- GUERRA DE 1876-
COLOMBIA-
General Julián Trujillo
En 1876 una de las más sangrientas confrontaciones fratricidas envolvió la geografía colombiana en una guerra atizada por la iglesia católica. que enfrento a liberales y conservadores en cruentas batallas que agostaron la flor y nata de la juventud colombiana
Mientras fuerzas conservadoras de Cundinamarca y el Tolima avanzaban hacia El Cauca, el 17 de agosto de 1876
salió de Manizales la División Vanguardia del Ejército antioqueño con 800
soldados bajo las ordenes del general Francisco Jaramillo y detrás de ellos se
internaron en territorio del Estado del Cauca a 750 soldados de la División del Sur y 650 bajo el mando de Juan Manuel Llanos.
Al finalizar el mes de agosto el general
José María Gutiérrez, alias “Botella” comandante de la operación
invasora alcanzó la población de San Vicente en el Valle del Cauca, y la
Guardia Colombiana de las fuerzas liberales
desembarcaba en Buenaventura procedente de Panamá y a marchas forzadas se dirigía al Valle del
Cauca para unirse al ejército liberal de Cundinamarca y hacer frente a los
clericales .
Los antioqueños continuaron
su avance hacia el sur y en el sitio de “Los Chancos”, cercano a la población
de San Pedro, chocan el 31 de agosto de
1876 con las fuerzas liberales bajo el mando del general Julián Trujillo. Fue un dia de muerte descrito por Manuel Briceño, en
“ La Historia de la revolución de 1876”
“ Los fuegos se rompieron
sobre el flanco derecho del general Trujillo a las ocho de la mañana y los
últimos cuerpos llegaron al campo de combate a las diez, de modo que éste se
fue generalizando a proporción que los cuerpos entraban en línea. El ataque era
violento y la resistencia liberal muy vigorosa. Hacia la una de la tarde el
ala izquierda del general Trujillo
empezó a ceder al propio tiempo que el centro
retrocedía también y se empeñaba la reserva en el combate.
Se ordenó una carga
general y se lanzó la caballería
conservadora sobre los liberales que abandonan sus puestos. La victoria
coronaba los esfuerzos de los ejércitos conservadores del Cauca y Antioquia, la
caballería perseguía a los derrotados hacia San Pedro, media legua del
campamento y el único punto enemigo, en
la Loma del Tablón que ofrecía
bastante resistencia, una hora más y el
triunfo estaba alcanzado.´"
La voz de la victoria resonaba en todas las filas conservadoras; pero en estos momentos los escuadrones que habían seguido en persecución de los liberales hasta San Pedro, a órdenes del coronel Manuel Augusto Ramírez, egresaban al campo a coronar el triunfo y una voz indiscreta y hizo creer a la infantería antioqueña que la caballería del general Trujillo cargaba sobre ellos; se estableció una lucha entre aquellas dos fuerzas, al propio tiempo que ambos recibían disparos del enemigo.
El coronel Martinez,
entrando por medio de los fuegos,
logró al fin que el comandante
de la infantería comprendiera su
error, pero ya era tarde; el pavor se había apoderado de la tropa, que
abandonó el lugar de combate y enseguida
el campamento, sin que bastaran a contenerlos en su fuga las reflexiones, las
amenazas y los esfuerzos de todo género que hicieron los generales, los jefes y
el mismo Arboleda que se hallaba
presente.
El único que estuvo en su sitio de combate hasta las seis de la
tarde sin retirarse de sus posiciones fue Benigno Gutiérrez y su Batallón
Riosucio.
Al finalizar el combate las
bajas conservadoras sumaron 617 entre
muertos y heridos y las liberales alcanzaron la dolorosa cifra de 1029.
Entre las bajas en los Chancos se cuentan:
En el Batallón Riosucio:
Capitán Hermógenes Salazar, Sergentos
Francisco Zuluaga y Manuel A.Guerrero; soldados Juan Calvo, José María
Álvarez,Abraham Calvo, Custodio Villegas, Felix Díaz y Rafael Largo.
Salamineños que perecieron
en los Chancos: Víctor Vé4lez, Ricardo González, Pedro Gómez.
Con el ejército antioqueño se internó por las tierras del
Valle del Cauca un sujeto de nombre Luis Angel Villegas, natural de La
Ceja, que había abandonado esposa e
hijos para vivir como un anacoreta. Su mirada
era penetrante, llevaba una cruz de peregrino, usaba larga cabellera y
cubría los pies con gruesas sandalias de cuero. Algunos paisanos lo consideran
santo y le pedían que los tuviera en sus oraciones, otros lo
llamaban burlonamente El Mesías. Se incorporó a las filas antioqueñas y asistió
a la acción de Los Chancos, durante la cual permaneció arrodillado rezando el
trisagio y pidiendo a la Divina Providencia concediese la victoria a sus paisanos y copartidarios.
Parece que cayó prisionero y no se conoce su fin. Al preguntar por Villegas la respuesta de uno
de los derrotados fue la siguiente: ¿’ El Mesías?- ¡ Virgen Santa!- A esta hora
lo estarán crucificando.
Los combatientes antioqueños
fueron a Los Chancos con un gran escapulario que llevaba el nombre de Pio al
frente y el de Nono por la espalda, en
honor la Papa Pio IX, En el sangriento combate entre el fuego cruzado de
liberales y sus propios soldados, se dijo que a los que no les dieron por el
Pio les dieron por el Nono.
El descalabro conservador en
Los Chancos hizo retroceder sus fuerzas
para situarlas en la margen norte del rio Otún. Los invasores se replegaron
hacia su propia frontera y en Manizales el 5 de abril de 1877 sucumbieron ante
las fuerzas liberales de Trujillo.
hola, quien escribio este libro? gracias
ResponderEliminarconsultar los caudillos del desastre autor Alfredo Cardona tobon
ResponderEliminarMuy interesante esta reseña histórica, sin embargo, carece de documentación para acercar más su contenido a la realidad.
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