LEOPOLDO OROZCO EN ANSERMAVIEJO


Alfredo Cardona Tobón*

 


En la historia de Ansermaviejo, además de los crueles conquistadores españoles, la valerosa resistencia indígena, las aldeas fantasmas, las parcialidades nativas  y  la violencia endémica, están por escribirse los capítulos  sobre los paisas que en compañía de  los funcionarios caucanos se apoderaron de la tierra.

Como casi nadie ha tocado ese tema se  desconocen las  actividades de Eloy Rivera, Ponciano Taborda, Felipe Ortiz  y otros caucanos que con  Rudecindo Ospina y los  Orozco  se enriquecieron a costa de las parcialidades ansermeñas.

Una vez  parcelado el  municipio de Támesis, los Orozco recogieron las deudas, liaron bártulos y en 1873 se trasladaron a la   aldea de Ansermaviejo,  perteneciente entonces al  distrito caucano de Quinchía. Ansermaviejo era un caserío agonizante sin cura permanente y una capilla derruida y solitaria, pues sus  imágenes, como huérfanas desamparadas, se  habían repartido  en las vecindades: al poblado de San Juan del Chamí fue a parar el  Cristo de los españoles, en la casa del capitán Zoilo Bermúdez, en Quinchía  quedó San Miguel Arcángel y en el rancherío de Moreta   la Virgen Inmaculada.

Pedro Orozco y su hermano Jorge fueron los artífices del repoblamiento ansermeño: con otros seis hermanos, con parientes y amigos acapararon las  fértiles tierras de Ansermaviejo, las lotearon  y  convirtieron  un moridero de indios pobres en un municipio importante. Los funcionarios caucanos facilitaron el proceso, pues compraron a bajo precio, remataron baldíos y  dispusieron  a su antojo de los  terrenos de los tabuyos, los tachiguíes y los apías.

Empresarios y funcionarios revendieron la tierra  a los colonos paisas que llegaban en tropel motivados por las facilidades de pago y las gabelas que ofrecía  Pedro  Orozco Ocampo, quien suministraba semillas, daba ganado en compañía y cedía lotes a cambio de trabajo.

 Pedro Orozco adquirió los terrenos del Horro, Tusa, Paloblanco, Chápata, Paleston, La Soledad, Soria, Varillas…  su hermano Sandalio Orozco montó fincas en el Alto de Morrón al lado derecho del  Cauca  y en el sitio de Guaymaral en  la banda izquierda del río;  Luis Orozco, por su parte, compró lotes y ranchos en el pueblo, en tanto que  Jorge Orozco obtenía tierras en Zarcirí y derechos en la parcialidad de Tabuyo.  Leopoldo Orozco abrió  la  enorme propiedad de “La India,”  que  se extendía desde el río Cauca hasta el pie de la Serranía de Belalcázar.

Como buenos cristianos, los Orozco siguieron al pie de la letra  el mandato bíblico de “creced y multiplicaos”. Eran caritativos, generosos y rezanderos; y como el que peca y reza empata, pasaban sin reato del reclinatorio a las camas de las mujeres e hijas de los peones y los aparceros.

 

Por lo malsano del clima y por cuestiones higiénicas,  en esa  época  se presentaban muchas muertes,  sobre todo  en las mujeres a causa de  los abortos, de los llamados “descensos”, la fiebre puerperal y otras “novedades”. Asistidas por comadronas y curanderos fue  muy corta  la existencia de innumerables mujeres que se casaban casi niñas; por eso los hombres llegaban a contraer matrimonio  hasta con tres hermanas, de tal manera que  a menudo las tías amamantaban no solo a sus propios hijos, sino a los pequeños que dejaba la hermana fallecida.

En “La India” fallecieron tres esposas de Leopoldo Orozco: la primera fue Cristina, la segunda  Carmela Gómez y la tercera  Pastorcita Naranjo. En la  inmensa casona con cuartos contiguos aislados por cortinas, vivieron hijos matrimoniales y extramatrimoniales que pasaban por huérfanos  y las mujeres con sus vástagos que Leopoldo acogía en la hacienda.

LA COTIDIANIDAD EN LA INDIA

En  la hacienda  se ordeñaban doscientas vacas, se producía queso en prensa, salía ganado gordo y se cosechaba maíz y fríjol. Era una empresa rentable hasta que un día a Pastorita Naranjo, tercera esposa de  Leopoldo,  le dio por meterse a comerciante y surtió un gran almacén en Ansermaviejo; se puso a fiar, no le pagaron y Leopoldo, ya viejo y desganado, tuvo que responder por las deudas.

Como Leopoldo era botarate y sostenía a cuanto “arrimado” llegaba a la hacienda,  se vio en la  necesidad de  traspasar parte de  los terrenos de  “La India” a su yerno   Nacianceno Castaño y vender otro gran globo a la familia  Salazar para poder pagar los compromisos de Pastorita y así empezó el declive de una de las mayores haciendas del occidente caldense.

Al entrar el siglo XX el Tren de Occidente pasó  por el lado oriental del  Cauca, a todo el  frente de “La India” y entonces se pudo viajar a la hacienda por el ferrocarril que se abordaba en Arauca y llevaba a la estación “El Bosque” o por las marranitas que descargaban al lado de la garrucha que permitía pasar al otro lado del río.

En sus  últimos años Leopoldo Orozco  se radicó en Anserma y a menudo  iba  a “La India” a visitar  a su hija Concha.  El 23 de octubre de 1937  un huracán descuajó un árbol enorme que al caer acabó con la existencia de Leopoldo.  Fue el triste fin de uno de los hombres que le dio vida a  Ansermaviejo

La familia de los Orozco y sus amigos vivieron de acuerdo con la época que pretendo describir  en este artículo basado en una crónica de Francisco Germán Castaño, uno de sus descendientes.. No pretendo juzgar a los Orozco, solo intento mostrar un aspecto del Ansermaviejo  que se refleja en la vida cotidiana de la familia Orozco, un clan qu hizo posible el resurgimiento de una aldea agónica..
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Comentarios

  1. SON DE MI FAMILIA Y HERMANOS DE MI BISABUELO SALVADOR OROZCO OCAMPO , MI BISABUELOS ERA DON SALVADOR OCAMPO. MIS ABUELOS PEDRO ANTONIO OROZCO MARIN Y MI ABUELA CRISTINA PALAU OROZCO

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  2. Toda familia paisa tiene un pasado oscuro, pues a final de cuentas quienes fueron los conquistadores? Asesinos y ladrones.
    Es sin dudas una parte de la historia de mi familia de la cual no me enorgullezco.

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