La batalla en el rio Palo
La
historia del departamento de Risaralda está
ligada al pasado del Cauca, pues
su territorio dependió, hasta la conformación del departamento de Caldas, a las
ciudades de Toro y de Cartago dependientes de la antigua provincia de Popayán.
La
Primera República, o sea la que nació con las Juntas que exigieron autonomía y
derechos para los criollos, se enmarca entre la proclamación del Cabildo de
Cali, el tres de julio de 1810, hasta la
ocupación de Popayán por las tropas de Sámano el primero de julio de 1813. Este período tuvo como actores a las Ciudades Confederadas
del Valle del Cauca y sus aliados de Cundinamarca por el lado republicano
y los realistas apoyados por los pastusos, y comandados
por el gobernador de Popayán Miguel
Tacón y Rosique, decidido opositor a las Juntas proclamadas por los criollos..
En
este período se libró el 28 de marzo de
1811 la batalla del Bajo Palacé que fue el primer triunfo de los autonomistas; el 28 de
enero de 1812 los insurgentes derrotaron
nuevamente a Tacón en el combate en el
rio Iscuandé y obligaron al gobernador a refugiarse en Panamá.
Los republicanos cometieron el grave error de
enajenar la voluntad popular como sucedió con Eusebio Borrero Eusebio Borrero, un militar cruel
que apresó decenas de simpatizantes del régimen colonial en
Popayán, los amarró en parejas espalda
con espalda y los despeñó por un precipicio; para completar sus fechorías asesinó a numerosos vecinos del
caserío del Patía, quemó sus ranchos y redujo a escombros su caserío: tales atrocidades enardecieron a los
patianos y pastusos y los puso al lado de la monarquía.
Los
patriotas controlaron a Popayán , mientras Pasto y el Patia eran fortalezas
realistas, la guerra se enciende entre estas dos regiones: el 13 de agosto de
1812 los republicanos triunfan en los combates de Juanambú y Buesaco y sufren la derrota en Catambuco donde caen prisioneros el norteamericano Mauculay,
comandante de las tropas insurgentes y el gobernador de Popayán, Domingo Caicedo, a quienes los
amigos del rey pasan por las armas.
Por
orden de Toribio Montes, presidente de Quito,
el comandante español Juan Sámano ocupa a Popayán el primero de julio de
1813 y sus fuerzas hacen retroceder a la tropa patriota hasta el Valle del
Cauca obligándola después a tomar rumbo hacia la ciudad de Ibagué, aún en manos
patriotas.
El
período entre la ocupación de Popayán por la gente de Sámano hasta la derrota
patriota en el combate de la Cuchilla de Tambo comprende una etapa que
podríamos distinguirla como la Insurrección de los criollos.
Para
neutralizar la amenaza que se cernia sobre Cundinamarca y demás provincias
autonomistas, el Precursor Antonio
Nariño con el apoyo de Tunja, El Socorro y Antioquia emprendió una campaña contra los
realistas y sus aliados pastusos. Nariño venció al comandante Sámano en el Alto
Palacé el 30 de diciembre de 1813 y quince días después lo volvió a derrotar en
el combate de Calibio. Luego de retomar a Popayán. emprendió la conquista de
Pasto con una tropa de 1.500 hombres que saborearon la victoria en
los combates de Buesaco el 20 y 21 de abril de 1814 y en el Páramo de
Tacines librado en mayo de ese año.
Al
avanzar hacia Pasto un movimiento del oficial español Aymerich hizo creer que
se retiraba hacia el paso del Guáitara dejando descubierta la población, fue
entonces cuando el Precursor adelantó
una parte de su ejército y llegó hasta los ejidos de la ciudad, quedando
aislado del resto de la tropa que dirigía José María Cabal. Tras un día de
lucha, al verse rodeado por el enemigo Nariño ordenó el repliegue de su gente y
se entregó al enemigo que lo envió presos a Quito.
En
marzo de 1815 Popayán cayó nuevamente en
manos de los realistas y desde esa ciudad empezó el desplazamiento de tropas
españolas y pastusas hacia el Valle del
Cauca.. Aparicio Vidaurrázaga con 1500 soldados situó cuerpos de tropa en los
caserios de Tunia y Pescador y conminó
al general José María Cabal para que se sometiera.
Los
patriotas desplazaron tropas desde el norte y el centro del Valle hacia Llanogrande (Palmira) y las
concentraron en la orilla norte del río Palo, tratando de alejar
al enemigo de su centro de abastecimientos. Cabal envió 300 hombres como señuelo para atraer a
los realistas al campo de Japio, donde
los esperaba el ejército republicano con Granaderos de Cundinamarca y
Cazadores del Socorro y de Antioquia.
El
combate se empeñó a las cinco de la mañana del 5 de julio de 1815. Las tropas realistas desplegaron
bandera negra para indicar que no iban a tomar prisioneros ni tendrían
clemencia con los vencidos. Los
patriotas cargaron con bayoneta calada y con su caballería. En la batalla de El
Palo la derrota de los realistas fue contundente: Manuel Serviéz persiguió a los derrotados más
allá de Popayán, en tanto José María Cabal ocupaba nuevamente a Popayán
y se disponía a hacer frente a Juan Sámano que marchaba hacia el norte a
combatir a los patriotas.
El 29 de junio de 1816 se
enfrentaron las tropas de uno y otro
bando en las inmediaciones del pueblo de El
Tambo, en el actual departamento del Cauca. El ejército realista con 1400 hombres, comandados por el brigadier Juan de Sámano chocó con los 770 soldados independistas al mando del coronel Liborio
Mejía.
