Alfredo
Cardona Tobón
Desde hace
más de cuarenta años el doctor Rigoberto Valencia con su esposa Ofelia
Yepes se han dedicado al cultivo del
café en la finca “ El Porvenir” ubicada en la vereda La Selva en el municipio
de Pereira ; en la crisis cafetera de
los años 2012 y 2013 numerosos cultivadores del grano vendieron sus parcelas,
tumbaron el café o dejaron enrrastrojar la finca; pero el médico Rigoberto
Valencia con su esposa y el apoyo de su hijo Eduardo, con tesón y
fortaleza buscaron nuevos caminos para seguir adelante con su finca “El Porvenir".
Los
Valencia Yepes son una familia que lleva el café en sus venas, de esos que
respiran tinto, sueñan plantando
colinos, ven a Dios en la vaguita asombrada por los quiebrabarrigos y dan palmaditas cariñosas a los guamos que
sirven de contrabarrera a las
platanares.
.
Por lo anterior, cuando
hubo que enfrentar ese futuro incierto, Eduardo indagó sobre todo lo dicho y escrito con
relación a los cafés especiales y los
nichos de mercado; hizo cursos de barismo, estudió los procesos de
transformación y puso toda su inventiva en pos del sueño de hacer rentables los
cultivos del grano.
No
fue tarea sencilla, es un asunto de ligas mayores competir en un mundo con la mitad de los países pobres produciendo
café y con unas firmas trasnacionales y locales adueñadas del mercado, pero Eduardo tenía las
armas para hacerlo, pues como diseñador de profesión tenía la mente abierta y muchas ideas para
salir adelante.
Secadero al sol
Para dar a los paladares exquisitos las glorias de
la taza y entrar a los recintos de los cafés especiales, los Valencia Yepes adoptaron
estrategias que empiezan en los germinadores, siguen en los surcos, en el beneficiadero y culminan con
la tostión del pergamino, el empaque y la comercialización del producto.
Eduardo
Valencia implanó en “El Porvenir” las mejores prácticas de acuerdo con las
normas internacionales que buscan la armonía entre el suelo, el cultivo, las
personas y el ambiente. El secado se hace con el calor del sol para no afectar
las propiedades del grano; se cuida el agua, se protege el suelo y la tostión
se hace en equipos diseñados por Eduardo para darle el punto que permita la obtención de las propiedades organolépticas
exigidas en las más exigentes pruebas de taza
DE
VUELTA AL CAFETAL
La
producción en la finca “El Porvenir” se
complementa con la comercializadora
Villa Jazmín dirigida por Diana Valencia
Yepes y con un portal
en el aeropuerto Matecaña de la ciudad de Pereira, donde se exhibe, se degusta y se vende el
“Café Granate”.
A
todo lo anterior se agrega la “Vuelta al
Cafetal” como una actividad turística cultural
que presenta a propios y turistas los pormenores de la caficultura
tradicional, la vida en el campo, los valores campesinos y el proceso desde los
almácigos hasta la prueba de taza; es
una pasadía, o pasada, por los terrenos
de “El Porvenir,” con visita guiada por los cultivos, la historia de la
finca, los mitos y las leyendas de la región. En la “Vuelta al Cafetal” se
reviven viejos tiempos. En esa pasadía los que nacimos en el campo volvemos a la niñez con corredores de chambranas, el
canto del gallo, los revuelos de los toches, las arepas asadas en callanas y el grato
olor de una taza de chocolate.
Los
turistas extranjeros, por su parte, viven la experiencia de un viaje en yip
“colinchados” como cualquier campesino, prueban el café cerrero, se refrescan
con aguapanela con limón, prueban el dulce de papayuelas, se embarran y
desafían los jejenes tomando fotos bajo la sombra de las matas de plátano.
La
familia Valencia Yepez, “El Porvenir”, “La Selva” son
versos de un poema que muestra la
fortaleza de los nuestros , su capacidad infinita de sacarle partido a
todo y el poder de “ hacerle la capul hasta a una calavera”.
“La
Selva” es uno de esos rincones de nuestro paisaje cultural enmarcado por el
café y los recuerdos del carriel, la ruana y las cotizas, donde caficultores
como los Valencia Yepez no dejan morir los valores ancestrales que hicieron
grande esta tierra.
Si, es un lugar muy acogedor y la hospitalidad de Eduardo y su esposa le añaden un gran valor a esta finca del paisaje cultural cafetero.
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