Alfredo
Cardona Tobón
El
alza inconsulta de las tarifas de energía eléctrica movilizaron en
protesta a la comunidad riosuceña. Fue una situación mal manejada
por la policía y por los dirigentes del paro a la cual tuvo que
hacer frente Amparito Velásquez una noble dama que por entonces era
la alcaldesa del municipio.
Con
voz quebrada por la pena Amparo se dirigió a la prensa bogotana para
dar parte de los acontecimientos y con energía comunicó al
presidente Belisario Betancur los abusos contra su gente.
En
el periódico “El Pais” de Cali apareció el siguiente
artículo, que en gruesos trazos nos pone al corriente de los
sucedido ese once de octubre de 1982:
“Tres
muertos y 13 heridos era esta tarde el saldo de las refriegas
callejeras entre activistas de un paro cívico y la policía.
La
alcaldesa del municipio, Amparo Velásquez Betancur, dijo estar de
parte de los promotores del paro y acusó a la Central Hidroeléctrica
de Caldas- CHEC- de haber reajustado las tarifas en forma inconsulta.
“
Frénese
Amparito”, dijo la alcaldesa que le había solicitado el presidente
Betancur en conversación telefónica que sostuvo con él hoy.
El
comandante de la policía, capitán Alirio Vélez, resultó herido y
se había refugiado en las oficinas de Telecom.
MUERTOS
Y HERIDOS
De
un disparo causado por arma de fuego (revolver) murió esta tarde el
minero Julio César Bañol de 28 años de edad, quien recibió la
herida en la frente. Una cuadra más adelante cayó abatido por las
balas Julio Alberto Trejos. Esta mañana había resultado muerto de
un tiro, a la altura de la garganta, Henry Estrada, conductor de la
Flota Occidental y activista del paro cívico.
La
situación de orden público en Riosucio se halla visiblemente
afectada. Pese a la llegada de un piquete de 50 policías, 600
estudiantes del Instituto Nacional “Los Fundadores” persisten en
su empeño de tomarse el cuartel central de la policía.
Se
sabe de 13 heridos, entre ellos dos agentes de la policía, pero
según informes extraoficiales, hay numerosas personas que no han
acudido al Hospital San Juan de Dios sino que han preferido ir a sus
casas para que sus familiares les hagan las curaciones.
ALZAS
EN LAS TARIFAS
El
malestar en Riosucio se originó por las recientes alzas en las
tarifas de la energía eléctrica por parte de la CHEC.
Una
patrulla del ejército, llegó a las once horas a Riosucio y
abandonó la municipalidad a las cuatro de la tarde. Inmediatamente
la turba se enfrentó a piedra con la policía, cuyas unidades
utilizaron gases lacrimógenos para dispersarla. En esos momentos se
presentaron violentos enfrentamientos.
La
alcaldesa Amparo Velásquez implantó la ley seca y tenía listo un
decreto que establecía el toque de queda, lo que se considera un
hecho.
EL
COMIENZO
El
Comité Cívico constituído especialmente para promover el
movimiento madrugó a bloquear la vía y suspender las
comunicaciones viales de Riosucio con el resto del país. Una
patrulla de la policía intentó en vano persuadir a los
manifestantes para que levantaran las barricadas, pero les
respondieron a piedra.
En
confusos hechos que aún no han alcanzado a esclarecer plenamente
las autoridades, resultó muerto un conductor de la Flota Occidental,
Henry Estrada, uno de los principales activistas del movimiento.
La victima presentaba varios impactos causados con arma de fuego que
le interesaron órganos vitales.
SIN
LUZ
El
municipio de Riosucio se encuentra desde la noche del domingo sin
el servicio del fluido eléctrico. Las autoridades informaron que al
anochecer del domingo estalló un petardo de alto poder explosivo
en un transformador de redes de conducción entre el municipio de
Risaralda y la población de Riosucio.
A
consecuencia de la explosión, la municipalidad quedó a oscuras y
mientras los directivos de la CHEC sindican directamente a los
promotores del paro, el dirigente Eduardo Quintero denunció la
presencia de “ gentes ajenas al movimiento que quieren ganancia de
pescadores en rio revuelto.”
La
CHEC destacó inmediatamente una cuadrilla de trabajadores que hacen
ingentes esfuerzos en procura de la reconexión eléctrica.
Luego
de que los protagonistas del paro fueron obligados por la policía
a retirarse delas barricadas que levantaron sobre la carretera, se
formaron turbas enardecidas en la calle séptima, la principal de
Riosucio. La policía intentó retirarlos pero se presentaron
sangrientos enfrentamientos.
EXIGENCIAS
El
dirigente Eduardo Quintero, cabeza visible del paro cívico condensó
las exigencias que se vienen formulando para garantizar el rápido
establecimiento de la tranquilidad ciudadana;
-
Rebaja inmediata de las tarifas eléctricas
-Libertad
de los manifestantes detenidos en Riosucio y Supía.
-
Reinstalación del servicio de energía interrumpido en Riosucio.
EN
SUPÍA
El
paro se extendió a Supía. La situación allí transcurrió en
medio de completa calma. Sin embargo el presidente del Comité
del paro en Supía, Carlos Silvio Maya, fue retenido por la policía.
LOS
HERIDOS
La
lista oficial de heridos es la siguiente: Capitán Alirio Vélez,
Lia Taborda, Nidia Trejos de M, Aldemar Becerra, Jaime Agudelo,
Carmen Lia Suarez, Alba Luz Zapata, Cecilia Betancur, José Reyes y
una menor sin identificar. Fue incendiado el vehículo del médico
Augusto Gartner y apedrearon una tractomula.
TESTIMONIO
DEL SACERDOTE JAVIER ESCOBAR, PÁRROCO DE SAN SEBASTIAN.
“
El
capitán Vélez provocó la ira de la gente, que actuaba
pacíficamente al proceder violentamente contra ellas para hacer que
reabrieran la carretera central que estaba taponada por el paro
cívico.
El
oficial mantuvo su actitud de violencia contra el público que
continuaba apedreando la policía, hasta cuando fue herido por una
piedra. Entonces se enfureció y disparó contra un joven,
matándolo, cosa que hizo enfurecer a la gente, debiendo el oficial
esconderse en las oficinas de Telecom para salvar su vida.
…
los
policías debieron correr y disparar para salvar sus vidas. Al llegar
al cuartel en la misma calle de la iglesia de San Sebastián, en el
centro de Riosucio, la policía mató a otro civil.
Después
persiguieron a otro, a un campesino, lo persiguieron, lo vimos
perfectamente desde aquí, frente a la casa cural, a una cuadra del
templo parroquial y también lo mataron…. “
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