Alfredo Cardona Tobón
Las provincias de
Popayán y Santa Marta se opusieron a la independencia al igual que la de
Pasto, cuya comunidad tenía sobradas razones para luchar contra el orden republicano
con sus secuelas de miseria y atropellos.
Los pastusos han sido pacíficos, creyentes y profundamente
respetuosos de la autoridad y de las tradiciones, pero cuando se ha atentado contra
sus principios no han dudado en tomar las armas para defenderlos. A principios del
siglo XIX, Pasto estaba aislado de las corrientes de la ilustración, no le interesaba cambiar al rey y le
aterrorizaban los librepensadores; sus reivindicaciones eran otras: una
administración independiente de Quito y Popayán, el asiento de un obispado y el establecimiento de
instituciones educativas para sus hijos. Por otro lado los indígenas
veneraban al rey y a los dirigentes pastusos no les convenía un cambio que perjudicara sus intereses.
LOS ATROPELLOS
REPUBLICANOS
Pasto no se plegó a
la Junta criolla que se estableció en Quito en 1809; por tanto los quiteños
enviaron tropas para apoderarse de la
provincia de los Pastos y disponer de sus recursos. Los pastusos tomaron las armas,arrollaron a los inexpertos
invasores y celebraron el triunfo con cohetes, un Te Deum y la procesión con la
Virgen de las Mercedes.
Meses más tarde, otra junta republicana quiteña atacó nuevamente a los pastusos y tras algunas escaramuzas sus soldados
entraron a Pasto, robaron hasta los clavos y dejaron a la comunidad sin ganado
ni alimentos. Mientras esto sucedía, tropas republicanas de la Junta Suprema de Santa Fe de
Bogotá derrotaron al gobernador Tacón, ocuparon a Popayán y bajo el mando de Caycedo y Cuero desplazaron a los quiteños que se retiraron con más de $450.000 del
tesoro de la ciudad y la dejaron en poder de los granadinos. Fue el primer forcejeo de los republicanos de Santa Fe y de Quito por el poder dominio de las provincias sureñas.
LA REACCIÓN EN PASTO
Caycedo y Cuero
permaneció en Pasto desde septiembre de 1811 hasta el 20 de junio de 1812. En
la noche de este día la guerrilla de José Caicedo irrumpió en la población y
con estratagemas intimidatorias apresó a Caycedo y Cuero, a los oficiales y a
gran parte de la tropa republicana. Una columna enviada
desde Popayán bajo el mando del médico estadounidense Mauculay liberó a Caycedo
y Cuero y a los demás patriotas con la
promesa de retirarse, pero cuando Mauculay trató de engañarlos, estos
reaccionaron y lo capturaron junto con Caycedo y Cuero y parte de la tropa.
En enero de 1813 perecieron en el patíbulo Caycedo y Cuero,
Mauculay con otros oficiales y soldados patriotas al igual que varias damas
pastusas condenadas a muerte por haber fraguado el escape de los prisioneros.
EL ATAQUE DE NARIÑO
Después de las victorias de Nariño en Tacines y en Cebollas, el Precursor exigió la rendición de Pasto; el Cabildo de la ciudad le contestó lo siguiente:
“Usía es quien nos
viene a hacer la agresión más injusta. Hemos vivido satisfechos y contentos con
nuestras leyes, gobiernos y costumbres. De fuera nos han venido las
perturbaciones y los días de tribulación, y no los han traído los europeos; han
sido los americanos, los hermanos más íntimos:::”
Ante la inminencia
del ataque el general español Aymerich, abandonó la ciudad y dejó a los
pastusos librados a su suerte. Estrategias erradas, la defección de parte de
sus tropas y el valor irreductible de los pastusos hicieron fracasar al General
Nariño, que cayó prisionero y fue a dar
a las mazmorras de Cádiz.
LA OFENSIVA DE
BOLÍVAR
Tras la victoria en
Boyacá, las tropas libertadoras ocuparon a Popayán e intentaron someter a los
pastusos, pero el dos de febrero de 1821 fueron rechazados en las laderas del Galeras .Posteriormente Bolívar se enfrentó a
Basilio García y sus tropas pastusas en el combate de Bomboná, donde no se sabe
cuál de los dos contendores quedó en
peores condiciones.
La acción de
Bomboná y la victoria de Pichincha
forzaron la capitulación pastusa; el 8 de junio de
1822 Bolívar entró triunfante a la ciudad, pero no duró mucho el control de los patriotas, pues cinco meses después los guerrilleros
Benito Boves y Agustín Agualongo retomaron la localidad y pusieron en fuga
vergonzosa a las tropas republicanas.
Después del combate
en Ibarra Bolívar ordenó a Sucre la reconquista de Pasto con la consigna de barrer de la faz de la
tierra su “raza imfame”. El 24 de diciembre de 1822 entró Sucre a Pasto. Los
excesos fueron terribles, la carnicería horrenda: no se respetaron niños,
mujeres ni ancianos, ni la santidad de los templos. En esa noche de Navidad y en los días siguientes
cayeron sobre la adolorida ciudad las tropas de los llanos de Aragua y Casanare con los más viles excesos de la naturaleza humana.
EL VALOR DE LOS
PASTUSOS
Fueron los más fieles
y corajudos defensores de la monarquía española; lucharon solos, muchas veces
sin más armas que lanzas y piedras, sostenidos por la fe que les inspiraba su
generala, la Virgen de las Mercedes. Eran combatientes excepcionales: no aceptaban la vida
de cuartel, el adiestramiento militar ni el uso de uniforme; guardaban las
armas en sus moradas y se congregaban para hacer frente al enemigo cuando las
campanas tocaban a rebato. Los milicianos pastusos se agrupaban en compañías por familias, por
veredas o por oficios y seguían solamente a sus capitanes, sin ligarse a
mandatos superiores. Detrás de los combatientes iban las mujeres y los
muchachos con la comida, la chicha y el aguardiente. Al terminar el
combate retornaban a sus hogares sin
obedecer más voces de mando.
LA LUCHA FINAL
El 18 de agosto de
1823, Agualongo, distinguido como Mariscal de los Ejércitos del Rey, entró otra
vez a Pasto. De nuevo los republicanos
lo desalojaron y vuelven a rechazarlo en 1824. Mosquera derrota a Agualongo en
Barbacoas, lo captura y lo condena a muerte. “¡Viva el rey!” fueron las últimas palabras
del bizarro paladín que encarnó la tenacidad y el coraje de su raza.
En relación con Pasto, el llamado "libertador" se comportó como lo que era: un psicópata genocia carente de escrúpulos. Hay que seguir desmitificando a estos ídolos de barro.
ResponderEliminarEsta lucha por defender Pasto es de gran valor de sus más fieles corajudos pueblerino en defensa de su propio desarrollo cultural pacífico y económico Viva Pasto y Aguntin Agualongo
ResponderEliminar👏👏
EliminarGracias,gracias me sirvio de mucho casi nadie sabe sobre este tema y es bueno aprenderlo,gracias de nuevo
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