a la realización de dicho certamen cívico, nuestra gratitud y voz de aplauso.
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