EN UN NUEVO ANIVERSARIO.
QUINCHÍA
MESTIZO-
Alfredo Cardona Tobón
En la presentación del libro “Quinchía Mestizo” el doctor Otto Morales hizo algunas acotaciones pues al no existir
profusión de documentos de las clases populares se debe hallar un hilo conductor que complemente
el escrito. En tal caso la sagacidad se apoya en la cotidianidad pues sin generales
ni estadistas la historia la escribe el pueblo raso con sus líderes simples
cuyos símbolos son la tierra, las cercanías políticas, los estremecimientos
sociales, la integración , las guerras y
el despojo, la marrulla y la picardía.
El doctor Otto
rescata la palabra mestizo como una
postura ante el universo que permite juzgar los acontecimientos como una característica
indoamericana . En “ Quinchía Mestizo”
se ve como los quinchieños han sido dominados políticamente utilizando vivezas donde pese a todo ha
primado la libertad como un signo que a través de los siglos ha consolidado su conformación étnica, cultural y social que
se va diluyendo ante el avance de elementos que
han remplazado la esencia de las comunidades.
Primero fueron
los núcleos umbras liderados por caciques como Ocuzca, Chiricha y Capirotama y las comunidades llanas de
Ladinos, Chiquito, Gañán, y Guapacha.. luego llegaron los Pizarro, Trejos y otros caucanos y posteriormente paisas de
apellidos Arango, Mejía. Hoyos, Herrera
y Gómez
Con todos ellos se fue tejiendo el mestizaje de
colores y culturas diversas donde la
base popular ha ido tomando forma y se van diluyendo las líneas ancestrales. El mestizaje empezó
con el sometimiento de las tribus que el
conquistador español tuvo que doblegar
junto con la rebeldía explosiva y disimulada de los nativos que mezclaron genes tras siglos de violación y dominio,
.Poco a poco los intrusos aceptaron el nuevo mundo y aprendieron
a vivir en un medio hostil que los
odiaba y les temía, Los criollos
heredaron el poder y los campesinos conformaron la casta de los vencidos , considerados
infieles, despreciables y siempre sospechosos- El pueblo compuesto por los
campesinos y los artesanos fue permeado por la ideología del desquite y arreado por los criollos y la iglesia, que retuvieron la
tierra, las minas y el usufructo de territorios cada vez más pobres, El terror fue la política y la violencia el emblema que aún hoy agitan los dueños del poder.
Siempre ha sido así, nada ha cambiado desde entonces. Cuando irrumpieron
los Comuneros en 1781 se presentaron serios disturbios en Ansermaviejo, en Supía hubo levantamientos igual que en Quiebralomo. Los negros de las minas
conocieron la palabra Libertad y los nativos
temblaron cuando los criollos enviaron tropas para ratificar quien era
el amo. Desde entonces el pueblo es una montonera arreada y azuzada por los
próceres que se lucran de la enfermedad, de la ignorancia y del servilismo. . En la independencia
lucharon centralistas contra federalistas, realistas contra republicanos,
criollos contra chapetones y el pueblo llano fue un simple instrumento de latifundistas y
esclavistas.
En este libro “Quinchía Mestizo” se descubren las mañas que usaron los
dirigentes para quedarse con la tierra de los resguardos indígenas pese a los tímidos
intentos para retener las tierras que se habían despilfarrado, cambalachado, abandonado y regalado.
Los nativos
parcelaron y aparecieron los microfundos
donde mal vivieron como peones quienes
habían sido dueños de la tierra, la sal, el agua y los aluviones auríferos y se perdió hasta
la identidad pues otros nativos, los embera chami , impusieron su lengua y
desterraron dioses y costumbres. Sin
tierra ni apego los umbras se regaron por Antioquia y el Valle del Cauca y se
diluyeron en el crisol del mestizaje en cafetales y cultivos de caña.
En 1948 la
violencia política envolvió a Quinchía, un pueblo liberal en medio de municipios conservadores y los pájaros y
demás bandidos remataron la obra
destructiva de los antioqueños .Los quinchieños fueron carne de cañón, de aquí
los reclutaron para las guerras del sur
y para combatir en las guerras civiles que ensangrentaron la región. Los quinchieños lucharon bajo las
banderas de Mosquera en 1860 y en
Panamá bajo el mando de Reyes. En la
guerra de 1876. y en la guerra de los
Mil Días su valentía quedó registrada en
los partes militares con sus cargas de
machete.
El resguardo indígena de Quinchía no contó con recursos monetarios, por eso acudía a la tierra para saldar deudas y pagar abogados
y trámites oficiales. En 1869 la
Asamblea del Cauca autorizó la venta de las tierras del resguardo y empezó su
desintegración y sin nada a cambio cedió
el espacio para levantar un nuevo pueblo dirigido por los caucanos y los
inmigrantes antioqueños. En la actualidad se intenta recomponer las parcialidades con aricapas rubios al frente y carrieles en vez de jíqueras. Desaparecieron
los líderes partidistas y las columnas
que en otros tiempos tiñeron con banderas rojas los caminos campesinos.
*historiayregion.blogspot.com
alcartob@ gmail.com
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