CONSEJOS DEL DOCTOR OTTO MORALES BENÍTEZ
Alfredo Cardona Tobón
En esta carta enviada por el Maestro Otto a Alfredo Cardona Tobón van varias recomendaciones que podrían servir en grado sumo a quienes nos atrevemos a descorrer el manto de la realidad de nuestros pueblos. Es un escrito oportuno al acercarse otro aniversario del nacimiento del doctor Otto, un personaje cimero de las letras suramericanas.
Así dice la carta del doctor Otto Morales Benítez, que se trascribe tal como la envió presentando excusas por los conceptos personales, que el doctor Otto expresó tan benevolamente:
Bogotá D.C 22 de noviembre de 2001
Doctor
ALFREDO CARDONA TOBÓN
Barrio Belén
Manizales
Apreciadísimo Alfredo:
La página sobre Rafael no la he leído. Espero que me la remita. Lo estudio con mucho provecho. Usted está rescatando la historia de Caldas, la que nadie quiere ver. Su minuciosidad y precisión, son de riqueza impresionante.
¿ Usted por qué no trata la historia total de Caldas, en la parte que usted se ha especializado?. Pero que sea un trabajo pensando, calculando, ordenado de principio a fin. Y lo puede hacer siguiendo la publicación de artículos en el periódico. Para que usted se de cuenta que se puede hacer, le reproduzco lo que escribí a Rubén Castillo Gil en Panamá la semana pasada de cómo lo hacía yo. Quizás esto le sirva.
Leamos:
“ Le voy a contar algunas de mis experiencias. Siempre he sido periodista. He escrito mucho para los periódicos más importantes del país. Me formulé algunos propósitos: escribiría notas que se pudieran recoger- más tarde- en libros. Por ejemplo, así sucedió con parte de lo que integra mi volumen “Aguja de Marear”.
“Pero, además, tuve otros afanes: como en los diarios sólo admiten cierta extensión, llegué a planear ensayos y los dividía en los pedazos que publicaba el periódico, y que para el lector fueran como textos independientes. Después con pequeños ajustes, los integraba como un ensayo. Más tarde, conformaban libros o parte de éstos. Porque no se justifica hacer un esfuerzo de tal naturaleza y, que luego, desaparezcan reflexiones que uno desea que las compartan otros lectores en ediciones diferentes.”
Cuando ambicionaba que la nota sirviera para libro o que llegara a integrar un ensayo, entonces trabajaba con mucho rigor el tema : lo estudiaba; lo ordenaba y escribía con el Diccionario de Sinónimos vigilándome. Les daba, pues, una prelación en mis afanes de escritura.”
“Y había un resto de notas que cumplían su
labor periodística.”
“Como usted es un hombre de estudio, le
ofrezco esas pequeñas experiencias”
“ Si encuentro un ejemplar de “Aguja de
Marear”, se lo envío, pues allí aparecen capítulos que trabajé con la decisión
de que llegaran a hacerlo.”
Leí la página del Día que cantó el Turpial. Es bella y escalofriante. Aquí viene otra propuesta:
Llevo años sugiriendo a muchos historiadores que escriban lo que saben de la violencia de 1946 hasta la caída de Rojas Pinilla. A otros les he propuesto que recojan la historia oral de lo que aconteció, pues quienes la padecieron y la vivieron, se están muriendo. ¿ Usted Alfredo, porque no escribe-en orden, con disciplina – lo que aconteció en Quinchía, lo más que sepa del occidente y de Caldas. Es una obligación moral. No lo olvide.
En Caldas la historia oral de la violencia, la trabaja el profesor Ricardo Castaño. Pero necesitamos textos de tanta calidad como los que usted puede concebir.
Espero buena y positivas reacciones a mis propuestas.
Va el mejor saludo de,
Otto Morales Benítez.
Otto Morales en sus noventa y cinco años de fecunda existencia publicó más de un centenar de libros y dejó otros cincuenta escritos, el
doctor Otto abordó todos los aspectos y visiones de nuestra realidad. Colombia
perdió la oportunidad de contar en la presidencia con uno de sus mejores hijos,
pues Morales Benítez prefirió hacerse a un lado antes que seguir los
lineamientos impuestos por la camarilla oligárquica que detentaba el poder. Fue un
orientador, un mecenas y el impulsor de dos generaciones que siguen
representando la cultura en Caldas y Risaralda. Por la provincia debemos librar
todas las batallas fue uno de sus gritos de batalla y fue el liberalismo, el
viejo liberalismo que se hundió con sus banderas en el lodo de la corrupción,
la razón de su vida.
Comentarios
Publicar un comentario