Alfredo Cardona Tobón*
Estados Unidos y el
Brasil son dos grandes países americanos
que a través de la historia han atropellado a las naciones vecinas y las
han hecho víctimas de su rapacidad y codicia. Ambas naciones fueron franjas
costeras que se extendieron arrebatando
y negociando territorios, aprovechándose del caos, de la corrupción y de
la debilidad de los estados limítrofes.
EL APETITO
TERRITORIAL DE LOS LUSOS-BRASILEROS
Por el Tratado de
Tordesillas de 1494, el Papa Alejandro
VI demarcó las posesiones de España y de
Portugal en América mediante el meridiano que pasa por la ciudad de Sao Paulo.
En la región
española, adscrita a la Gobernación del Río de La Plata, los jesuitas establecieron prósperas misiones en
poblados guaraníes. En 1627 los bandeirantes de Sao Paulo atacaron la
reducción indígena de Guyrá, esclavizaron a sus habitantes y arrasaron los
poblados indígenas de San Pablo y Encarnación sin que los españoles
intervinieran.
En 1641 un ejército que
organizaron los jesuitas en sus misiones guaraníes hace frente a los
bandeirantes y los contiene por un tiempo, pero los portugueses, que no
respetan el Tratado de Tordesillas, continúan la penetración en territorio
español y fundan en 1686 la colonia de Sacramento, hoy conocida como Uruguay.
Pudo más la
diplomacia portuguesa que la resistencia de los poblados guaraníes y en el
Tratado de Madrid en 1750, los portugueses se adueñaron de 500.000 kilómetros cuadrados, que comprendían los
pueblos más prósperos de las antiguas misiones guaraníes, cuyos habitantes, en
número de 30.000, abandonan sus tierras para huir de los portugueses.
Por el Tratado de San
Ildefonso, en 1777, España y Portugal
fijaron los límites de sus colonias en
Sur América siguiendo el curso de los
ríos y las partes altas de las cordilleras; el Tratado es ventajosísimo para
los lusos que extienden su colonia hasta la mitad de la Amazonía, en perjuicio
del futuro de las colonias hispanas.
LOS ZARPAZOS A
BOLIVIA
En 1823, mientras las
tropas colombianas comandadas por el mariscal Sucre vencían los últimos
reductos realistas en el Alto Perú, las tropas del Imperio del Brasil ocuparon
las provincias de Chiquitos y Moxos, ubicadas en la actual república de Bolivia. Fue necesaria la intervención de
Sucre y de Bolívar para detener a los brasileños, que con la amenaza de las
tropas colombianas, desocuparon el
territorio invadido, tras saquear los pueblos de Santa Ana y San Rafael.
Por el tratado de
Madrid los españoles conservaron el
territorio de Acre, de 360.000 kilómetros cuadrados pertenecientes a los
virreinatos del Perú y del Río de La Plata. Al independizarse Brasil, este país
desconoció los límites y presionó a Bolivia en forma tal, que en 1839 lo obligó
a cederle 102.000 kilómetros cuadrados de su territorio.
A principios de 1877
una sequía desplazó a numerosos habitantes del Nordeste brasileño que
ilegalmente ocuparon el Acre para explotar caucho, oro y plata. Los intrusos,
en número creciente, establecieron una provincia autónoma, totalmente aislada
de La Paz y con vínculos crecientes con el Brasil.
En 1898, mientras
Bolivia se desangraba en una guerra civil, una Comisión Demarcadora establecida
por Brasil extendió los límites sin respetar al país vecino. Cuando Bolivia reaccionó contra los
autonomistas del Acre, ya era demasiado tarde. Pese al valor boliviano contra
los rebeldes apoyados por Rio de Janeiro, el Acre pasó a ser parte del Brasil.
EL CASO DE URUGUAY
En 1821 Brasil
derrotó a las tropas de Artigas y se apoderó del Uruguay. En 1825 los uruguayos
se levantaron en armas y bajo el comando de Juan Lavalleja desalojaron a los
brasileños, pero pese a la victoria uruguaya, que figuraba como parte de Rio de
La Plata, los dirigentes de Buenos Aires
permitieron que Brasil se quedara con un extenso territorio que hoy forma parte del estado de
Rio Grande do Sur.
LA DESMEMBRACIÓN DEL
PARAGUAY
En la colonia, la
gobernación del Paraguay tenía acceso al
océano Atlántico a través de los territorios de la Pinera y de la Vera, hoy
pertenecientes a los estados brasileños de Paraná y Santa Catarina.
Después de su
independencia de Río de La Plata y del dominio español, el Paraguay tomó la
delantera de las naciones latinoamericanas al desarrollar la industria
siderúrgica, vías ferroviarias, agricultura e industria, en tal forma que se
convirtió en el segundo productor mundial de algodón y también en el segundo en
la manufactura textil. En 1875, en Paraguay no había desempleo, ni deuda externa y
competía con Inglaterra en el comercio de Suramérica.
Cuando el presidente Solano
López apoyó al gobierno uruguayo amenazado por una rebelión del Partido Blanco, Inglaterra apoyó
económicamente a la alianza de Brasil con Argentina y a los rebeldes uruguayos
para atacar al Paraguay y derrocar al presidente Solano López. Tras una
confrontación desigual Paraguay perdió la mayor parte de su población masculina
y quedó en la más completa miseria.
Con la derrota
paraguaya los territorios del Chaco Central y de Misiones pasaron a la
Argentina, al igual que la enorme región entre los ríos Apa y Blanco, la zona
de la Pinera y la Vera que Brasil agregó
a su territorio, como también la zona donde hoy queda la hidroeléctrica de
Itaypú.
CON OTROS PAÍSES
Lo que no consiguió
Brasil por la fuerza lo obtuvieron sus hábiles negociadores quienes en 1828
consiguieron más de 80.000 Km cuadrados del Perú en la zona Piedra del
Cocuy-Tabatinga, y en 1909 anexaron otros 100.000 kilómetros cuadrados que reclamaba el Perú en el Acre.
y como si lo anterior no bastara para un pais tan glotón , a lo anterior se suman
16.000 kilómetros por un laudo arbitral con Guyana y unos 32.000 Kilómetros que le quitó a Colombia entre el Amazonas y el río Apoporis.
jaja! como pierden con Brasil jiiii
ResponderEliminarDesde el principio de su historia el Brasil ha sido una potencia militar
ResponderEliminarDá até orgulho do meu país hahaha
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