Alfredo Cardona Tobón
Montebonito es un pequeño poblado con
menos de mil habitantes y una historia de arrieros cosida al viejo camino de Perrillo que bordea las laderas
de Cerrobravo. En su pasado no hubo empresarios ni vecinos notables, fueron los
Arroyave y Ospina, los Arango y Bedoya, gente de pie en tierra, de ruana, machete al cinto y sin pergaminos, quienes levantaron
ranchos al lado de una fonda e hicieron surgir un caserío montado en los barrancos.
Al repasar la existencia de
Montebonito, dos sucesos trágicos
quedaron grabados en la mente de los vecinos:
uno fue en las elecciones del 24
de mayo de 1938, cuando en plena República Liberal, el corregidor y un policía
asesinaron vilmente a dos hermanos de
apellido Gálvez. En el otro con fecha del
5 de marzo de 2005, el poblado se vio en peligro de desaparecer al ser
atacado por un grupo de las FARC comandado por Elda Nelly Mosquera, alias
Karina
En la noche de ese día trágico los
antisociales hostigaron con cilindros y granadas al cuartel de policía
defendido por doce uniformados. Fueron cuatro horas de terror y espanto, en
medio de las explosiones y el tableteo de las armas de fuego. En el combate perecieron un agente del orden y un guerrillero y un artefacto explosivo que cayó sobre una casa
de familia mató a José Luis Valencia y a un bebé de seis meses de nacido
En la madrugada se oyó el ruido del avión fantasma que venía
en apoyo de los valientes policías atrincherados en su cuartel. Ante el fuego de las ametralladoras del avión y del poder letal de sus bombas, los sediciosos desocuparon el pueblo. Solamente entonces la gente pudo
salir de sus casas a sofocar el incendio
que consumía catorce viviendas y a dar
atención a los numerosos heridos que se desangraban sin atención médica.
LA UNIÓN HACE LA FUERZA
En 1973, bajo la gobernación de Oscar Salazar Chávez, la Caja Agraria aprobó
el establecimiento de una oficina en la vecina localidad tolimense de Padua que atendería las necesidades financieras de Montebonito. Se aducía la imposibilidad de llevar la Caja Fuerte y otros elementos hasta el caserío por falta de una carretera de acceso.Sin embargo, los habitantes de Montebonito no cejaron en su empeño de contar con su propia sucursal bancaria y con ese objeto acudieron al gobierno del departamento de Caldas
para que suministrara un helicóptero
para llevar la Caja Fuerte al caserío.
Como los vecinos no fueron atendidos, esperaron el camión que llevaba la Caja Fuerte de Padua, lo detuvieron en el camino de entrada a Montebonito y procedieron a llevarla loma abajo hasta el local que previamente habían adecuado para su sucursal bancaria. Arrieros, tenderos, labriegos y funcionarios de la corregiduría adecuaron con picas y palas el piso del camino donde extendieron troncos sobre los cuales colocaron tablas que hicieron deslizar lentamente junto con la caja fuerte. Fueron varios kilómetros de recorrido al lado de profundos abismos en cuyo fondo bramaba el río Perrillo. Para que las mulas pudieran halar la carga hubo necesidad de ensanchar las curvas, cercar las orillas de los precipicios con palos clavados entre las rocas y rellenar los pantaneros que impedían el avance.
Como los vecinos no fueron atendidos, esperaron el camión que llevaba la Caja Fuerte de Padua, lo detuvieron en el camino de entrada a Montebonito y procedieron a llevarla loma abajo hasta el local que previamente habían adecuado para su sucursal bancaria. Arrieros, tenderos, labriegos y funcionarios de la corregiduría adecuaron con picas y palas el piso del camino donde extendieron troncos sobre los cuales colocaron tablas que hicieron deslizar lentamente junto con la caja fuerte. Fueron varios kilómetros de recorrido al lado de profundos abismos en cuyo fondo bramaba el río Perrillo. Para que las mulas pudieran halar la carga hubo necesidad de ensanchar las curvas, cercar las orillas de los precipicios con palos clavados entre las rocas y rellenar los pantaneros que impedían el avance.
Fue una tarea titánica; los
gritos de júbilo estallaban al coronar cada tramo;
las mulas relinchaban sudorosas y las señoras se echaban la bendición cuando la
carga de acero se balanceaba hacia al vacío. Las horas pasaban y para mitigar
el cansancio y reponer las fuerzas unas
entusiastas voluntarias encendieron fogatas al lado del rio para preparar tinto
y aguapanela.
