LAS DIOSAS ANCESTRALES

 

LEYENDAS MITOS Y DIOSAS

Alfredo  Cardona Tobón

 


Como en otras culturas, en la  mitología americana se realza el papel de la mujer   como creadora y madre, como guerrera y protectora. 


 

Los muiscas  veneraban a Bachué, una  diosa de imponente belleza que emergió de las aguas de la laguna  Iguaque con un niño  que creció y formó  con ella la  pareja que dio origen a los chibchas. 

Chia fue otra deidad muesca., ella era una mujer que bajó del cielo a instruir a los nativos y que convertida en la luna, Chia, hizo compañía a Xue, el sol,  en su diario recorrido por el firmamento..

En la Guajira la  diosa Iguá fecundada  por el viento  dio vida a los Wayú y fue Dabeiba, una deidad  que enviada  por  el dios Karagabi, enseñó a  los nativos embera-catios a cultivar la  yuca y el maíz, a hacer canastos y ollas de barro..

Las deidades femeninas estaban relacionadas con el agua, las tempestades y las montañas, En  nuestro territorio los cerros eran  los  santuarios donde los indígenas les rendían tributos. Cuando  Dabeiba cumplió su misión con los emberas-catíos  ascendió a lo más alto del cerro León y entre rayos y truenos regresó al cielo de Karagbí; durante  siglos se habló de los tesoros del templo de Dabeiba y numerosas expediciones españoles los buscaron afanosamente.

Los conquistadores europeos  trataron de borrar las creencias ancestrales y convertir los nativos al cristianismo. Lo lograron externamente, pero los dioses americanos continuaron arraigados mimetizados dentro de las creencias católicas,  Ese fue el caso de Tonatsin,  la diosa que los aztecas veneraban en el cerro  Tepeyac y continuaron haciéndolo bajo la figura de la  Virgen  de Guadalupe  que convirtieron en su  patrona, lo mismo ocurrió  con la diosa Haba del pueblo arhuaco que identificaron como  la  Virgen María  para integrarla a las creencias del pueblo  kogi..

En territorio de las tribus umbra emergen  numerosos   cerros, tenidos como sagrados por los  ancestros;  entre ellos se distingue  el cerro Batero, llamado Carambá por los ansermas. Dicen las leyendas que era la morada de Xixaraca, el Creador de la vida   y, también, la morada de la diosa Michua 



La leyenda de Michua y Xixaraca persistió con la parcialidad currumí. Aseguraban que  era una mujer hermosa,, protectora de los nativos umbras. Según los currumíes ella convertía el agua en sangre y los bejucos en culebras cuando los enemigos osaban entrar a su territorio, en tiempos de paz se convertía en una venadita que recorría los prados ocultos del territorio de Guacuma y que después de los combates  tomaba la forma de una mujer que  brindaba amor y  premiaba a los más aguerridos combatientes.

Cuando los umbras se convirtieron al cristianismo  el dios Xixaraca y la diosa Michua abandonaron el cerro Batero y se alejaron por las orillas de Riogrande dejando sus huellas estampadas en las rocas. Ahí están  esas las huellas como prueba de su existencia. Contaban los tapascos que  Michua agobiada por la ingratitud de los suyos derramó muchas lágrimas al abandonar las tierras quinchieñas y  esas lágrimas se convirtieron en dos pequeñas cascadas que  se desprenden desde lo más alto del Batero.

Xixaraca  y Michua confinaron los demonios bajo la  mole del cerro Opirama,  pero a veces se escapaban y afligían a los umbras con granizo, sequía, enfermedades y la muerte. Según los jaibanás y los brujos umbras, los dioses del Carambá o Batero  prometieron regresar ´para defender a los nativos de los tamaracas. Quizas eso suceda y esa comunidad afligida se vea libre de los violentos  y la pobreza.

Las tradiciones y mitos a  veces se convierten en realidades. La Pachamama es un símbolo de las comunidades sin tierra ni techo  y entre los afrodescendientes los dioses negros se confunden con  los beatos y santos del catolicismo o como personajes milagreros es el caso de Catalina Luengo  en el ,palenque de San  Basilio. Esta mujer angoleña se convirtió en la acompañante de los muertos. Segú­n  la leyenda Catalina se perdió en las profundidades de la Ciénaga de Palotá (Bolívar) cuando se bañaba en sus tran­quilas aguas, . Dicen los palenqueros que Catalina  fue  llevada al fondo por un ser monstruoso y peludo que habitaba en la ciénaga  y aseguran que la bella africana emerge   cada vez que hay un sepelio  en el palenque; ella  aparece llorando en medio de los rituales cantando un lum­balú  y desaparece  cuando sepultan al  difunto.

En el corregimiento de Batero, en las laderas del cerro de ese nombre una leyenda dice que en un combate se perdieron varios macheteros del capitán Zoilo Bermúdez, aseguran que siguen retenidos por unas brujas hasta que un alma caritativa encuentre la forma de librarlos del encantamiento.

Diosas, leyendas y mitos tejen el pasado de nuestros ancestros, donde la mujer no es espectadora sino actora principal. En numerosos s sucesos  la realidad está mezclada con la fantasía y en nuestras comunidades indígenas vemos como las culturas se van acomodando para dar una visión propia de sus propias existencias.

* historiayregion.blogspot.com

 

 

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