SAN CLEMENTE-GUÁTICA- UNA FUNDACIÓN POLITICA

Alfredo Cardona Tobón.


A mediados del siglo XIX poderosos  empresarios de Medellín compraron enormes baldíos en el suroeste antioqueño, los poblaron con desocupados y campesinos sin tierra y se confabularon con el gobierno antioqueño para que remitieran a esas soledades a  los vagos y malandrines de las cárceles, que al lado de los labriegos de trabajo honrado, hicieron florecer las poblaciones de  Fredonia, Jericó, Támesis, El Jardín, Andes y Ciudad Bolívar.

Cuando no hubo tierras para repartir en el suroeste antioqueño, ni grandes extensiones para parcelar, el interés de la gente sin tierra y de los empresarios se dirigió hacia las tierras del norte del Estado del Cauca, con ricas guacas, oro en sus aluviones y tierras fértiles  baldías,  o escasamente pobladas por las parcialidades indígenas.

Los antioqueños empezaron a entrar  por la trocha del Rosario, en jurisdicción de Riosucio, y en 1854 fundaron la aldea de Oraida en terrenos  del Resguardo indígena de La Montaña. El gobierno caucano no respetó los derechos de los nativos y cedió ilegalmente  a los paisas miles de hectáreas del Resguardo de La Montaña, donde los recién llegados abrieron potreros y sementeras para atender la demanda de los mineros de Marmato

Desde la Aldea de Oraida, los Jaramillos, Naranjos, Navarros, Hoyos y Ramírez, provenientes del suroeste y del oriente antioqueño, se movilizaron por la  Serranía de la China y fundaron la aldea de LLanogrande dentro del Resguardo de La Montaña, luego siguieron desplazándose por la cresta de la serranía y ocuparon el Alto de Mismis, pertenecientes al Resguardo de Guática.

CONTINÚA LA INVASIÓN

Inicialmente el Cabildo indígena de Guática   asignó pequeños lotes a varios colonos con la condición de que " se manejaran bien con los vecinos y no causaran perjuicios ", pero el número de forasteros fue en aumento y llegaron a tal número que fundaron el caserío de Pueblo Nuevo de donde  siguieron extendiéndose, amenazando seriamente al Resguardo

En 1878 la parcialidad de Guática solicitó apoyo al gobierno caucano para defenderse de los "venedizos ( sic) de Antioquia y acusaron a los antioqueños de ”  hacerse dueños injustamente del terreno de nuestro Resguardo y se han apropiado de parte de él ... y se han declarado como enemigos y nos aborrecen porque somos defensores del Superior Gobierno Liberal y ellos son notoriamente declarados contrarios a sus instituciones..."

SE CONSOLIDA PUEBLO NUEVO

Los conservadores de Riosucio controlaron el extenso municipio de Toro, que iba desde el centro del Valle del Cauca hasta el poblado de Marmato. Para dominar las comunidades indigenas de Quinchia y Guática, aliadas de los liberales radicales, los políticos  riosuceños buscaron el concurso de los  curas de la aldea de Pueblo Nuevo. Por su parte Clemente Díaz Morkum, jefe administrativo del distrito, incentivo la colonización antioqueña con gente conservadora  que trajo  del Carmen de Viboral y de Marinilla.

 En el año de 1886  la población de Pueblo Nuevo empieza a figurar en los registros oficiales de Buga y en 1890 cambian su nombre por el de San Clemente, en honor al santo  patrono de Clemente Díaz; a  partir de entonces San Clemente se convierte es una poderosa cuña conservadora entre los resguardos de Quinchía y de Guática y sus habitantes con el poder en la mano organizan pandillas armadas que tumban casas y destruyen las sementeras de los nativos.

El Cabildo indígena nombra al abogado cartagüeño Marco Antonio Palau para que lo represente y vele por los derechos de las parcialidades guatiqueñas ante las autoridades caucanas; pero este señor, como otros representantes de los nativos, sólo busca su interés y a costa de los indígenas negocia con los invasores norteños que poco a poco van invadiendo el Resguardo.

El 24 de julio de 1898 San Clemente tiene como corregimientos a Guática, Arrayanal y Quinchía. Por su extensión es un distrito importante en el norte caucano, pero su cabecera situada en un filo frio tiene pocos vecinos, para aumentar su número y tener peones a la mano los líderes de San Clemente con el apoyo de los sacerdotes Tomás Molina y Clemente Guzmán proponen el traslado del caserio de Guática a San Clemente, Tras  muchas cavilaciones, cartas, amenazas y repulsa los indígenas aceptan a regañadientes el traslado de su pueblo, pero cuando  iban a derribar los ranchos y tumbar la iglesia llegó la guerra de los Mil Días y paralizó todo intento de acabar con Guática, pues las guerrillas liberales asediaron la cabecera paisa.

A partir de 1900 son los paisas los que se desplazan hacia Guática, donde levantan casas confortables y limitan la construcción de los ranchos indígenas. La ventaja de Guática sobre San Clemente es evidente, tiene mejores tierras a su alrededor, cuenta con buenas aguas y el clima es más benigno, por eso hacia el año de 1920 los vecinos paisas son mayoría en Guática y los antiguos habitantes han tenido que emigrar a las veredas de la parte baja presionados por los antioqueños.

San Clemente se despobló y convertido en corregimiento se fue convirtiendo en un caserío sin futuro. En la actualidad el caserío es un pueblito donde apenas se oyen los grillos, pues hasta el ruido de los carros que pasaban por la carretera troncal  se fue con ellos cuando se abrió la  vía entre La Felisa e Irra.  Las pequeñas fincas de antaño desaparecieron para dar paso a grandes haciendas ganaderas, las cruces del cementerio se pierden en el rastrojo y frenada en el tiempo lo único que mueve al pueblito es una imagen milagrera de la Virgen de Fátima


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