PATEPERRO Y EL TIGRE JARAMILLO
Alfredo
Cardona Tobón
Sobre
la superficie terrestre posiblemente no ha existido dos mentirosos más grandes que
Pateperro y el Tigre Jaramillo, dos entrañables amigos que siempre guardo en mi
llavero.
Como
“ Dios los hace y el universo los junta”
, un día memorable esos personajes se
encontraron en la fonda de doña Lola en el
corregimiento La Bella. Después de los abrazos y los saludos alborozados
pedimos una botella de aguardiente amarillo y después de rajar del presidente y
allegados llegó la hora de hablar de las
brujas y del diablo, seres “malosos” con
espacio reservado entre nuestros
miedos y temores y tema obligado de
guaqueros, galleros y arrieros sobrevivientes, pues todos ellos se han acostado con una bruja o tomado trago con el
diablo.
Antes
de empezar es menester decir que nadie
supo de donde vino Patepero ni se le conoció nombre alguno, es un jugador “culichupado” y tomatrago que se las
da de espiritista y habla familiarmente
de las brujas y los aparecidos. El Tigre
Jaramillo,, en cambio, es un filósofo mamador de gallo y miembro de encumbrada familia calarqueña, es un mono ojizarco y desteñido, contador de
chistes, conocedor de chismes, que cura el mal de ojo y hace retornar a las
ingratas, quien además de ser especialista en magia
negra, afirma conocer a Buziraco y es compinche del diablo de Riosucio.
Así pues,
en esa noche de murmullos y cañazos, se juntó el hambre con la necesidad , los
mitos con la leyenda, para adentrarse en
un mundo tenebroso donde están bajo
llave los arcanos de lo desconocido.:
- A mí me
raptó una bruja. empezó diciendo
Pateperro que se quitó el sombrero
y se acomodó en un taburete de cuero. Aunque no me crean, agregó
Pateperro , y lo consideren como uno de mis cuentos, a mi me robó una bruja
cuando estaba pollo
¿Cómo
así Pateperro?- contanos- como fue eso-
le contestó uno de los gotereros que se arrimaron a la
mesa .a libar trago gratis y a a reírse de las exageraciones de los dos
amigotes.
-“Yo
tenía calzones cortos y barba lampiña,
agregó el Tigre, era un muchacho pispo y “volantón” que jugaba dado y me las daba de
macho de pelo en pecho . El día que les
cuento llegó la medianoche, yo estaba despierto pensando en muchas cosas, de pronto menguó la luz de la vela y por un hueco en el zarzo asomó una mujer jechona parecida a una vecina de la
finca. Apenas la vi me di cuenta que era una bruja, muerto de miedo me tapé con la cobija y ella se me tiró en
plancha y sin hacer bulla me llenó de
besos y me llevó por los aires hasta una casa deshabitada donde me sacó jugo
hasta que amaneció, entonces me soltó y
yo cogí camino hacia la casa de mis padres todo desbaratado y magullado”.
Pateperro
encendió un cigarro y siguió con la
narración :”“Mi mamá me abrió la puerta y no me creyó la historia y mi padre me encendió a los fuetazos por haber llegado a esas horas mientras mi hermanita Inés Amelia no hacía sino reírse y burlarse cuando me dieron rejo por
sinvergüenza y vagamundo”
.
¡ Qué
pasó con la bruja? preguntaron a
Pateperro intrigados con el cuento.
Pues
no supe nada más , parece que la
bruja estaba de paso y tenía asiento en Puente Iglesias donde trabajaba
como copera y se entretenía engatusando
a cuanto
montañero se atravesaba en su
camino..
Pateperro apuró otro aguardiente y mientras lo saboreaba con una
rodaja de mango con sal el Tigre Jaramillo le arrebató la palabra para
asegurar que las
brujas eran inofensivas y que al único
que había que temer era al diablo, o
Belcebú o el Putas que en mil formas era el Enemigo Malo que
hacía perder al alma a los cristianos..
El Tigre
Jaramillo antiguo combatiente de Corea, ducho en ciencias esotéricas y
espantos, enamorado y jugador de dado relevó a Pateperro y continuó la sesión con sus encuentros con el diablo:
“Fue
una noche sin luna-, empezó diciendo El
Tigre Jaramillo- Yo Regresaba de Guática en un Ford 48 y viajaba sin pasajeros. Al llegar
a la curva de los Guapacha el carro se
apagó y sin manera de comunicarme para buscar un mecánico, o quien me remolcara, me dispuse a esperar la madrugada
en medio de la neblina y el temor a lo desconocido:
La
horas se hicieron eternas. De pronto vi un resplandor- añadió el Tigre- y observé una luz viva que parecía caminar sobre la carretera destapada. La aparición se detuvo frente al vehículo y apareció un enorme
perro echando babaza y chispas por sus
fauces.
El perro no ladró pero dio vueltas alrededor del vehículo. Es el diablo pensé y empecé a rezar el credo, pero las oraciones no le hicieron ni cosquillas. Al fin el sol de la mañana despejó la neblina y con el día desapareció el espanto..
Mucho cuento tan reforzado- dijo pasito uno de
los gotereros, y como Pateperro se demoró en la trastienda ,
El Tigre, amo y señor del patio, continuó hablando de sus encuentros cercanos con el demonio:.
Lo
del perro fue miedoso, pero hubo otro
encuentro con el Putas que casi me hace orinar del susto, continuó diciendo El
Tigre Jaramillo, ustedes se acuerdan que yo tenía un bus escalera que transportaba carga y pasajeros y “bambuquiaba”
entre Riosucio y Quinchía. Se acuerdan que en el capacete llevaba cajas e iba un
ayudante que bajaba y cuidaba la
mercancía. En ese trote me preguntaron
por el viejito arrugado que veían a
menudo en el capacete enfundado en una ruana negra.
“Yo
no me había dado cuenta del extraño pasajero, pero al repetirse la pregunta en uno de los viajes detuve el bus escalera y me subí al capacete. Y sí, allí estaba
acurrucado un viejito arrugado. Me acerqué para ver si lo identificaba y el viejo se levantó de un salto, desplegó
unas alas como de murciélago y se elevó
diciendo groserías y echando maldiciones”..
Las
horas corrieron entre cuentos y aguardiente, doña Lola empezó a trancar las
puertas, así que nos despedimos y cada
uno se dirigió a su casa con el temor de
encontrarnos con una bruja o con el diablo en algún recodo del camino.
Aunque
se afirme que no hay que creer en brujas
y espantos, desde la reunión con Pateperro y con el Tigre quedé medio maluco y
por lo que pudiera pasar me
asomo debajo de la cama antes de acostarme, no sea que a media noche, cuando le eche mano a la bacinilla, me salga algún espanto..
.
*historiayregion.blogspot.com
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