CEMENTOS SAMPER- PLANTA DE LA SIBERIA

 

EL PUEBLO FANTASMA DE LA SIBERIA

Alfredo Cardona Tobón



A pocos kilómetros de la población de LA Calera en Cundinamarca, se encuentran las ruinas de la planta y campamentos de Cementos Samper. El sitio  abarca  360 hectáreas  y se denomina  LA Siberia  por las bajas temperaturas  que imperan en las vecindades. En pie quedan algunas edificaciones y parte de las estructuras  de hornos, molinos, transportadores, cables aéreos, una iglesia, un hospital, oficinas, un casino,  la Casa de los ingenieros, una escuela y las casas que ocuparon el gerente de Planta y otros ejecutivos de la empresa..

Yo viví durante dos años en La Siberia y como Superintendente de Mecánica pasé las verdes y las maduras en un medio hostil y una comunidad de trabajadores  envenenados con las consignas de un sindicato con orientación comunista. Allí  viví  con mi esposa y tres hijos en un ambiente contaminado por el ruido y por las nubes de  polvo de cemento que salía por las chimeneas a pesar de los filtros de lonas y el filtro electrostático que se utilizaban para  detener esos polvos pero que fallaban continuamente debido a la humedad del ambiente.

Hace poco vi en la televisión un video  que se refería a las ruinas de la Siberia y donde unos jovencitos desinformados hablaban de un pueblo fantasma y de una comunidad campesina que había saltado de los surcos de trigo y papa a los puentesgruas, a los cables y a enormes hornos para transformar la caliza en cemento.

Mi primer contacto con  esa zona paramuna  lo tuve cuando preste mi servicio militar en el BATALLÓN MIGUEL ANTONIO CARO, por allá en el año 1957. Casi  semanalmente subíamos por la carretera de Los Patios  con dirección a La  Siberia a prácticas de orden abierto. Las noches eran terribles con el frio y el hambre rondando por las carpas y los potreros. Por  acá no vuelvo ni a  deshacer los pasos, dije jurando que una vez pagara el servicio no volvería a pisar los peladeros de La Siberia. Pero una cosa dice el burro y otra el que lo está arreando y cuando me gradué de  ingeniero mecánico  regresé a la Siberia a trabajar con Cementos Samper olvidando la promesa y los malos ratos de soldado .

La fábrica de Cementos Samper estuvo ligada a Bogotá. La Sociedad familiar Miguel Samper explotó la caliza desde 1929 y en forma de cal surtió a la capital del país que tapó su  desaseo con capas de ese material .

En la fabricación del cemento se emplea la caliza, arcilla, mineral de hierro, hulla y yeso. Los griegos y romanos fabricaban cemento pero en América apenas entró con los ingleses que desarrollaron el llamado cemento Portland.

El cemento se importaba en canecas desde Europa y los Estados Unidos y traído en mulas y por el rio Magdalena era carísimo. Por eso se vio la necesidad de producirlo en  la Sabana donde se contaba con  todos los elementos necesarios para su obtención. La Sociedad  de los Samper montó la cementera con  técnicos venidos de Alemania y Polonia y  la instalación de un horno   Pollysius  con capacidad de 200 toneladas día,  luego se le agrego otro horno  que  en 1980 producía 1000 toneladas diarias.



Cementos Samper marcó un hito en la industria nacional. Se engancharon centenares de campesinos para la construcción y operación no solo de la cementera sino de la cantera de caliza de Palacio, la planta hidroeléctrica de Sueva y los cables aéreos. Para ello hubo que  entrenarlos y calificarlos en  el manejo de maquinaria, en electricidad y los procesos. La Cementera se convirtió en una escuela  que elevó el nivel cultural y social de la vasta región de la Calera con gente de allí ,  de Bogotá y del resto de Colombia.

La demanda creciente de cemento obligó a la empresa a ampliar sus operaciones con una nueva planta en la Esperanza y agregando líneas de concreto y aglomerados, pero llegaron las vacas flacas con las disposiciones en el gobierno de César Gaviria  que trajo como consecuencia la quiebra de las más importantes empresas nacionales. A lo anterior se sumó la beligerancia del sindicato  que envenenado por  consignas comunistoides bajó  la eficiencia con trabajos a media marcha y huelgas que causaron inmensos daños económicos  En 1976 se presentó una huelga que duró  120 días, el  cemento fraguó en las góndolas y en los molinos causando daños incalculables. Mientras Cementos Samper vivía sus peores épocas, graves problemas obligaron a  Cementos mejicanos,CEMEX,  a ampliar y diversificar sus mercados y en tal coyuntura  esa empresa extranjera  compró a cementos Diamante y a Cementos Samper convirtiendo  a Colombia en uno de los mayores productores de cemento en América Latina.

Cemex atendió el mercado con importaciones y en 1988 CEMEX paró las máquinas de La Siberia, pues el proceso era obsoleto y también la tecnología. Tras 70 años de explotación la recesión económica y múltiples problemas se combinaron para que en 1999 Cementos Samper dejara de funcionar dejando cesantes a sus trabajadores y restando oportunidades laborales a los colombianos.

Donde un día funcionó una de las mayores empresas nacionales hoy crece el  rastrojo. Por la proximidad a Bogotá se piensa en la urbanización de esa vasta zona por donde se proyectan vías modernas que comunicarán la Sabana con los Llanos Orientales. Al ver las ruinas un sentimiento de tristeza invade   a quienes en algún momento hicimos parte de la Cementera. Veo los muros de la bella casona que albergó los sueños de mi familia, revivo los afanes, la neblina empujando las nubes de cemento, los cultivos de papa, los apiarios de los trabajadores que combinaban el campo con la maquinaria, el club de los ingenieros y los programas sabatinos  y el frio que llegaba hasta los huesos.

Yo no creo que los  fantasmas se aferren a  la Siberia ni a Palacios ni a las líneas de los cables aéreos, quizás se aferren los recuerdos pero no los más gratos, pues ni la empresa ni la gente  tuvieron la virtud de retener a quienes nos aventuramos a trabajar en esas soledades.

 

 

 

 

 

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