Alfredo
Cardona Tobón*
La
localidad de “El Cobre” está ubicada a 22 kilómetros de la ciudad de Santiago
en el oriente de Cuba. Es una población
de veinte mil habitantes, con historia ligada a los yacimientos de cobre de los
alrededores y a la Virgen de La Caridad, Patrona de los cubanos.
En
1599 el capitán de artillería Francisco Sánchez de Moya fundó la aldea de “El
Cobre”, con esclavos bozales de Angola
abrió zanjas y construyó hornos para beneficiar el mineral; fue una
enorme explotación a cielo abierto que dejó una oquedad donde se formó un lago
de un kilómetro de longitud con aguas del color azul celeste.
En
“El Cobre” se presentó el primer alzamiento de esclavos en Cuba y su territorio
fue teatro de cruentas acciones en las guerras contra España y en la revolución
que derrocó a Fulgencio Batista e instauró un régimen comunista en la isla.
LA
VIRGEN DE LA CARIDAD
Cuenta
la leyenda, que en el año 1613 un
negrito de diez años llamado Juan Moreno
con los niños indígenas Juan y Rodrigo
Hoyos, en una canoa cruzaron la bahía
Nipe en busca de sal; al pasar por el
Cayo Francés vieron un bulto blanco que flotaba en el mar; se acercaron con
cautela y en medio de las olas vieron una imagen de la Virgen María adosada a
una tablilla con una inscripción que decía:
“Yo soy la Virgen de la Caridad.”
La
imagen de madera de treinta centímetros de altura, de tez trigueña, con un niño
Jesús en el brazo izquierdo y una cruz en el derecho lucía un bello traje que prodigiosamente
estaba seco, como si nunca hubiera estado en contacto con el agua.
Los
niños llevaron la Virgen al hato de Barajagua donde los vecinos le construyeron
una humilde capilla. La noticia del hallazgo se regó por toda la región y
cuando llegó a oídos del capitán Francisco Sánchez de Moya, el militar la hizo
trasladar a una ermita del hospital de
la explotación minera. Dos veces desapareció la Virgen y otras tantas reapareció milagrosamente con el vestido
mojado. Cuenta la leyenda que en una de esas desapariciones una niña la vio en la
Loma de Cardenillo, donde por tres días consecutivos habían aparecido unas
luces rutilantes. Esto se tomó como una señal divina y entonces los vecinos construyeron la basílica
donde es venerada por el pueblo cubano
LA
CACHITA
Como
frailes y esclavistas españoles intentaron en todas formas borrar de tajo las
creencias y la cultura africana, los esclavos encubrieron su religión con los
ritos y del catolicismo; para librarse de los castigos identificaron a su orisha Changó como Santa Bárbara, a Babaló Ayo como San
Lázaro y a la diosa Oshún le pusieron de avatar la “Cachita” o Virgen de la
Caridad del Cobre.
Dese
los primeros días de la Colonia, la Cachita se convirtió en un símbolo de todos
los cubanos, fueran santeros o católicos.
En la primera guerra por la Independencia, librada entre 1868 y 1878, se escuchaba la siguiente copla
en los campamentos mambises: “Virgen de la Caridad, patrona de los cubanos, con
el machete en la mano pedimos la Libertad.” Los mambises, o combatientes
patriotas, llevaban en su pecho la medalla de la “Cachita” o guardaban en los estuches de los
cigarros una imagen de la Patrona.
. “Que
la Virgen del Cobre nos ilumine” era el grito de guerra del comandante Agramonte
en sus cargas a machete; por su parte, Carlos Manuel de Céspedes,
Padre de la Patria cubana, al empezar la
campaña independista colocó sus armas ante los pies de la Virgen; en 1998, cuando norteamericanos y cubanos
derrotaron a los españoles, el general Calixto García con su estado mayor celebró en el Santuario del Cobre el triunfo
sobre España y agradeció a la Cachita el don de la Libertad.
LA
VIRGEN DE LA CARIDAD Y EL PAPA FRANCISCO
El
21 de septiembre pasado el Papa Francisco llevó como obsequio un jarrón de
flores con tallos de plata y primorosos
pétalos cerámicos y oró a los pies de la Virgen de la Caridad del
Cobre como un humilde peregrino:
“Has
querido quedarte con nosotros como Madre y Señora de Cuba a lo largo de su
peregrinar por los caminos de la historia. Tu nombre y tu imagen están
esculpidos en la mente y en el corazón de todos los cubanos dentro y fuera de
la patria, como signo de esperanza.”
Con la Virgen por testigo el Papa invitó a iniciar
una revolución de la ternura con María, Madre de la Caridad, e invitó a la iglesia cubana a salir de las casas de
los creyentes para tender puentes,
romper muros y llegar a todo el pueblo
cubano.
La
Virgen de la Caridad del Cobre ha sido
mimada por los Papas; a principios del
siglo pasado, por petición de miles de veteranos, el Papa Benedicto XV la distinguió como Patrona de Cuba. En 1998
el Papa Juan Pablo II la coronó y empezó a cambiar el ateísmo del Estado al
instar a Cuba a abrirse al mundo y al
mundo a abrirse a Cuba. El Papa
Benedicto XVI llegó como peregrino a la Basílica del Cobre y ahora es
Francisco, el Papa latinoamericano, quien se acercó al Santuario de la Cachita
a orar por la reconciliación de los cubanos y de nuestro pueblo que desde las
riberas del Riogrande hasta la Patagonia
clama por la paz y la justicia.
VIVA LA VIRGEN DE LA CARIDAD¡¡
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