-REMEMBRANZAS DE DON DIEGO AVELLANEDA-*
Alfredo Cardona Tobón
Don Diego Avellaneda era una caja de música y un pereirano puro de esos que viven en función de su terruño y dedican la vida al servicio de la comunidad. Don Diego fue un líder cuyo amor por Pereira quedó plasmado en las remembranzas que publicó en periódicos y revistas o reviven en la memoria de quienes lo conocimos y hemos sobrevivido a la guadaña del tiempo.
Estas son remembranzas de don Diego en las que
evoca la pequeña ciudad animada por personajes que dejaron honda huella en nuestro pasado y
llenan los recuerdos de un hombre
cívico, que fue líder, ejecutivo, comerciante, miembro de la Academia de
historia y ex presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Pereira
Dice don Diego en uno de sus rescates de
episodios pasados :
“ Eramos unos niños que salíamos del colegio Deogracias Cardona (
Carrera 5, calles 18 y 19) a recorrer la
zona de la Galería, que en ese tiempo representaba el corazón del Comercio y donde campesinos con sus cargas de café hacían cola en la compra de don Tulio Cadavid, colega
de don Adán Naranjo , el indio Mayo,
famoso culebrero con sus brebajes del Amazonas; y las famosas solteritas a diez centavos cada
una. Recuerdo, dice don Diego, al tranvía
con su lento vaivén descargando
en el pabellón de carnes todo el contenido de una ardua labor de sacrificios
del Matadero Municipal.
En la esquina de la calle 17 con calle novena ,continúa
don Diego, destacaba la legendaria doña Lyda de Chujfi con su establecimiento al frente del almacén de telas el Nilo y el negocio de
la inigualable madre de Same, Hernán Llorand y sus hermanas, cuya sola mirada era
garantía para el comprador. Casi al frente estaba Tulita Scaff y Wadi con su acreditada “Flor
del Campo” y su inconfundible acento turco.
La cuadra de la carrera 9 con 16 y 17 estaba dominada por la experiencia comercial y
la ética de don Jesús Salazar e hijos,
por don Antonio Giraldo e hijos, don Pedro López , Almacén Canadá,
especialista en loza importada, don Tomás Vélez padre del doctor Oscar Vélez
Marulanda, el almacén de discos y objetos musicales de don Nicolás
Echeverri y la tradicional droguería Noreña.
En toda la esquina de la calle 17 con carrera
10 un insólito almacén: “Venta de toda clase de cachivache” era su distintivo.
Al frente de él trabajaba don Pedro
Montes Mejía, personaje de leyenda, hermano de don Ramón y el apreciado “ negro Montes”, el primero
carnicero y el otro especializado en víveres,, ambos legendarias figuras cuya rectitud aún perdura
en la mente de los más viejos .
Por la misma carrera 10 entre calles 16 y 17 una farmacia distinguida por su rimbombante aviso
“Docto Pedro C Nicholls” competía con la
farmacia Blanca de don Pedro Luis Valencia mientras los cafés Aguila Negra y la Bandera Roja, eran
lugar de cita de todos los campesinos y gente bien de la época, en amistosa y
sencilla convivencia.
Hago memoria de estos recuerdos de la infancia-
agregó don Diego Avellaneda en sus notas, porque con temor y en taxi pasé
por este escenario hace algunos días y solo observé basura, ruinas ,desaseo e
indigentes y gallinazos. .Pensar que en la ´época de estas remembranzas solo
existían Martín Laverde con su grito¡ Viva el partido Liberal y las locas Gasolina y Débora junto con
Manuelito con su hoja de café pegada a
los labios para interpretar música de antaño…
POR EL CENTRO DE LA BELLA VILLA
En su recorrido por los viejos tiempos don Diego Avellaneda llega a la calle 22 y ve el aviso de la Emisora la Voz de Pereira.
Entonces aparece la radio inolvidable de don Mario y don César
Arango Mejía unidos por lazos
indestructibles de amistad con el hogar de Luis Carlos González, cuya musa iluminaba
los cielos de Pereira.
Eran los tiempos de la Voz de la Montaña de
Medellín que se superaba día a día en busca de mayor sintonía en la comarca ,su
locutor don Mario Mejía, era pionero de
los programas de tango y bambuco que complacían a los oyentes de las veredas.
Don Bernardo Ramírez, destacado locutor de la época tenía en su perfecta vocalización
la mejor arma de presentación, era uno
de los símbolos de esa radio, al lado del tenor Luis Ángel Rojas , un
conductor de la flota de automóviles que viajaba a Manizales, se hizo famoso con la interpretación de la
canción rusa, creación de Magaldi, titulada Nieve que repetía semanalmente ante
la solicitud de los radioescuchas admiradores.
Esta fue la época de la creación de la
industria MARANGO, prensadora de discos de 78 rpm y sigla del nombre comprimido
de don Mario Arango que vendían en el almacén manejado por su hermano don César. En ese tiempo se fundó
Radio Quirama que se destacó por su locutor, el señor Pablo Sttrog , de una voz
muy singular. Posteriormente don Bernardo Tobón de la Roche compró la Voz de Pereira
y empezó a formar su cadena radial “Todelar”
En 1939
nace la Voz Amiga en cuya fundación tuvo mucho que ver Luis Carlos González. En su inauguración desde la Radiodifusora Nacional y a control
remoto intervino el doctor Eduardo Santos, presidente de la República con un
efusivo saludo de felicitación. La
emisora estaba situada en la calle 15 con carrera novena y allí se presentaron
el maestro portorriqueño Rafael Hernández y la cantante Myrta Silva.
Posteriormente la adquirió Oscar Giraldo Arango, experimentado hombre de radio,
que ya tenia Ondas del Otún de onda larga y afiliado a la CBS y le da un impulso extraordinario, es
entonces cuando aparece el slogan PEREIRA LA CIUDAD DE LAS OCHENTA MIL SONRISAS y el programa matinal “marinos de Colombia en todos los mares del mundo, buen viento y buena
mar” escuchado por onda corta hasta en Australia y aparece también la hora
sabrosa de los sábados, bajo la
dirección de don Raúl Echeverri.
Fueron rememoranzas de don Diego Avellaneda
unos meses antes de su partida a la eternidad. Fue una tarde de lluvia tomando
un tinto en una cafetería de la carrera
sexta viendo recortes de prensa y reviviendo el PEREIRA VIEJO al lado de este valioso personaje que llevaba a su tierra en lo
más profundo de su alma….
*historiayregion.blogspot.com
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