Tropas colombianas en el Alto Perú
En carta a Santander, Bolívar decía
que en el Perú estaba poco menos que en los infiernos y estaba allí porque al perderse el Perú se
perdía el sur de Colombia y los enemigos llegarían hasta los llanos de
Neiva... Contaba a su amigo que el Perú
estaba dividido en tres partidos: el primero de patriotas peruanos
anticolombianos, el segundo de godos españoles; el tercero de godos de Torre
Tagle y José Riva Agüero, y el resto,
la masa informe del pueblo sin sentimiento alguno.
La independencia peruana se hizo en dos etapas: en la primera, el general San Martín, con el
apoyo de los chilenos atacó por mar, se
apoderó de Lima y de gran parte de la costa peruana; pero el poder español
seguía intacto en la Sierra y amenazaba a la balbuciente república dividida por
rencillas, envidias y tramas intestinas. Sin el apoyo del Rio de la Plata y
cansado de las intrigas limeñas, el general San Martín se hizo a un lado y los
peruanos, muy a su pesar, tuvieron que acudir a Simón Bolívar que envió a Sucre
con experimentados combatientes colombianos.
El Congreso peruano concede al Libertador las facultades de dictador y como
tal, con todas las atribuciones, organiza cuerpos militares, los disciplina y
con los colombianos apoyados por peruanos, chilenos y algunos argentinos
derrota a los españoles en Junín y en Ayacucho.
Los sureños miraban a los colombianos como invasores. Sin terminar la
guerra, un sector peruano respaldó a los españoles para expulsar a los
colombianos de su territorio. “Los traidores y los españoles se han ligado-
escribió Bolívar el 31 de marzo de 1824-
para hacer causa común y hacer creer al pueblo ignorante que la guerra
ha terminado; que en este país no quedan más enemigos que los colombianos; que
es preciso unirse para destruirlos.
EL ALTO PERÚ
Durante la colonia española, la región poblada por las etnias colla, aimara
y uro, en el altiplano andino, se denominó Alto Perú y constituyó la provincia
de Charcas con una Real Audiencia dependiente del virrey del Perú.
En 1776 Charcas se incorporó al Rio de la Plata y como parte de ese virreinato fue el epicentro de los
levantamientos de los Tupac Amarú que desestabilizaron el régimen español
y mostraron a los americanos que podían
vencer a las fuerzas coloniales. Desde el primer congreso patriota en Buenos
Aires se consideró al Alto Perú como parte integrante del Rio de la Plata y
para liberarlo del poder ibérico se enviaron tres expediciones que fueron
aniquiladas.
El virrey La Serna, en julio de 1810 decretó la incorporación del Alto Perú
a Lima y durante la vigencia de la Constitución liberal de España, Charcas
fue un territorio realista totalmente
autónomo del Perú y del Rio de la Plata.
Liberado Quito, el Libertador Bolívar llega el 1º de septiembre de 1823 al
puerto del Callao, atendiendo el llamado de los peruanos. Lo recibe Torre
Tagle, presidente del Perú; la situación era desmoralizante: solamente se
hallaba libre Lima y una porción pequeña del territorio, pobre y estéril, sin
comercio ni medios para financiar la lucha. Por si fuera poco, había dos gobiernos republicanos con sus respectivos congreso: uno en Trujillo
y otro en Lima, con jefes militares sin un mando centralizado.
LOS INTERESES EN EL ALTO PERU
El general Sucre envía al coronel
Francisco Burdett O¨Connor con la Legión
Peruana al Alto Perú y en campaña relámpago la fuerza patriota ocupa la región
de Tarija perteneciente a la provincia rioplatense de Salta; el 6 de febrero de
1825 el general Sucre cruza el río El Desaguadero, avanza hasta Oruro y Potosí
y consolida el triunfo en el combate de
Tumusla, donde el jefe realista Agustín
Olañeta queda herido de muerte.
El 23 de febrero de 1825 Bolívar escribió al general Santander, presidente de Colombia en remplazo del
Libertador, y le dijo: “Yo pienso irme al Alto Perú a desembrollar aquel caos
de intereses complicados, que exige absolutamente mi presencia. El Alto Perú
pertenece de derecho al Rio de La Plata, de hecho a España, de voluntad a la
independencia de sus hijos que quieren un estado aparte y de pretensión pertenece al Perú, que lo ha
poseído antes y lo quiere ahora. Hoy mismo se está tratando en el Congreso de
esto y no sé qué resolverán... Entregarlo al
gobierno del Río de la Plata es entregarlo al gobierno de la anarquía;
entregarlo al Perú es una violación del derecho público que hemos establecido y
formar una nueva república es una innovación que solo pertenece a una Asamblea
de Americanos”.
El 6 de agosto de 1825 se redacta el Acta de Independencia del Alto Perú
con siete representantes por la provincia de Chuquisaca, catorce por la de
Potosí, doce por La Paz, trece por
Cochabamba y dos por Santa Cruz, y nace
la república de Bolívar, luego Bolivia, frustrando las ambiciones territoriales
tanto del Perú como del Rio de la Plata.
.
EL PROBLEMA DE TARIJA
Una delegación argentina encabezada por Carlos María Alvear viaja a la
ciudad de Potosí a felicitar a Bolívar por sus triunfos en el Perú, a reclamar
la posesión de Tarija y de Chichas, ocupados por tropas bajo el mando del
Mariscal Sucre, y a solicitar apoyo de Colombia ante una posible guerra del Rio
de la Plata contra el Imperio del Brasil que pretende apoderarse de Uruguay.
Bolívar ordena la devolución de Tarija y de Chichas a las autoridades de la
provincia argentina de Salta; sin embargo, el pueblo no acepta la decisión de
Bolívar y un fuerte movimiento ciudadano
destituye al gobernador Mariano de
Gordaliza nombrado por los argentinos y declara la incorporación de Tarija al
Alto Perú, acto protocolizado por Sucre el 3 de octubre de 1826 al autorizar la
presencia de delegados de Tarija al Congreso Constituyente de Bolivia.
Los argentinos reaccionaron y el 30 de noviembre de 1826 el Congreso de
Buenos Aires declara a Tarija como una nueva provincia separada de Salta; a su
vez el gobierno de Bolivia, controlado por los colombianos, comunica a los
argentinos que si intentan sofocar el
movimiento de Tarija se responderá con las armas. La
fuerte y decida reacción de Sucre aseguró a Bolivia la posesión de
Tarija y también de la provincia de
Chiquitos amenazada por el expansionismo brasileño.
En 1889 Argentina renunció al
reclamo de Tarija y Chichas y en contraprestación Bolivía le cedió el
territorio de la Puna de Atacama, que se encontraba en poder de Chile después
de la Guerra del Pacífico.
Bolívar no ha sido un héroe de sus afectos ni para argentinos ni para peruanos;
sus historias guardan con amargura la separación del Alto Perú y la pérdida de
Tarija y desconocen que fue con dinero, esfuerzo y sangre colombiana que Perú
obtuvo su independencia y que el temor a las armas colombianas fue uno de los
frenos para el voraz imperialismo de los brasileños.
Muy instructivo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar.
ResponderEliminarzzz
ResponderEliminar