Los españoles atrajeron las tropas
republicanas hasta una pendiente de la Cuchilla de El Tambo, posición
alta y fuertemente resguardada con artillería. En el intento de tomar el sitio
los neogranadinos lucharon encarnizadamente por espacio de 3 horas, pero fueron
rodeados, y obligados a rendirse. Liborio Mejía escapó con algunos hombres, en
el campo quedaron tendidos 250
patriotas y en poder de Sámano 300 combatientes republicanos con todo el material de guerra.
El 1 de julio de 1816 Sámano se apoderó de Popayán. Entre los
prisioneros se encontraba el soldado José Hilario López, futuro presidente de Colombia, quien fue condenado a muerte, pero se salvó en
forma providencial; no tuvo igual suerte
el prócer quiteño Carlos de Montúfar, quien condenado a muerte fue
ejecutado en Buga..
La victoria en la Cuchilla
de El Tambo impulsó la carrera de
Juan de Sámano. El Pacificador Pablo
Morillo lo nombró comandante general y
posteriormente se le elevó a virrey de la Nueva Granada.. Con la derrota de
los neogranadinos en la cuchilla de El Tambo terminó la primera República de la Nueva Granada, y la
Reconquista Española fue un hecho, pues
solo quedó bajo el poder de los independistas la provincia del Casanare.
La
segunda fase en el proceso independentista es la que conocemos como la Reconquista
española que va desde la derrota patriota en la Batalla de la Cuchilla de Tambo
hasta el combate de El Guanábano el dos de septiembre de 1819.
Tras la toma a Cartagena por la fuerza
invasora de Morillo, los realistas entraron al Valle del Cauca por todos los
costados. Por el norte ingresó Warleta, por el noroeste el coronel Bayer y el
coronel Pla y por el sur avanzó Juan Sámano dejando una estela de dolor,
desolación y muerte. En esta época sangrienta sacrificaron innumerables patriotas,
ejecutaron a José María Cabal, a Santiago Vallecillas, a Liborio Mejía y al Fogoso Gutiérrez; muchos esclavos huyeron de las haciendas y los propietarios abandonaron
cultivos y minas sumiendo la zona en la
mayor pobreza..
Tropas granadinas
Con
la victoria en el Puente de Boyacá en el 7 de agosto de 1819 renace la esperanza de
la libertad. El virrey Sámano abandona a Santa Fe de Bogotá y se dirige a la
costa Atlántica mientras en el Valle del Cauca el comandante patriota Joaquín
Ricaurte reforzado por las guerrillas de Runel, choca el 31 de julio de
1819 con la tropa del comandante español
Miguel Rodríguez en la hacienda de San Juanito, cerca de Buga, donde la
victoria corona a los patriotas.
El
dos de septiembre de 1819 las milicias
patriotas comandadas con Juan María Alvarez dan muerte al gobernador
realista y a sus acompañantes en el sitio del Guanábano cerca del actual Miranda.
Se impide que la tropa del gobernador se
reúna con la fuerza dee Calzada que llegaba por Guanacas desde la ciudad de
Popayán, esta acción define la libertad de la región, que se ve libre de la
coyunda colonialista cuando el 5 de
diciembre el capitán Custodio Gutiérrez, auxiliado por el Jefe Militar de
Cartago,Francisco Pereira Martínez, derrota
la guerrilla realista de
Mendiguren en Riosucio y el 19 de mayo
de 1820 general Cancino destroza en el sitio de Alegrias a uno grupo de
realistas dirigido por Simón Muñoz y les
quita 300 mulas y bastimentos para las tropas realistas.
En junio de 1820 el general Manuel Valdéz derrota a Sebastián de La Calzada en
Pitayó, un pequeño pueblo cercano a Popayán, y aquí empieza el final de la causa colonialista
en el occidente granadino; Calzada se retiró a Venezuela y el teatro de lucha
se desplazó hacia Pasto, la capitanía de
Quito y el virreinato del Perú.
En
Pasto el aguerrido caudillo Agustín Agualongo mantuvo en alto las banderas
españolas hasta 1823, cuando después de décadas de lucha los republicanos
doblegaron a los valientes pastusos tras variass campañas que por su crueldad
llenan de vergüenza a los defensores de
la independencia.
Los republicanos capturaron al
valiente combatiente y ofrecieron
respetarle la vida a condición de que jurara fidelidad a la Constitución de la República de Colombia. Su
respuesta fue un tajante «¡Nunca!». Entonces fue juzgado y condenado a morir
por fusilamiento. Al ser condenado a muerte, pidió y se le concedió la gracia
de vestir uniforme de coronel realista. El 13 de
julio de 1824, ante el pelotón de fusilamiento exclamo que: Si tuviese
veinte vidas, estaría dispuesto a inmolarlas por la religión católica y por el
rey de España.[
Exigió que no le vendaran, porque
quería morir de cara al sol, mirando la muerte de frente. Sus últimos momentos
fueron de gran valor, como había sido su vida militar bravía, valerosa y
constante, se enfrentó serenamente al pelotón y gritó: «¡Viva el rey!».[]
Agualongo murió sin enterarse que el
rey Fernando VII había emitido una cédula real en la que le confería el grado
de general de brigada de los Ejércitos del Rey[.]
Comentarios
Publicar un comentario