Alfredo Cardona Tobón
Bernardo Loiza
Ignoro
si a los vecinos de “El Contento” se les llama
contentos , contenteños o contentunos
y si en verdad su comunidad se
ajusta al nombre de la vereda, lo que parece ser así al ver el caserío con sus casas pintadas, una
excelente escuela, bonita capilla, la Estación de Gasolina con restaurante y
minimercado, colegio de bachillerato muy cerca, buen transporte y vía
pavimentada.
El
Contento está a diez kilómetros de Pereira sobre la carretera que lleva al
municipio de Alcalá. El poblado compuesto por unas cuarenta casas, es una
franja larga entre la carretera y la quebrada Piedras Negras con los cultivos
de Buenos Aires por un lado y la hacienda Asturias por el otro.
El
Contento nació al lado de las fincas cafeteras que dieron trabajo a los vecinos, hoy es
simplemente una aldea dormitorio, pues
el trabajo hay que buscarlo en Pereira, ya que la ganadería y los frutales
utilizan muy poca mano de obra.
Bernardo Loaiza llegó al lugar cuando apenas
había cuatro casas y la fonda de” El Contento”
cuyo propietario era Foción Tamayo y estaba ubicada donde hoy está la
“Tienda y Peluquería Ruby”. Era el año de 1948
y según testimonio de los viejos habitantes en esas casas vivían Pio Pineda, Alberto Mendoza, Marcos Marín
y Francisca Valencia.
La
fonda El Contento era un parador de arriería; allí llegaban las recuas
provenientes de las veredas vecinas con el café con destino a la Estación la
Selva, donde el tren recogía el grano con destino a las trilladoras de Pereira
y Cartago.
Francisca Valencia tenía un extenso lote que
fraccionó y vendió para que allí levantaran sus casas la familia Gómez, Emilio
Britto, la familia Espinosa, Jesús Pérez, Manuel Patiño y Alberto Quezada;
Bernardo
Loaiza recuerda que su padrastro Rómulo
Vásquez salió de Córdova, Quindío, y se
instaló provisionalmente con su familia en
la casa contigua a la capilla,
que servía de alojamiento al sacerdote que regularmente prestaba la
atención espiritual a los vecinos. Era la época de las grandes fincas cafeteras
como “Asturias” de Diego Trujillo, La
Esmeralda” de Caridad Trujillo, “Buenos Aires” de Jorge Hernán Restrepo, “La Isla”,
“ El Diamante” y “Santa Rita”.
Bernardo
no asistió a la escuela, sus salones de clase fueron los surcos y los cartones
los refrendó la Universidad de la Vida; cogió café desde pequeñito, aprendió a
ordeñar y no hubo quien lo siguiera desmatoneando los potreros.
En los domingos y días de fiesta un vecino apodado
“El Zarco” instalaba un altoparlante en el atrio de la capilla. El
volumen era tanto que la música se oía
hasta el corregimiento de Cerritos. Para recoger dinero se organizaban festivales gastronómicos. Todos a
su medida colaboraban con las obras de
El Contento : Doña Teresa Restrepo cedió el lote para la escuela, Doña Cruz Restrepo,
propietaria de un tejar, donó materiales de construcción y se consiguió el
apoyo de Oscar Vélez Marulanda, llamado
“El Plumón” por los pereiranos, para iluminar la vía central del caserío
Vista del Contento
Vista del Contento
IMÁGENES DEL PASADO
En
los álbumes fotográficos de doña Noira
de Loiza está el pasado de El Contento, es el registro de la historia de una
comunidad que progresa pese a las limitaciones, en ese álbum se aprecia la
primera capilla con la cruz que se incrustó en el atrio al caer aparatosamente
en el terremoto de 1979 y se ven las
fotos de los estragos causados por el
represamiento de la quebrada Piedras
Negras en el invierno de 1977 .
En
el pasado de El Contento sobresalen algunos líderes cuyas huellas siguen
frescas en la memoria colectiva como Oscar Fernández, primer presidente de la
Junta de Acción Comunal; la educadora Adiela Santa, formadora de varias generaciones
recientemente fallecida; el sacerdote Gabriel Arango, Eleuterio Tabima y
Clemencia Giraldo, fundadora de una Cooperativa que por muchos años sirvió a
los vecinos.
La comunidad de El Contento se concentra en una larga fila de edificaciones a lo largo de la carretera entre Pereira y Alcalá, sin modo alguno de extenderse a los lados, pues está limitado por una hacienda y la quebrada Piedras Negras. Es un conjunto dormitorio cuya gente vive allí pero tiene su trabajo en otras partes, especialmente en Pereira.
Sin embargo, al contrario de otras concentraciones rurales, los contentunos parecen honrar sus nombre y parece que viven bien a pesar de las limitaciones.
La comunidad de El Contento se concentra en una larga fila de edificaciones a lo largo de la carretera entre Pereira y Alcalá, sin modo alguno de extenderse a los lados, pues está limitado por una hacienda y la quebrada Piedras Negras. Es un conjunto dormitorio cuya gente vive allí pero tiene su trabajo en otras partes, especialmente en Pereira.
Sin embargo, al contrario de otras concentraciones rurales, los contentunos parecen honrar sus nombre y parece que viven bien a pesar de las limitaciones.
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