-EL DEFENSOR DE LOS INDÍGENAS-
Alfredo Cardona Tobón*
Para algunos Manuel Quintín Lame fue un indio alborotador y sedicioso que intranquilizó el Cauca, Tolima y el Huila; para otros es el gran líder indígena que reivindicó los intereses y derechos de sus hermanos de raza.
Que los indígenas reclamen sus tierras, exijan respeto y exijan autonomía se considera justo, pero todo eso era inaceptable antes de aparecer Quintín Lame, pues se tenía como demandas de indios torpes, solamente buenos para servir de peones en las grandes haciendas o de sirvientas en las cocinas de los latifundistas.
Manuel Quintín prendió la chispa e inició un proceso que despertó a los indígenas explotados por los terrazgueros, arreados por los políticos y manejados a su antojo por la Iglesia Católica.
EL IDEARIO DE QUINTÍN LAME
Puede condensarse en la recuperación de la tierra, la restauración de los cabildos y resguardos y el respeto hacia los nativos; con esas banderas recorrió el Cauca, el Tolima y el Huila con sus mingas doctrinarias, combinando la acción legal con las movilizaciones multitudinarias que llenaron de espanto a los grandes propietarios de tierras.
Quintín Lame habló de una “República Chiquita”, autónoma pero no soberana, con el pueblo de Calibío como la Suprema Capital del Directorio Indígena y propuso que los nativos llevaran a las corporaciones públicas su propia gente, sin depender de liberales ni conservadores.
Quintín sufrió en carne propia todos los atropellos: una hermana violada, hermanos asesinados, explotación, persecución y más de cien detenciones, entre simples arrestos hasta larguísimos años tras las rejas; se le prohibió la libre circulación por territorio patrio, se le acusó de vago, sedicioso, instigador criminal y sospechoso de cuanto crimen se cometía en el territorio indígena.
Quintín Lame nació en 1880 en la Hacienda Polindara, cerca de Popayán y murió en un resguardo del Tolima en 1967; no asistió a la escuela y fue un autodidacta versado en códigos y leyes, en historia y todo lo que tuviera que ver con los indígenas. Fue una autoridad en la materia, fue el “Doctor Quintino” que litigó y llevó a las altas cortes los atropellos de los terratenientes y de los agentes del Estado.
Hijo de un terrazguero y terrazguero en su juventud, en 1910 Quintín Lame se proclamó “Defensor de los indígenas” y se rodeó de “secretarios” para llevar sus mensajes a todas las parcialidades. “La independencia que nos dio Bolívar- decía en las plazas públicas- fue un engaño, los indios pelearon a su lado y les ofreció la devolución de las tierras ¿pero qué pasó?- que Bolívar mintió y las dejó en manos de otros conquistadores blancos”
El 29 de enero de 1915 Quintín Lame preparó un levantamiento general que fracasó y lo llevó a la cárcel; con una fianza pagada por sus amigos quedó en libertad y continuó su campaña. Además de la restitución de la tierra arrebatada por los personajes de Popayán, exigió la desaparición del terraje o impuesto que pagaban los indígenas en trabajo o en especie por ocupar sus encierros, o lotes que les asignaban por un tiempo definido los latifundistas y por lo cual también tenían que pagar con parte de la cosecha.
En julio de 1916 centenares de indígenas dirigidos por Manuel Quintín Lame tomaron la población de Paniquitá y dos meses más tarde, con más de 1.500 nativos, entró al pueblo de Inzá y en improvisada arenga ordenó a los cabildos ocupar las tierras del municipio y conminó a los ocupantes blancos para que las entregaran antes de diez días. Cuando regresó a Inzá lo esperaban fuerzas combinadas de los terratenientes, del Estado y de su enemigo Pio Coyo, que atacaron a los indígenas desarmados asesinado a cinco compañeros de Lame e hiriendo a otros catorce nativos.
En 1917 las autoridades iban tras Manuel Quintín; los directivos del liberalismo le ofrecieron un escaño en la Asamblea del Cauca y fijaron fecha y sitio para oficializar el pacto; pero uno de los directivos lo delató por cuatrocientos pesos, y de nuevo Quintin Lame quedó tras las rejas. Después de purgar una pena de cuatro años, el aguerrido líder continuó su movimiento en el Huila donde enfiló todos los esfuerzos para restaurar el Resguardo Ortega- Chaparral.
La persecución contra Lame fue continua, tenía que solicitar permiso para desplazarse, lo seguían a todas parte y disolvían sus concentraciones a la fuerza; el primero de mayo de 1921 masacraron a 17 indígenas en una manifestación en Coyaima y meses después asesinaron a otros 18 seguidores de Manuel Quintín en Llanogrande. Los alcaldes detenían a Quintín sin motivo, privándole de alimentos y cortándole sus largos cabellos para ridiculizarlo entre los suyos.
LA OBRA DE QUINTÍN LAME
El pensamiento de Quintin está condensado en su libro “El pensamiento del indio que se educó en las selvas colombianas”. En los numerosos escritos y arengas, en memoriales y discursos va contra los partidos tradicionales sosteniendo que hasta 1930 los conservadores habían perseguido a los indios en forma ordinaria, mientras que después de 1930 lo hicieron los liberales en forma extraordinaria.
Para los indígenas caucanos Manuel Quintín Lame es un héroe, su mensaje ha trascendido hasta el presente cuando las comunidades indígenas siguen reclamando las tierras arrebatadas en la colonia y en la época republicana. Sin duda Quintín Lame es el pensador nativo más importante de todos los tiempos; en lo que falló fue en el rescate de las culturas ancestrales; ello se explica por ser un indígena aculturado, que se expresaba en castellano y era católico, sin embargo en su visión religiosa aparecen los elementos cristianos combinados con símbolos de las religiones indígenas.
Quintín Lame fue el portavoz de sus hermanos de raza que citando a San Pablo señalaba: “No le temo al hambre, a la desnudez, al riesgo, al cuchillo, al frio, absolutamente a nada“, fue un principio que nunca lo abandonó a pesar de las torturas y sufrimientos; nada lo arredró, su coraje se desprendía de sus sueños mesiánicos y de su profundo orgullo de sentirse como el adalid de su gente.
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me gustaria saber mucho mas espero que me sigan compartiendo mas historia de mi mayor Manuel Quintin Lame
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