EL GRAN COLOMBIANO
Por Ramiro Tabares Idárraga*
Es un título poco otorgado a lo largo de la historia del país. Pocos han
tenido ese reconocimiento. Considero a Otto
Morales Benítez, merecedor del mismo sin recelo, según el legado y
aportes a la sociedad colombiana. Como Jurista, político, escritor y académico,
tuvo influencia en la sociedad del siglo XX, dada su cercanía y empatía con la
dirigencia liberal y para los gobiernos conservadores, era un fijo en los gabinetes
y altos cargos; dada su esencia de hombre íntegro, conciliador y sobre todo
negociador.
Nace en 1920 a la sombra del cerro Ingrumá en su Riosucio del alma,
termina bachillerato en Popayán y se gradúa de abogado en la UPB de su adorada
Medellín en 1944. Desde muy joven se vincula con los movimientos estudiantiles
reformistas de apoyo a los gobiernos liberales, en la apertura de nuevos y
mejores escenarios para el debate público de temas como la educación, la
libertad religiosa y algo sobre lo que era su pasión el derecho laboral. Como
Ministro del Trabajo de Lleras Restrepo logra expedir normas vitales para la
defensa de la clase trabajadora y otras complementarias relacionadas con la
estabilidad, la calidad del empleo y el aseguramiento. En el gobierno de
Belisario Betancur, fue designado Comisionado de Paz, por su espíritu
conciliador y tolerante. Logra penetrar ese berenjenal de
las intrigas, odios e intereses de aquellos que les gusta la guerra;
permitiendo acercamiento entre los diversos actores del conflicto y
facilitando el camino para la firma de los primeros acuerdos de paz.
Jorge Emilio Sierra en el libro “Protagonistas de la economía
colombiana”, lo define como un humanista, siempre efusivo y cordial. Buen
conversador, defensor de la cultura popular, de la cual creía ser
producto. Comprometido con su región del gran Caldas, y paisa acérrimo,
aprovecho el paso por el congreso para gestionar partidas presupuestales
destinadas a preservar la cultura, educación y tradiciones de esos
pueblos. Autor de más de doscientos libros, miembro de
notables academias; también le alcanzó para recibir varios
doctorados honoris causa de universidades colombianas y de otros
países. Su familia para preservar su legado y que nuevas
generaciones puedan estudiar los planteamientos centrales de su prolija obra
creó el Centro del Pensamiento Otto Morales CENTOTTO, desde el cual sus lectores
y fundadores hacen aportes para superar esa sociedad acrítica, pasiva y
permisiva que los modelos educativos oficiales impusieron.
El doctor Morales Benítez, tuvo una vida pública activa. Desde numerosos
cargos le apostó al cambio de modelo a fin de superar las inequidades. Tuvo la
oportunidad de ser presidente a nombre del Partido Liberal, pero las intrigas
de palacio y la corrupción de las mangualas de empresarios no lo permitieron.
En 1985 cuando estaba en la baraja de los pre candidatos del PL, López Michelsen
metió la mano e impusieron a Virgilio Barco. Morales Benítez lideraba un modelo
progresista. Barco pasa a la historia como uno de los mandatarios más ineptos e
incompetentes, además de tener una visión ultra conservadora y radical frente a
los cambios necesarios para la transformación social, económica, cultural y
económica del país.
La vida y obra de este gran colombiano, es necesario analizarla dentro
del contexto de esa Colombia violenta, excluyente y mojigata del siglo pasado.. Con
sus dotes de buen orador, excelso escritor y referente crítico, abogó por la
instauración de mejores condiciones de calidad democrática, y la defensa del
patrimonio cultural de los pueblos.
- El
autor del artículo es docente universitario, escritor oriundo de Quinchía,
vinculado a las actividades
culturales y cívicas de Pereira.
En 2019 History Chanell escogió el Gran Colombiano mediante un concurso de varias etapas donde la ciudadanía presentó sus candidatos mediantes unos parámetros establecidos por la Cadena de TV.
Inicialmente se podía votar las veces que se quisiera y a medida que se decantaban las tendencias se limitó el voto a una sola persona.
Así que la selección se sesgaba de acuerdo con la campaña o las actividades desarrolladas en favor de los personajes propuestos que podían estar vivos o ser parte de la historia. Los mejicanos escogieron como Gran Mejicano a Benito Juárez y en el abanico de nuestros candidatos estuvo Jaime Garzón, Elkin Patarroyo, García Marquez, Antonio Nariño y Alvaro Uribe Velez.
Los seguidores políticos de Uribe Vélez hicieron campaña y votaron como en sus más recias batallas electorales y el presidente Uribe fue elegido como el Gran Colombiano por encima de todos nuestros próceres, científicos, deportistas, artistas, benefactores y literatos
No todo mundo quedó de acuerdo con esa elección y entre los descontentos el abogado y politólogo Guillermo Aníban Gartner Tobón demandó ante History Channel el mentado honor basado en los antecedentes de Uribe, sus problemas con la justicia y su discutida presidencia.
Así que Ramiro Tabares Idárraga en estos días de confinamiento y reflexión rescató la figura de Otto Morales Benítez, este si con los meritos suficientes para haber figurado como el Gran Colombiano. Por ello su artículo y un recuento de los méritos olvidados por la mayoría de nuestros compatriotas.
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