CONDECORACIÓN AL DOCTOR  JAIME LOPERA EN FIESTAS ANIVERSARIAS 

DE CALARCÁ-

PRESENTACIÓN DEL DOCTOR LOPERA

                                          
                                        jAIME LOPERA Y SU ESPOSA MARTHA INÉS


 Señor Alcalde de Calarcá, señores concejales, señores funcionarios, distinguido público presente, amigos y amigas, buenos días.

Existe en España una ciudad llamada Toledo que, desde hace mucho tiempo, ha sido designada mundialmente como la ciudad de las tres culturas porque allí, en tiempos lejanos de la ocupación árabe en el suelo hispano, allí convivieron las culturas musulmana, católica y judía sin perturbación alguna y respetando los valores de cada agrupación. 

Este caso me ha permitido reflexionar que Calarcá también fue el espacio cultural para la convivencia de los antioqueños, los caucanos, los cundi-boyacenses y los tolimenses que ocuparon nuestro territorio desde los años de la fundación en el siglo XIX. Somos por lo tanto herederos del carriel, la lechona y la changua como distintivos de aquellas sociedades y, por ello mismo, somos la ciudad de las cuatro culturas que enriquecieron la gesta de la colonización y le dieron el perfil característico que nuestra ciudad revela. Esa comunión cultural entre varias costumbres nos permite presentarnoscomo un ejemplo de solidaridad social y cuna de diversas tradiciones.

Este perfil calarqueñono es muy mencionado en los anales de nuestra historia, pero es un patrimonio cultural que se refleja en toda la región porque es nuestro aporte al conjunto de ciudades que conforman nuestro departamento.  El rol de Calarcá desde su creación no fue tanto por los apoyos políticos sino por la condición cultural que le ha venido mostrandonuestra ciudad a las otras poblaciones que componen esta sección del país. Así como hay ciudades culturales en Colombia (por ejemplo, Salamina, Mompox, Popayán, Santa Fe de Antioquia, Aracataca, Buga y Honda) nuestro departamento puede exhibir a Calarcá como una ciudad sin fronteras donde –como se suele decir con gracia y picardía-- los poetas se bañan en el rio Santo Domingo y los novelistas se pasean por La Sapera.

Como ciudad cultural, en la que existe una comunidadorientada a mantener actividades para promovercultura entre sus habitantes, hay muchas otras en el mundo: Boston,Niza, Florencia o Buenos Aires son solo ejemplos que se pueden mencionar. Porque son las expresionesartísticas, las creencias, costumbres y tradiciones, las formas rituales y otras prácticaslas que hacen la identidad de un pueblo. La música, la danza, la literatura, la pintura, las artesaníasson manifestaciones culturales que,aquí como en todas partes, se expresan en torno al capital humano que generan. Sin demeritar los esfuerzos ajenos, creo que eso es lo que nos distingue de otras sociedades locales y es el perfil que debemos mantener como símbolo de nuestra ciudad, con el apoyo de las entidades cívicas y las autoridades que nos representan.

Esta imagen calarqueña hubiese sido aún más trascendental si la emigración de 46 familias en la década de 1950-60 nos hubiese permitido repatriar a todos o una parte de los profesionales que se educaron en Bogotá y que allí se quedaron ocupando cargos ejecutivos y políticos de altísima importancia, como magistrados, jueces y ejecutivos de primer nivel.  El talento humano que desplazó la Violencia política todavía no ha sido inventariado del todo para probar el daño que esa época hizo en la vida de Calarcá.

Sé que el esfuerzo de mantener una imagen reclama compromisos, responsabilidades y acciones que muchos no están dispuestos a conceder y a otros les importa un comino lo que ocurra.  Pero converso con frecuencia con generaciones más jóvenes en quienes percibo mucho interés en comprender y vivir la identidad que el gentilicio significa. Es con ellos con quienes se hace el porvenir y se mantienen los valores que la identidad ofrece. 

Estimo que esta ocasión especial, cuando la ciudadanía se congrega en torno a una expresióncultural especifica de reconocimientos por parte de las instituciones gobernativas, es propicia para reflexionar sobre estos aportes y decidir que queremos mantener la vigencia de Calarcá como expresión del capital social y los efectos culturales que una región se merece. A la altura de mis años, después de que ustedes hayan percibidoese mosaico de cosas realizadas,prudentemente elijo la calarqueñidad como trasunto de mi vida aun cuando esa palabra suene como una retórica desueta para los que nunca han sentido agobios por su propio destino regional. Eso es todo, gracias.

Junio 26, 2025


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