EN LA ESQUINA DE " CACHACO"

LA HISTORIA DE UNA ESQUINA

Alfredo Cardona Tobón*


La esquina norte del parque Bolívar de Quinchía es uno de los sitios con más historia del pueblo. Es el punto cero del municipio  y el corazón del centro del poblado.  En sus vértices hubo tres edificaciones de dos pisos con balcón que le dieron fisonomía propia a la zona, una de ellos sirvió de tribuna al presidente Eduardo Santos cuando por primera vez un presidente visitó el municipio; luego se convirtió en el club social y desapareció en un incendio que fue provocado por manos criminales para cobrar un seguro; la otra casa malamente remodelada está en pie y  abusivamente tapa la vista del cerro Gobia desde la parte baja del pueblo; en la primera planta de la tercera edificación está el “Café Lux”  y en la segunda planta vive la familia del finado concejal Gilberto Cano, llamado “Cachaco” por sus amigos.

El Café Lux, o  “Café de Cachaco”, es  un establecimiento que tiene más de  ochenta años de fundado. Perteneció primero a Zócimo Gómez, luego a Toto Betancur, después a Horacio Tobón y por último a Gilberto Cano. Este sitio decorado con tallas en madera, tiene billares y bar y allí se expende un café especial de la variedad Borbón que aún se cultiva en los minifundios quinchieños. El establecimiento es escala obligada de cuanto personaje llega al pueblo; es una atracción para los turistas y los amantes del tango que encuentran allí una de las colecciones más completas  de música sureña de todo el departamento de Risaralda.

En tiempos de Toto  Betancur, por allá en 1942, se instaló en el “Café Lux”  la primera nevera del pueblo ; era un aparato enorme que funcionaba con petróleo, pues el voltaje de la Planta eléctrica del municipio solo servía para hacer funcionar radios y unos bombillos anémicos que apenas alcanzaban a parpadear en medio de la noche. Fue en ese entonces cuando  los quinchieños conocieron el hielo y los helados y el “pan chino” que guardaba Toto en la nevera para protegerlo del moho.

Cuando en los años sesenta del pasado siglo  el “Capitán Venganza” firmó la paz con el gobierno del Frente Nacional se celebró el acontecimiento con un opíparo almuerzo servido en las instalaciones del “Café Lux”. Fue un respiro  de paz que duró poco tiempo, pues gobierno y alzados en armas no tardaron en desconocer  los acuerdos pactados y se recrudecieron los actos violentos por parte y parte de los comprometidos.

En 1949 la policía dependía del poder  civil y ello se prestaba para la conformación de fuerzas sectarias que favorecían  los intereses del gobierno de turno.  A principios de  1949 habían retirado al policía Horacio Agudelo por quejas de la comunidad, pero  ante la insistencia de los jefes conservadores de la localidad reintegraron al gendarme, quien envalentonado volvió a las andadas.

El 4 de junio, Agudelo  se emborrachó y se la dedicó a varios ciudadanos que reaccionaron y se armó la pelotera. Los soldados destacados en la zona urbana intervinieron  y empezó el  combate entre la policía por un lado  y los soldados respaldados por la ciudadanía liberal en el otro bando.. El ejército y  los particulares se atrincheraron   en la esquina del “Café Lux” y los policías se parapetaron en el segundo piso de la Casa Municipal situada en la otra esquina del parque Bolívar.

En la refriega cayó el ciudadano Mariano Monroy, fueron heridos los soldados Benito Plata y Rogero Ardila y  también el agente de la policía Julio Marín. Tras varias horas de abaleo la intervención del alcalde Martín Garcés y del padre Alejandro Jaramillo  paró la violenta confrontación. Dos días después el gobernador retiró la policía y el ejército quedó al control hasta que fue relevado por otros  agentes de la policía que tampoco garantizaron la seguridad en Quinchía.

“Cachaco”  fue un importante político de la provincia risaraldense, fue alcalde, diputado y líder de una fracción liberal que apoyó al oficialismo del partido. El café Lux, o de Cachaco,  fue el centro de operaciones de su fracción política; allí llegaban Pedro Nel Mesa, Isabel Marulanda, César Gaviria y demás directivos liberales; también los estudiantes interesados en el proceso trágico de la comunidad quinchieña y los turistas atraídos por los bellos paisajes del municipio..

Además de la historia del Café Lux  que se confunde con la de “Cachaco”,  el segundo piso,  decorado igualmente con tallas en madera,  también  tiene su historia: Allí una dama española casada con un señor de apellido Paniagua estableció el primer hotel del pueblo; la bella dama enseñó a los vecinos a gustar de la buena mesa, a catar los vinos y  a soñar con tierras lejanas de  zarzuela y de mantones.Allí se reunían el médico Congote, el boticario Duque,  los Tobón, los Uribe, Gómez y Trejos para dar vida a un mundo  pueblerino, grato y unido, desbaratado  por la violencia entronizada por Gilberto Alzate Avendaño y sus  Euménides cuyas atrocidades no tienen perdón de Dios.

*  http://www.historiayregion.blogspot.com

 


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