ANTONIO JOSÉ RESTREPO
Alfredo Carona Tobón
“Adios honduras del Cauca
Sepultura de hombres
vivos
Donde se amansan los
guapos
y lloran los
afligidos”
Antonio
José Restrepo con su airoso sombrero
echado hacia atrás, la ruana de forros
vivos terciada al hombro y al costado el guarniel de cuero de nutria podría ser
el retrato de un patriarca antioqueño,
pero también pudo haberse
identificado con el caballero que caminaba indiferente a la gloria popular
entre la gente que al verlo pasar por las calles de Bogotá, Medellín o El Havre decía con respeto “Ahí va el
doctor Restrepo”.
“Ñito” anduvo en todas las disciplinas sin necesidad
de cartones, además fue coplero, masón, gallero y diplomático. Sus vastos
conocimientos fueron el reflejo de sus maestros y de sus recorridos por el mundo, junto con una memoria prodigiosa que lo convirtió en una “caja de música” donde la pluma demoledora se combinaba con la palabra
encendida-.
“Nací
en la población de Concordia, pero he vivido en guerra” solía decir Antonio José Restrepo, un paisa
de todo el maíz cincelado en las ariscas breñas de Antioquia y pulido
en las arenas del río Cauca
.Las
trovas y los cantos calaron hasta lo más hondo del alma de ”Ñito”. En socavones
y tremedales, en el mostrador de las fondas y en los recintos augustos de la
inteligencia, Ñito sorbió el espíritu de su raza. Fue labriego y tribuno , liberal
sin renuncias y un líder que hipnotizaba
multitudes. Ñito chocó con las autoridades eclesiásticas pero cultivó la amistad de los curitas de pueblo, el obispo de Medellín lo excomulgó por sus ideas y en la
aldea de Victoria sufrió los baculazos
cordiales del párroco que se oponía a los amores prohibidos de Restrepo con una
muchacha de nombre María de Jesús Castaño.
El cura manda en su
iglesia—
Y el pastor en su rebaño
Y Antonio José
Restrepo
En María de Jesús
Castaño
Así
respondió Ñito al levita y con discreción continuó gozándose la ochavona mientras su amigo de sotana dejaba de entrometerse en la vida privada de
Restrepo.
Ñito defendió los intereses de Colombia en el litigio limítrofe con Venezuela
y participó en las negociaciones del Canal de Panamá orquestadas por los gringos y los franceses; representó al país
en la Sociedad de las Naciones y atendió exitosamente su
bufete de abogado en Europa y los Estados Unidos.
Antonio José Restrepo nació en 1855, trasegó por minas y socavones del
suroeste antioqueño, templó su carácter en Medellín y Bogotá y se convirtió en
hombre de mundo en las palestras
extranjeras. Su voz se apagó. a fines de
marzo de 1933 en la ciudad de Barcelona en España donde una caja de roble
chapada de plata recibió el cuerpo que zarpó de costas extrañas rumbo a la patria colombiana
Ñito fue
labriego de corazón y ciudadano del mundo. “El código penal es un perro bravo que solo muerde a los de ruana” afirmaba- y entre
leyes e incisos luchó en cortes y
juzgados contra la corrupción y el abuso..Ñito patrocinó cementerios laicos y
fundó periódicos dando como prenda sus
acciones mineras.
La
cultura amplia y universal se evidencia
en los escritos agiles y amenos de Restrepo, entre sus obras figura “Fuego graneado” dedicado a su
padre Indalecio, están el “Cancionero
antioqueño y “ Sombras chinescas”, en
Medellín fundó el periódico “La
Lechuza” y en Bogotá editó“ El Heraldo” y publicó
“La República” y “Santo y Seña”.. Ñito combatió lanza en ristre la Regeneración
Nuñista y en la década de los Sociedades
Democráticas y las Sociedades Católicas enfiló
baterías contra la alianza de los clanes eclesiásticos y conservadores.
Con su hermano Benicio colonizó
las vegas del río Magdalena en la la
zona del Tolima donde sin importarle la
filiación política gestionó la creación del municipio de Samaná, poblada por
una comunidad conservadora e impulsó la región con las haciendas de “El Mulato”, “La Victoria”, Andorra”, “Indalia,”
donde se sembraron pastos, derribaron selva, sembraron café y cacao y explotaron la
mina de oro “La Bretaña”.
..”A un lado
serpientes, alacranes, avispas, tarántulas, ciempiés, hormigas, trasgos,
fantasmas, diablos y demonios que aquí va un hombre con hambre..” decía Benicio y atrás iba “Ñito como uno de
los titanes que hicieron frente a los bichos, las fieras y a las fuerzas malignas de la manigua.
EN
LA GUERRA
En
la guerra de los Mil Días estaba Restrepo defendiendo los intereses de la Casa
Punchard en Europa y lo llamaron los
directivos del liberalismo para que negociara y transportara armamento desde
Venezuela con destino a las fuerzas
revolucionarias liberales. Ñito dejó sus negocios y se
puso al servicio de su partido. En el tránsito por El Catatumbo cayó víctima de
la fiebre amarilla y se vio en peligro de muerte, pero recuperó la salud y en medio de las mayores dificultades llevó
el armamento a Cúcuta.
Al
fundarse la Universidad Libre, Antonio José Restrepo hizo parte del Concejo Directivo que presidió durante diez años
.Cuando se estableció el Cementerio Llbre de Circasia, Ñito lo apoyó con dinero y compuso el himno a los muertos que está gravado en una placa de mármol situada en su entrada al lado
del busto de Ñito y empieza con los siguientes versos:
“ A ti vengo a buscar
el reposo
que a los libres ¡ Oh
tumbas les das;
Cual la esposa que
abraza al esposo,
Tu me abrazas por siempre
jamás.”
Contra todo lo que pudiera
pensarse las cenizas de Ñito están en Bogotá, esperando que los antioqueños las lleven a su tierra . Así pagan nuestros compatriotas a quienes han
dedicado su vida al servicio de sus comunidades.
* historiayregion.blogspot.com
alcartob@gmail.com
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