EN LA ALDEA DEL ROSARIO- ACTO FINAL EN 1905

 

ACTO PUBLICO EN EL CORREGIMIENTO DE EL ROSARIO EN NOVIEMBRE 19 DE 1905.



Jurado calificador compuesto por Pbro Dr. Marco Antonio Tobón,  inspector local, Don Eleazar Uribe Inspector de policía, Francisco Tascón secretario. Asistieron los alumnos de las escuelas de niños y niñas, los alumnos del Liceo La Merced, padres de familia e invitados especiales  al local ocupado por los Talleres de artes y oficios, en sesiones  de 11am. a 3pm y de siete a nueve de la noche.

El acto incluyó la lectura de las calificaciones, exámenes de alumnos del Instituto  de La Merced en francés, aritmética y religión,  recitación de piezas escogidas con entreactos de buena música, exposición de tejidos y planas de escritura y discursos sobre temas varios pronunciados por los alumnos, el director de la Escuela de varones y por  el director de los talleres.

 

DISCURSO PRONUNCIADO POR LA  SEÑORITA DOLORES BEDOYA

-ACTO FINAL  EN  LA ESCUELA DE EL ROSARIO- 1905-

El timbre de gloria que enaltece a la mujer y la pone en posesión de su  destino en la tierra con credenciales  para la eternidad no hay que buscarlo en la hermosura,  porque esta anda a medias con la suerte de las flores: el   céfiro que a la mañana las acaricia ávido de su perfume y a la tarde las  desprecia por marchitas. No hay que buscarlo en{ las riquezas, son un montón de brillante polvo que no  sabe resistir  a los huracanes del infortunio y al desaparecer solo d eja huella sombría con manantial de ponzoñosa amargura; no hay que buscarlo en la nobleza, título vacio inventado por el mundo, desdeñoso de seguir el derrotero común de la humanidad que tuvo origen en una sola cuna, ysu fin temporal  es el  mismo para cada uno de sus miembros, una tumba silenciosa y fría.

Si  señores:

Esa piedra filosofal para hacer el oro de la mujer, solamente se encuentra en la educación y la virtud, estas son las únicas que constituyen el verdadero timbre de gloria para la mujer, estas son las únicas que proclaman muy alto su misión sublime sobre la tierra y responden del éxito brillante de su oculta y misteriosa labor en el seno del hogar. Esta con la educación y en la virtud  consigue de la familia y la sociedad, lo que no pasa de ser un sueño; para los magistrados en sus leyes saturadas de amenazas, para los filósofos en sus  especulaciones, para los moralistas en sus preceptos.

Dadme veinte, trelinta y más matronas educadas y virtuosas en toda sociedad, y  sus hijos y sus esposas y demáa allegados estarán atraídos hacia el poderoso imán de sus virtudes y aunque el  abrazo del mal sacuda fuertemente la nave del hogar,la mujer honrada y virtuosa es piloto intrépido, remero infatigable a la par que salvadora del naufragio.

La familia es el origen de la sociedad, la mujer es el alma de la familia, si a la mujer se la educara con esmero, si a su educación se le diera la importancia que merece, la mujer realzaría la familia y esto pasaría necesariamente a la sociedad y salvaría  al mundo de caer al abismo.

Los padres de familia pagan hoy muy justamente su doloroso tributo a a la decepción, en vista del triste bamboleo de las masas sociales, dejando en torno irreparable desfalco d d3esmoralización  y lagunas de lágrimas y sangre.

No temo engañarme, todo esto se debe al descuido con que se ha mirado  la educación, que se considera por muchos como un deber de simple carácter secundario.

Doloroso es decirlo, pero es la verdad al fin. Mucho cuidado se tiene en explotar hasta con usura  las dotes físicas de la juventud en pro de los intereses temporales  que  pasan con nosotros, y no pocas veces se nota el abandono en explotar  las dotes intelectuales en provecho de los intereses eternos.

A fe mia, que en el piélago tempestuoso conque se anega el mundo, solo surcan seguras las naves que llevan por fana el don divino de la educación y la   virtud..

Si señores: La felicidad, el honor y la gloria de vuestro hijos no está en la hermosura, ni en la riqueza  ni en la nobleza, porque entonces serían  inmensamente desgraciados todos los seres a quien la naturaleza  negó aquelllas dotes.

E#l verdadero timbre de gloria consiste en la educación y en la virtud, Aquellas son parcas que pueblan al mundo de víctimas y estas son deidades que lo pueblan de  héroes y heroínas y el cielo de santos.

Si al hogar debo mi vida física y moral a la escuela debo mi vida intelectual.: La escuela es el templo donde en la tierra se le rinde el culto del estudio a la sabiduría y en recompensa nos viene la luz de la verdad.¡ Bendito templo a tu sombra he adquirido las verdades a que tenido en esta vez, la satisfacción de exponer a los que me han hecho el honor de escucharme¡

Es muy justo daros queridas compañeras, una voz de aliento para que no desmayeis  en la importante obra de  vuestra educación.

Doy a nombre de nuestros padres y en el vuestro y en el mio propio, la más expresivas gracias a nuestra directora que con maternal esmero, nos ha comunicado sus luces y nos ha estimulado con su ejemplo para la virtud.

Porque como dice un sabio poeta:

La ciencia sin virtud, es como el árbol

Que se ostenta en abrir verde y frondoso;

Qu e extiende su ramaje majestuoso

Y no da nunca, ni un fruto ni una flor,

Pero un solo hombre con virtud y ciencia

Puede cambiar la faz de las naciones,

Hacer felices mil generaciones

Y llenar a su patria de esplendor.

 

 

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