Después de un corto descanso y el almuerzo con
un suculento sancocho se cruzó el
rio y
empezó el ascenso. Al caer el sol,
la caja fuerte llegó a la oficina previamente adecuado, donde las banderas de Colombia, de Marulanda y Montebonito ondeaban victoriosas; las campanas sonaron alborozadas y en medio de
abrazos la comunidad celebró la proeza
que elevó a Montebonito de un caserío
con capilla a una localidad con importancia económica que hablaba de
tú a tú con la cabecera municipal.
UNA FUNDACIÓN CAMINERA
Cuando a fines del siglo XIX
don Pantaleón González abrió el camino
de La Moravia parte del tráfico de mineros y colonos se movilizó por la Cuchilla
de la Picona y las laderas del rio Perrillo y en el trayecto aparecieron tambos
y posadas.
Un colono hizo su rancho al lado de una de esas fondas
clavadas en el camino, después otros hicieron lo mismo y en esa forma, sin
papeles ni pergaminos, nació el caserío
de Montebonito en jurisdicción del municipio de Herveo, Estado Soberano del
Tolima. Las familias Torres, Velásquez, Castro, Valencia, García y Galvis, oriundas de Salamina, fueron el embrión de Montebonito, y de repente, las autoridades del Tolima erigieron el incipiente rancherío en corregimiento de Herveo y luego, al crearse el departamento de Caldas, el
gobierno nacional lo anexó al municipio de Marulanda separándole del Tolima..
Montebonito creció sin orden ni planeación a espaldas de la alejada cabecera municipal. En 1947 don Marcos García, descendiente de los
primeros pobladores, quiso construir una casa al final del caserío y como no
existían niveles ni paramentos que definieran la línea de la calle, don Marcos
y el padre
Campos con la colaboración de los vecinos la aplanó y en esa forma empezó a organizarse
urbanísticamente el pequeño y rústico
caserío.
el Obispo de Ibagué, monseñor Pedro María Rodríguez , envió en 1950 al sacerdote Miguel Bedoya Arboleda, oriundo de Marulanda, para que atendiera a Montebonito y al Brasil en Herveo y luego al sacerdote Daniel Echeverri.La carretera llegó en noviembre de 1979 y la pavimentación de sus calles se hizo por convites.
el Obispo de Ibagué, monseñor Pedro María Rodríguez , envió en 1950 al sacerdote Miguel Bedoya Arboleda, oriundo de Marulanda, para que atendiera a Montebonito y al Brasil en Herveo y luego al sacerdote Daniel Echeverri.La carretera llegó en noviembre de 1979 y la pavimentación de sus calles se hizo por convites.
CARACTERISTICAS
Montebonito es un pueblito lindo
con una temperatura promedio de 19 ° C; produce excelente café, arracacha y
verduras y posee un gran potencial en el área del turismo ecológico con sus paisajes,
la variedad y profusión de flora y fauna, el verdor de sus laderas, los caminos
de aventura, los sistemas hídricos, la proximidad de los nevados, las tradiciones y el folclor que se ve en todo
su esplendor en las Fiestas de La Tolda.
Es uno de los últimos reductos de montaña que permiten evocar el pasado y que vale la pena rescatar, antes que el modernismo
desplace las últimas casas coloridas de
madera parada donde entre margaritas y
afrecheros se levantaron los abuelos del
arrugado territorio del oriente caldense.
Qué agradable lectura sobre Montebonito, donde fui muchas veces en mi niñez. Aunque nacidos en el municipio de Manzanares, mis hermanos y yo fuimos bautizados en Montebonito y como tal figuramos marulandeses. Me encantaron las descripciones de fortaleza y deseo de progreso; no me sorprende el descuido en el cual ha vivido el corregimiento y me entristece leer, que la guerrilla causó tanto a terror a un pueblo de gentes buenas y trabajadoras. Felicitaciones, Montebonito. (Rubby Flórez Mejía) Mi nombre de niña.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS.POR TAN BONITAS PALABRAS.
ResponderEliminarvivo y trabajo hace 2 años aquí y su gente es muy acogedora asi como el clima ,y aca me siento como en casa ,agradezco su gentileza y admiro ala gente que ha sabido sobrellevar y salir adelante de tantas situaciones de violencia. y ya sanadas sus heridas parcialmente, son seres de mucha resiliencia,ejemplo de seres humanos con ganas de salir adelante .yo amo a montebonito y sus gentes.
ResponderEliminarYo también tengo algo para agregar en estos bonitos comentarios , algo que le escribí , con mucho gusto lo haré más adelante
ResponderEliminarAunque nacido en Marulanda he tenido vínculos afectivos y económicos con Montebonito. La pujanza de sus habitantes es ejemplar y a través de los años hemos visto los avances en infraestructura, desarrollo social y bienestar de sus habitantes. Felicitaciones
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