Alfredo Cardona Tobón
Alberto Cendales Campuzano murió en Bogotá el 25 de mayo de 1976, en un accidente de tránsito frente a la
Escuela de Policía General Santander, después de una corta y accidentada vida
de rebeldía contra el establecimiento como otro Quijote enfrentado a los molinos de viento.
Cendales fue un militar inteligente, osado y valiente como
pocos, que combatió las guerrillas
comunistas de Juan de la Cruz Varela en Sumapaz y se levantó, en acciones sin precedentes en la historia colombiana,
contra las oligarquías bogotanas que han monopolizado el poder.
Cendales fue una pesadilla para los dirigentes
del Frente Nacional; no hubo prisión militar que lo contuviera; en cinco
oportunidades escapó de sus captores y en los intervalos de libertad trató de
organizar células guerrilleras en el Huila y los Santanderes. Sus fugas fueron espectaculares: se escurrió
por una ventana de la Embajada de Paraguay, perforó un muro en el Batallón Guardia
Presidencial, escapó de una jaula en los
calabozos del Servicio de Inteligencia Colombiano- SIC-, burló la vigilancia en
la Escuela de Sanidad y en la Escuela Blindada huyó por un boquete junto con el comandante de la unidad, 130
reclutas y ocho camiones orugas.
Como en las novelas de amor, al lado de
Cendales estuvo la “Mona” Inés Peláez,
una pereirana que lo acompañó en sus
aventuras y le brindó todo el apoyo en
la enfermedad y el cautiverio, en las buenas y en las malas. Sin embargo la
“Mona” fue el eslabón débil de Cendales,
pues siguiendo sus pasos los detectives
del F2 capturaron a Cendales en un céntrico hotel de Bogotá y lo recapturaron
en una finca de Santander tras un intenso tiroteo.
Cendales tuvo las vidas de un gato: sobrevivió
al volcamiento de un camión cuando fue emboscado por el ejército; en otra ocasión se fugó con una herida en una pierna; en otra lo internaron
con una afección pulmonar en el pabellón
de tuberculosis de la Picota sin
prestarle ayuda médica; en la
fuga con la tropa de la Blindada su tanque rodó
por un precipicio cerca de la población de Guasca y mal herido e inconsciente
lo tiraron en el platón
de una volqueta que lo llevó a Bogotá.
Este rebelde con causa fue instrumento de los mandos superiores que
querían desestabilizar el régimen para llevar a Rojas Pinilla de nuevo a la
presidencia; fue tal su fama aventurera que el Che Guevara lo visitó en su paso por la
capital colombiana. El temor de las autoridades rayó en la histeria: aún inválido
y enfermo le adjudicaron cuanto torcido grave se presentó en la República, no lo asesinaron porque para numerosos colombianos Cendales Campuzano era un héroe y
por eso su muerte tendría graves implicaciones.
En la
vida del teniente Cendales dos hechos parecen de película: el uno fue la operación
Cobra del dos de mayo de 1958 y el otro la conocida rebelión de los tenientes
acaecida el 11 de noviembre de 1961.
OPERACIÓN COBRA
Un grupo de militares inconformes urdió
un golpe de estado para remplazar a la Junta Militar que sucedió al general
Rojas Pinilla. En la delicada misión
liderada por el coronel Forero Gómez, al
teniente Alberto Cendales Campuzano se le encomendó la organización y dirección
de las patrullas destinadas a capturar a
los miembros de la Junta Militar y a los
comandantes del Ejército y de la Brigada de Institutos Militares- BIM-
En la madrugada del dos de mayo de 1958, dos
días antes de las elecciones para presidente, un grupo de soldados en traje de fatiga apresó
al comandante del Ejército, general Iván Berrío Jaramillo, en tanto que otros
comandos capturaban a cuatro integrantes de la Junta Militar y al candidato
presidencial Alberto Lleras Camargo.
No pudieron apresar al contraalmirante Rubén Piedrahita Arango pues estaba fuera de su
vivienda en parranda con unos amigos; y a Lleras Camargo, en la confusión del
momento, los golpistas lo entregaron a una patrulla leal al gobierno que lo
condujo al Palacio de San Carlos donde se reunió con Piedrahita Arango.
