UNA IMBÈCIL LUCHA ENTRE GODOS Y CACHIPORROS.
Alfredo Cardona Tobòn
La historia de las comunidades vecinas de
Santuario y Apìa està llena de
agresividad y enfrentamientos, quizás por herencia de aquellos paisas que
vinieron del suroeste a una tierra de frontera donde la fuerza fu la ley, o por
la influencia nefasta de un clero identificado con el conservatismo cerrero que
estaba convencido de estar salvando la fe de Cristo.
Las diferencias empezaron desde la misma
fundación de Apìa y Santuario. En 1886 Juliàn Ortiz con su hijo Juan y su nuera
Filomena hicieron los primeros desmontes en el sitio donde hoy se encuentra
Santuario .Meses despuès otros colonos
quisieron levantar varios ranchos en la parte menos falduda de los abiertos de
Ortiz, pero el viejo caprichoso se opuso y entonces los recién llegados
siguieron su camino y en la trocha hacia Arenales fundaron el rancherìo que se
denominò Apìa.
En 1889 Juliàn Ortiz le dijo a otros
colonos: Ahora sì doy el solarcito para
que levanten el pueblito” y la gente de los alrededores, guaqueros en su gran
mayoría, se dio a la tarea de levantar
una plaza en la empinada loma y dio vida
a Santuario.
Los habitantes de Apìa vieron con malos ojos el
nuevo caserìo, distante a tres o cuatro tabacos, por considerarlo perjudicial
para el desarrollo de su pueblo y ante
los graves enfrentamientos, las autoridades de Ansermaviejo debieron intervenir
para evitar males mayores.
El gobierno del Cauca erigió el municipio de Apía y Santuario quedó como corregimiento, pero la cabecera y su corregimiento se enfrentaron hasta que la gobernación de
Caldas también le diò a Santuario la categoría de municipio el 14 de diciembre de 1906.
CONTINÙAN LOS ENFRENTAMIENTOS
En 1912 el Congreso Nacional creò el distrito
judicial de Santuario, lo que disgustò en gran manera a sus vecinos de Apìa que
aspiraban a esa distinción; se entablò
un litigio que durò seis años y mantuvo distanciadas a las dos cabeceras.
Apìa era abrumadoramente conservadora y
Santuario era una localidad homogéneamente liberal. Al empezar el siglo XX no hubo enfrentamientos partidistas, pero cuando el liberalismo
subió al poder con Olaya Herrera, en el año 1930, aflorò la intolerancia
política, exacerbada por los sucesos en Boyacà
y el fanatismo de los curas
guapos que desconocían al nuevo gobierno.
El domingo 6 de octubre de 1934 de las
escaramuzas verbales se pasò a las vìas de hecho; ese dìa, a las doce de la noche, un gurpo de
conservadores atacaron a unos contertulios liberales que se entretenían en un café de Apìa . se
suscitò, entonces, un tiroteo que dejó varias víctimas liberales.
Ramòn Alzate,
presidente del directorio liberal exigió garantías e intervención inmediata del gobierno, pues
de lo contrario acudiría al liberalismo de Santuario para que tomara venganza y
protegiera a sus copartidarios de Apìa.
De inmediato los santuareños intervinieron y
llenaron de zozobra a la vecina Apìa. En
abril de 1935, Julio Triana, presidente del comité conservador de Apìa declaró
en un diario manizaleño: “ la vida en esta población es insoportable. Las
familias conservadoras se han tenido que trasladar a otros lugares dejando
todos sus bienes, puesto que todo lo que hay en el municipio pertenece a las
familias conservadoras. En todos los hogares se vive con intranquilidad
permanente por temor a los asaltos nocturnos.”
Ante tal situación los conservadores de Apìa se
organizan en autodefensas y hacen frente a los violentos de Santuario el 21 de
agosto de 1935, cuando los antisociales
irrumpen en las calles apianas en represalia
por el ataque que sufrió el alcalde de filiación liberal.
Fue una batalla campal con la fuerza pública
apoyando a los liberales. El burgomaestre comunicò por telégrafo a la Secretarìa del gobierno de Caldas: “
sostienèse fuego a muerte con conservatismo quien aprovechànbdose
trincheras hiere agentes policía y particulares. Fuego sostiènese en defensa autoridad. Comunìcole alcalde de
Tatamà (Santuario) hàllase Apìa con teniente Antonio Vargas y policía
protegiendo autoridad èsta. Verdaderamente son atentados contra el gobierno y
liberalismo que desarmado encuèntrase en plaza pública batiéndose en su
defensa.”
Tras este grave incidente que dejó muertos y
heridos se cambiò la guarnición de Apìa y con nuevos efectivos se mantuvo una
precaria paz durante un tiempo.
VUELVE LA VIOLENCIA
En 1946 el conservatismo recuperò el poder y
sube a la presidencia Mariano Ospina Pèrez. La persecución contra los liberales
se extiende desde Belèn de Umbrìa y en
Apìa no demoran los conservadores en pasar la cuenta de cobro.
El ocho de marzo de 1947 una chusma conservadora ataca a los
liberales de Apìa , asesina a Antonio Rìos Silva y arrastra su cadáver por las
calles. Es el preludio de una racha homicida que se ceba no solo en Apìa sino
que se extiende por toda la región, en forma tal que en dos años acaba con el
liberalismo de Santuario, que de un baluarte rojo se convierte en otro fortìn
conservador poblado por gentes foráneas , totalmente desligadas del pasado de
la zona.
Mi abuelo Roberto Franco Suarez vivio en Santuario entre 1906 y 1911
ResponderEliminary alli nacieron 5 de sus hijos 3 hombres y 2 mujeres .Realmente se muy poco de la vida de ellos alli.Habra alguien que sepa algo de este
hombre.
Mi bis abuelo se llamó porfirio lopez y fue un alcalde de santuario alguien supo algo de él.
ResponderEliminarHay una crónica muy buena en el libro El Hueco de Germán Castro Caicedo, donde relata la rivalidad entre éstas dos poblaciones en la época de La Violencia. De Apia también era Antonio Correa Molina, Los Caruso Ramírez, Libardo Cruz un escopetero que decían llevaba como 200 víctimas a sus espaldas....en fin.....solo quedan los relatos
ResponderEliminarHola mi abuelo es José Abelardo Aguirre Suarez y he encontrado sus raices desde 1800, pero no por el lado de Santuario.
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