Alfredo Cardona Tobón*
Tan solo un cuadro y el auditorio de la Cámara de Comercio de Manizales, guardan la memoria del personaje
más notable en la historia de la ciudad. Carlos E. Pinzón fue el mayor artífice
del desarrollo de principios del siglo XX que convirtió a Manizales en el
segundo polo económico de Colombia y en
una de las ciudades más importantes del país. Con el dinero y la visión de este
empresario se extendió el cultivo del café, muchos se enriquecieron a su sombra
y las paupérrimas arcas nacionales empezaron a recibir regularmente divisas por las exportaciones del grano.
EL IMPERIO DE CARLOS E. PINZÓN
Después de Pepe Sierra, Carlos E. Pinzón fue el hombre más rico de Colombia y de los mayores
potentados de América Latina; sus negocios convirtieron a la pequeña ciudad de
Manizales en el primer centro de manejo de divisas, cuya magnitud hizo
necesario fundar el Banco de Caldas y el Banco de Los Andes. El emporio de la
familia Pinzón empezó con Antonio, un santandereano que llegó a Manizales donde
impulsó la producción y consumo del café,
enseñó a cultivarlo y a beneficiarlo en la finca” El Águila”, desarrolló maquinaria
para el proceso y abrió comercio del grano en Inglaterra.
Al morir Antonio Pinzón, su hijo Carlos Eduardo, de apenas quince años de
edad, tomó las riendas de la finca “El águila”, extendió los cultivos,
estableció contactos en Nueva York y mediante una alianza con la firma
norteamericana Hulth & Co, estableció la empresa comercializadora Pinzón
& Hulth, que entre 1905 y 1925 exportó casi el 30% de la producción cafetera colombiana.
Carlos E. montó más de veinte
trilladoras en toda la zona cafetera,
remató las rentas de licores de varios municipios, explotó minas de
oro y cultivó vastas haciendas como la
famosa hacienda del “Arenillo” con
120.000 árboles de café.
La época de oro de Manizales coincide con la época dorada de Carlos E.
Pinzón que movilizó mercancías con centenares de mulas y con ocho barcos que
navegaban entre la Virginia y Puerto Isaacs sobre el río Cauca. El prestigio de
Carlos E. Pinzón fue tan grande en USA que el periódico New York Times lo
bautizó el Rey del Café y cuando los
incendios casi acaban con Manizales fue
a Carlos E. a quien enviaron en Estados Unidos las notas de condolencia y
apoyo.
En una sequía del río Magdalena,
unos grandes embarques tardaron en llegar a destino y en el interín se presentó una gran baja en los precios del
café. Carlo E. Pinzón perdió cinco millones de dólares, una cifra colosal en
ese entonces; hubo iliquidez y surgieron temores acerca de la solvencia del
empresario; el vicepresidente de la Hulth & Co viajó a exigir dos millones
que adeudaba el empresario: “O me prestan otros dos millones o quédense
con mis propiedades”- fue la respuesta-
El vicepresidente autorizó los dos millones y Carlos E. Pinzón no
solamente cubrió la deuda sino que aumentó con creces el capital perdido
REGRESO A MANIZALES
Este hombre alto, de recia figura, nariz aguileña, cabello rojizo y ojos
claros nacido en Medellín el 19 de octubre de 1874 murió en Nueva York el 16 de diciembre de 1925 a la edad de 51
años. Carlos E Pinzón era un hombre sencillo, infatigable trabajador que manejó
todos sus negocios con un solo ayudante y rehuyó cargos públicos como el
ministerio de Hacienda que le ofrecieron
los presidentes Reyes y Carlos E. Restrepo.
Murió en la plenitud de su vida después de haber formado capitales propios
y ajenos, abrir a Colombia hacia el exterior y darle nombre y lustre a
Manizales. Fue un caballero a carta cabal, miembro del Concejo de la ciudad y
uno de los fundadores de la Sociedad de Mejoras Públicas.
Su esposa, doña Adelina, acompañó el cadáver de regreso a la patria por la
vía de Buenaventura. En Panamá los braceros y empleados del Canal envolvieron
el féretro en una bandera panameña y el arzobispo celebró una misa solemne.
En Buenaventura los empleados de Llano y Co y de Estrada Hermanos llenaron de flores el vagón
del tren expreso que lo llevó hasta Cartago; allí lo esperaba un tren especial enviado por el
gobernador Gerardo Arias. La ciudadanía pereirana en muestra de afecto y
devoción por Carlos E. Pinzón, creador de empleo y también motor de desarrollo
de Pereira, decoró el vagón donde iba el
cadáver con flores y coronas.
El ferrocarril llegó hasta el sitio de Guayabito, que era hasta donde
llegaba la carrilera en ese entonces, y se encontró con una caravana de 200
jinetes que escoltaron el cortejo fúnebre hasta Manizales.
El 22 de enero de 1926 después de un acto solemne se inhumó el cadáver en
el cementerio de San Esteban en el panteón de la familia.
Muy interesante conocer este personaje olvidado por los manizaleños. Se deberia promover su reconocimiento en la ciudad y destacar el valor historico que aporto en su corta pero fructífera existencia.
ResponderEliminarColombia necesita en este momento empresarios con ese talento. Los d hoy días son esclavos del dinero.
ResponderEliminarQue gran historia, siendo Caldendse no la conocía.
ResponderEliminarFelictaciones a teleantioquia por rescatarla.
Fue un personaje extremadamente importante en el desarrollo de lo que hoy es Colombia y su importancia en el sector café, que es de las pocas cosas que nos llenan de orgullo y no se conoce su historia
ResponderEliminarMi tío bisabuelo carlos pinzon , me lleno de orgullo al leer este artículo
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