Los conjurados se atrincheraron en las
instalaciones del Batallón Caldas situados en Puente Aranda donde tenían retenidos a los
generales París, Navas, Fonseca y
Ordoñez, miembros de la Junta Militar de gobierno y al general Berrío, comandante del ejército. Pasaron
las horas y los alzados en armas vieron que no tenían respaldo de los militares
ni de la ciudadanía. Al verse rodeados por tanquetas y lanzallamas al coronel
Forero Gómez no le quedó otra alternativa que rendirse con la promesa de una
amnistía para su gente y uno a uno
liberó a los generales que estaban en sus manos.
– Nos
volveremos a ver-exclamó Navas Pardo al
pasar al lado de Cendales. Y así fue. De ahí en adelante no cesaron de
perseguir a Cendales a pesar de la promesa de no tomar represalias.
LA REBELIÓN DE LOS TENIENTES
Mientras estuvo cautivo en la Escuela Blindada,
Alberto Cendales hizo amistad con el
teniente Enrique Escobar, Jefe de Seguridad de la unidad. Entre los dos
combatientes hubo una gran empatía, pues
Escobar consideraba que con Cendales estaban cometiendo una gran injusticia, porque
consideraba que en la rebelión del dos de mayo de 1958 el teniente solo estaba
cumpliendo órdenes superiores.
Cendales
se ganó la confianza de la tropa y convenció a Escobar de que tenían que acabar con la oligarquía y la plutocracia que
manejaba el país, y la forma era
uniéndose a las guerrillas de Minuto y Tulio Bayer en los llanos orientales y
desde allí abrir campaña contra el gobierno de Lleras Camargo.
En la
noche del once de octubre de 1961,
Escobar y Cendales levantaron la tropa y con engaños salieron de la
Blindada en ocho camiones y cuatro orugas con ametralladoras. La columna salió de Bogotá y paró en Guasca,
pero algunos soldados que se dieron cuenta de que no estaban en ejercicios sino
en plan de revuelta, desertaron y dieron aviso de los movimientos rebeldes.
Al amanecer, la aviación entró en acción y
empezó a acosar a la columna blindada en tanto que Cendales respondía con fuego
de ametralladora. En un descuido del
conductor el vehículo rodó por un abismo y Cendales quedó inconsciente y mal
herido al lado de la tanqueta destrozada.
Las tropas leales al gobierno cercaron a los rebeldes en Gachetá y el
teniente Suárez trató de convencer a su
amigo Escobar de que se entregara para evitar un baño de sangre,
pero Escobar se resistió y en un lance confuso Suárez disparó y Escobar cayó al suelo con tres
disparos que le segaron la vida.
Cendales quedó casi inválido; después, acosado
por los detectives y por la vida, sus ideas dieron un vuelco radical hacia la izquierda. Tuvo la fortuna de
tener una gran mujer a su lado y la
desgracia de creer que podía cambiar el rumbo de su patria.
parece la vida de hugo Chavez
ResponderEliminarEste hubiese sido otro Hugo Chavez por sus ideas golpistas, pero diferente en cuanto a su cercanía y apoyo al pueblo.
ResponderEliminarY; falto más información, como: a que arma pertenecía, que en el accidente de una volqueta robada en Agachada y en veloz huida al llegar al Playon Santander no alcanzo a girar a la izquierda y fue a parar al otro lado del río. Voló, por fuera del puente.
Allí se quebró la columna y los compañeros sobrevientes lo subieron en andas hasta el file que conduce a Plagadas, pero al llegar a Patioebrujas decidieron bajar hacia San José dónde llegaron a la una de la mañana. Golpearon en la puerta que era de orillos tablón y como no les abrían dispararon contra la puerta con un grasa y el disparo traspasó los tablones y quedo uncrustado en la pared. Durante muchos años, el tiro permaneció ahí como recuerdo. Se hicieron atender, limpiaron las heridas de Centrales, le hicieron una anda (CAMILLA) más cómoda y a media mañana siguieron bajando por el camino real hacia La Tigra para buscar La Llana (Sábana de Torres) lo último que se decía es que posiblemente lo trasladaron en el tren que por esos día entraba a Provincia. Pasados los días en Vanguardia Liberal se leía que estaba en Bogota e inválido usaba silla de ruedas.
