EL REINO DE POYAIS

 
LA VIDA AVENTURERA DE GREGOR MAC GREGOR

Alfredo Cardona Tobón*
 
                                        Gregor MacGregor
 

Gregor MacGregor nació en  1786 en la ciudad de Edimburgo; era un hombre corpulento de fácil labia y osadía sin límite, hijo de un capitán  de la East India Co, y hecho soldado desde la corta edad de dieciséis años.

El  matrimonio con la hija de un almirante británico  impulsó  la carrera de McGregor  y le permitió conocer gente importante; pero al morir su esposa  María Bowater perdió el apoyo del suegro y en busca de oportunidades viajó a  Venezuela en 1811 y se puso a las órdenes del general Francisco Miranda en su lucha por la Independencia americana.

Gregor MacGregor además de embaucador y mentiroso era valiente; y por su heroísmo y osadía  en el combate, Bolívar le confirió el grado de General de Brigada de la Caballería Venezolana. Su figura y su palabra le abrió las puertas  de la sociedad caraqueña y en la capital de Venezuela  el oficial europeo contrajo nupcias por segunda vez con Josefa Aristigueta y Lovera, una hermosa prima del Libertador.

Al fracasar la primera república venezolana,  Gregor emigra a Curazao  junto con su esposa. De allí pasa a  Cartagena con los emigrados republicanos y bajo el mando de  Bolívar emprende la Campaña del río Magdalena. Luego, al frente de tropas de la Provincia de El  Socorro, lucha al lado de Nariño  en la guerra de  Cundinamarca contra las Provincias Unidas

En 1815 MacGregor se une a los defensores de Cartagena. Es un sitio largo y doloroso, pero ante la superioridad  de Morillo,  la ciudad cae en manos de los españoles y MacGregor con otros republicanos  logran escaparse en buques del corsario Luis Aury. Con el apoyo de Petion, presidente de Haití, se organiza la Expedición de los Cayos que lleva a Bolívar y a MacGregor a las costas venezolanas en el año 1816. Tras la derrota en “Los Aguacates”  los sobrevivientes emprenden la retirada y en la marchas se enfrentan con los realistas en Maracas, Villa del Cura, Onoto,  y bajo el mando del general Piar, el aguerrido escocés llega hasta Barcelona en la costa Caribe..

Por orden del Libertador, Gregor MacGregor se  dirigió a USA con la intención de independizar la península de La Florida y ver cómo podían bloquear el apoyo que solapadamente estaban dando los Estados Unidos a los realistas venezolanos.  En Savanaah y en Charleston  contrata  150 mercenarios  y el 29 de junio de 1817 invade la isla Amelia  situada en la costa oriental de La Florida y aún bajo el dominio de los españoles. Pero  los recursos son escasos y ante la imposibilidad de retener la isla,  MacGregor la  deja  en manos del  francés Luis Aury que opera en Las Antillas bajo bandera mexicana.

Aury  declaró la isla Amelia como parte de México; pero como  dentro de los planes  norteamericanos estaba La Florida, en diciembre de 1817 su presidente Monroe envió tropas y ocupó a la Amelia, que junto con La Florida, hizo parte de la venta que hizo España a los  Estados Unidos.

En 1820 MacGregor se dirigió  a la isla Margarita  y  con  250 mercenarios  bajo el mando de Aury tomaron rumbo  al archipiélago de San Andrés y Providencia que quedó bajo la bandera grancolombiana cuando por gestiones del general Santander, el francés Luis Aury  se integró a las fuerzas nacionales pese a la oposición de Bolívar.

Con base en Panamá MacGregor atacó  a Portobelo e intentó apoderarse de  Panamá, pero al no lograrlo enganchó mercenarios irlandeses y emprendió  una campaña  en la Guajira  que se extendió  hasta Riohacha. En una campaña sin gloria MacGregor recorre el desierto  sosteniéndose con la rapiña; pero sin paga ni alimentos los  mercenarios ingleses se  insubordinaron  y se embarcaron rumbo a Jamaica. Sin embargo, 200 irlandeses en tres buques corsarios  siguieron al lado de  Gregor, quien en octubre de  1819 ocupó a  Riohacha por unos días, hasta que una fuerza de indígenas guajiros dirigidos por Clemente iguarán y Miguel Gómez expulsó a los invasores.

 

EN EL  REINO DE POYAIS.

La fracasada  campaña en la Guajira marca otro sendero en la tortuosa vida de MacGregor:

Con la honrosa distinción de Sir otorgada por  el soberano inglés Jorge IV, el escocés  Gregor Mac Gregor entró  al gran salón del palacio del rey de Inglaterra  con su bella esposa Josefa Aristeguieta y Lovera. Era un día especial en la Corte Británica, pues recibían  al príncipe de Poyais, un lejano y desconocido país de América con una gran capital, edificio del Parlamento, Opera, Catedral majestuosa y un puerto por donde salían toneladas de oro, cacao y riquezas sin cuenta y entraban mercancías que en tiempos recientes monopolizaba España.

Con el beneplácito del gobierno inglés  Sir Gregor  estableció oficinas donde vendió terrenos del fértil Poyais,  tramitó  permisos de inmigración y  cambió  dólares de Poyais por libras esterlinas. En septiembre de 1822 zarparon los primeros barcos de emigrantes con el respaldo de bancos londinenses y las acciones que se ofrecieron en la bolsa. Buen viento y buena mar acompañaron  los veleros que cruzaron el Atlántico y llegaron a la costa de la Mosquitia, una zona selvática que disputaban Honduras, Nicaragua, Colombia y George Freederic Augustus, el  soberano zambo  de unas  comunidades arrocheladas de negros cimarrones e indios Miskitos. Parece que Mac Gregor le había ganado 122.000 Kilómetros cuadrados a George Freederic en un juego rociado con Whisky y sobre ese territorio cenagoso, lleno de malaria y pian, sin nada de nada, Gregor MacGregor había establecido su imaginario país.

Al llegar a la costa de la Mosquitia naufragó uno de los barcos y  otros dos no encontraron puerto ni capital y sí  una pobreza tan grande, que a pesar de tener con qué  comprar alimentos no los había...  los colonos empezaron a morirse de  hambre hasta que una expedición enviada a rescatarlos en abril de 1823 llevó los sobrevivientes a Honduras Británica. La marina inglesa detuvo  los barcos de emigrados que estaban por zarpar  y el flujo de ciudadanos ingleses y escoceses  cesó cuando  el gobierno de la nueva república de Colombia, que en el papel era la dueña de la Mosquitia, declaró por decreto que no existía Poyais ni  otro estado en ese territorio

Pese a todo Gregor viajó a Paris donde fundó una Asociación de promoción de Poyais.  En 1827 regresó a Londres, pero en 1838  al ver que lo iban a encarcelar por las fechorías se dirigió a Venezuela donde lo incorporaron a su ejército con el grado de General de División y le dieron carta de naturalización.

Por fin el pillo escocés dejó de enredar incautos y se dedicó a  la explotación de gusanos de seda hasta su muerte acaecida el 3 de diciembre de 1845 y lamentada  por los caraqueños que vieron en ese pillo a un osado aventurero que le  “cascó” duro a España y pellizcó  al coloso norteño que en la Amelia empezó a consolidar su imperio.


 

 

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