Soy de esa región y para la época tenia once años no cumplidos.
Omar Santamaria Muñoz, Todo lo sucedido con Cendales NO LO CONOCE NADIE Y LOS MILITARES-FACHISTAS solo mienten, es un héroe anónimo e inteligente que destruyo un posible golpe de dictadorcillos milicos, nunca se sabrá la verdad, los fachos se tapan sus asesinatos...??? " Suarez asesino a Escobar???? muchos militares saben la verdad pero la cobardía los mantiene callados...
EliminarEl año de su muerte está incompleto
ResponderEliminarViva la familia Cañón Cendales
ResponderEliminarMilitar muy recordado por mí padre,quien fue soldado suyo ...mí teniente Censales dice mí papá..
ResponderEliminarMucho gusto mi padre también fue soldado de el acaso tú padre se acordarse del mio
EliminarSe dicen muchas cosas del Teniente Cendales que no son ciertas.Por ejemplo la relacionada con la fractura de la columna.
ResponderEliminarPertenecía al arma de infantería.el dos de mayo de 1958, era orgánico del batallón nro 1 de policía militar al mando del coronel Hernando forero Gómez, en puente aranda Bogotá.
ResponderEliminarSu muerte fue producto de un posible atentado contra su vida, simulado como accidente de tránsito.Yo era orgánico de dicho Batallón, pero estaba destacado en la compañía A en la calle 5 con la sexta en Bogotá.
ResponderEliminarLa muerte de Alberto Cendales no fue casual.
EliminarEsa muerte nunca quedó en claro.
Nada de eso es cierto
ResponderEliminarQué es lo cierto?- Aclara.
ResponderEliminarEstoy interesado en hacer la historia completa de este militar. Pueden enviarme datos para entrevistarlos y consultas al correo Jotae66@gmail.com
ResponderEliminarAsí así nos contaba esa historia un tío que estuvo bajo su mando con orgullo respeto y valentía MI TENIENTE CENSALES... se le acusaba sin pruebas de haber participado en el robo al banco emisor de pasto
ResponderEliminarNo pudo haber participado del robo porque murió un año antes, depronto pudo haber conocido algo del plan, porque los que robaron el banco eran sus hermanos.
EliminarMi padre Ricardo Arevalo Romero me cuenta que el teniente cendales era cuñado de un tio Carlos Romero y que cuando la revuelta del 2 de mayo, el Teniente Cendales llego a su casa a esconderse, desocupo el tanque de agua y alli se mantuvo escondido.
ResponderEliminarMi padre también pago servicio con el y hizo parte de la fuga dónde se voltio el camión y los cogieron en gacheta el me contó eso que chevere hablar a ver si se acuerdan
ResponderEliminarDe que parte del país era el teniente cendales?
ResponderEliminarSu familia era del corregimiento de Anaime, municipio de Cajamarca en el departamento del Tolima, creo tenia 14 hermanos, segun cuentan quienes conociieron a sus padres eran gente buena y muy tranquila.
EliminarMe encuentro disfrutando la vida de este valeroso militar,que como pocos con dignidad aportaron en la construcción de esa otra historia que casi nadie cuenta,con mi papá soldado suyo hoy de 87 años, recordamos al militar rebelde,corajudo y valiente.
ResponderEliminarAydee Cardenas y familia honramos la memoria del Teniente Cendales.
ResponderEliminarJuan Cardenas soldado valiente,jovencito campesino, que hizo parte de los soldados comandados por Cendales,me siento orgullosa de escuchar estas historias de Valentía en una patria que la hicieron injusta y andidemocrática y que cobraron la vida de muchos colombianos con dignidad.
ResponderEliminarMuy niño llegaba el Tiempo todos los días a la casa y yo lo leía desde los 8 años admire este adalid y tal vez su lucha con la de otros posteriores hizo que me torciera pa la izquierda
ResponderEliminarLo conocí en el Espinal Tolima era un intrépido loco aventurero
ResponderEliminarLos padres del teniente cendales eran Aquilino Cendales y Margarita Campuzano ellos eran mis padrinos de bautizo
ResponderEliminarSon mis bisabuelos. Mi abuelo José Marcos, hermano del Teniente.
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