EL GENERAL INDÍGENA DEL ISTMO PANAMEÑO
Alfredo Cardona Tobón*
Pese a la amnistía que cobijó a todos los combatientes liberales en la
guerra de los Mil Días, la oligarquía panameña, en connivencia con los altos mandos conservadores de
Colombia, llevó al patíbulo al cholo
Victoriano Lorenzo de la etnia Ngbe-Buglé, no tanto por intereses políticos,
sino para conservar los privilegios de una clase que se ha lucrado por siglos del
trabajo de los nativos.
Benjamín Herrera, Belisario Porras y demás jefes liberales buscaron el
apoyo de Victoriano y su comunidad, pero llegado el momento, los entregaron a
los enemigos y nada hicieron para que respetaran la vida de Victoriano, apagada
por los fusiles con su postrer grito: “A todos los perdono, yo muero como murió
Jesucristo”.
UNA ESPINA EN EL SISTEMA
No fueron las ideas liberales ni los próceres del partido los que movieron
a Victoriano a luchar al lado de la revolución; fue el clamor de su pueblo y
las injusticias y abusos de los gamonales respaldados por los gobiernos
conservadores; por eso el líder indígena se alzó en armas en 1899 y al frente
de los guerrilleros de las montañas panameñas luchó por la promesa de tierra
y derechos que le ofrecían los liberales.
Algunos han considerado a Victoriano como un bandido; para otros fue un
guerrillero superior a Tulio Barón y al Negro Marín, con la reivindicación
social como bandera; por eso cuando los panameños se sacudieron de las viejas políticas colombianas,
la Asamblea Nacional de Panamá declaró infame e injusta la ejecución de
Victoriano, reivindicó su memoria y en
1966 lo declaró héroe nacional.
EL SURGIMIENTO DE UN CAUDILLO
Hijo de un gobernador indígena, Victoriano Lorenzo vio las primeras luces
en 1867 en la aldea Cacao ubicada de la
provincia de Coclé; a los nueve años de edad su padre lo entregó a los jesuitas
para que lo educaran en la fe, y permaneció al lado de ellos hasta que su preceptor se trasladó al Perú. Victoriano
fue barbero en la ciudad de Panamá hasta que el llamado de su tierra y de su
gente lo llevó de nuevo a Cacao, donde desempeñó por unos meses el cargo de
regidor.
Con apenas 21 años Victoriano Lorenzo se enfrentó al sistema que oprimía a
su pueblo abrumado con diezmos
y primicias; de las protestas se pasó a los hechos y el líder indígena
fue a dar a la cárcel sindicado del homicidio del regidor Pedro Hoyos. Después
de cumplir una condena de nueve años en las “Bóvedas” de la ciudad de Panamá,
Victoriano Lorenzo retomó sus campañas en favor de los hambrientos campesinos
de las montañas de Coclé ultrajados por
los arrogantes oficiales militares enviados desde Bogotá.
En 1899 estalló la rebelión liberal contra el gobierno conservador y Panamá
se ve envuelta en el conflicto; el 14 de mayo de 1900 el doctor Belisario
Porras, viejo amigo del padre de Victoriano,
pide ayuda para desembarcar un armamento en el puerto de Chame. En la
noche del 25 de ese mes, sesenta indígenas comandados por Victoriano retiran
del barco las armas y municiones y se unen al ejército liberal que se enfrenta,
con la peor de las suertes, a las tropas conservadoras en el Puente de
Calidonia.
Después de la derrota del Puente de
Calidonia, Victoriano y los suyos se dirigen al Cacao, pero la tropa del
gobierno va tras ellos y 75 fusiles; los conservadores entran a la aldea en
octubre de 1900, saquean los ranchos, violan a las mujeres y queman las
cosechas; entonces, la comunidad Ngabe Buglé se une a la revolución liberal y
500 nativos proclaman general a Victoriano Lorenzo.
JEFE SUPREMO DE LAS OPERACIONES MILITARES
Belisario Porras confirma el grado de general y da mando a Victoriano sobre todas las
guerrillas que dominan la montaña. “Los montañeros” son invencibles, derrotan al
enemigo en Gago, extienden su campaña contra los latifundistas y explotadores y
la rebelión política se convierte en una revolución social en la provincia de
Coclé.
Victoriano instala el cuartel general en la Negrita, cerca de Penonomé, y al
llegar los rebeldes caucanos al istmo, Victoriano Lorenzo se une a ellos bajo
las banderas del general Benjamín Herrera. Con la expedición del interior
colombiano la suerte de las armas cambia: los liberales pasan a la ofensiva y con
la División Panamá, el guerrillero indígena combate en Aguadulce y en acción
temeraria toma el Cerro del Vigía
asegurando una victoria que pone al istmo bajo las banderas de la
revolución.
LA TRAICIÓN Y LA IMFAMIA
Aunque Panamá y parte del resto de
Colombia estaban bajo el dominio de los
insurgentes el triunfo era incierto; por ello el general Herrera en un acto
patriótico pactó la paz con los conservadores y siete mil combatientes
liberales del istmo entregaron las armas; sin embargo, algunos soldados de
Victoriano Lorenzo no acataron la rendición y huyeron con las armas. A causa de
ello se acusó a Victoriano de insubordinación y Benjamín Herrera lo entregó personalmente a los comandantes conservadores con la garantía
de juzgarlo de acuerdo con el convenio
de paz que amnistiaba a todos los comprometidos con la rebelión.
En diciembre de 1902 Victoriano se fugó del Crucero Bogotá, donde lo tenían
recluido, y poco después lo recapturaron en tierra firme. Esta era la
oportunidad que esperaban los oligarcas panameños para acabar con el líder
indígena: de Bogotá llegó la orden de ejecutarlo y para enmascarar el asesinato
se conformó un consejo de guerra con un jurado totalmente adverso que decretó
la muerte de Victoriano Lorenzo el 15 de
mayo de 1903.
Vestido con un modesto traje de dril, Victoriano caminó hasta el patíbulo
en medio de enemigos; a falta de un paredón se improvisó un tablado en forma de
cajón con un banco en el centro donde sentaron al valiente general panameño y
lo amarraron como una bestia; los verdugos fijaron puntería, los fusiles
tronaron, el cholo se retorció de dolor y con los chorros de sangre se
desvaneció su vida. Poco después tiraron su cadáver aún caliente a un sucio
coche arrastrado por un caballejo que a
paso lento recorrió las calles de Panamá camino al cementerio.
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la fraternidad de cada hombre depende del amor a su país;victoriano lorenzo amo a su patria hasta el final de sus día; es por eso que la patria lo ama y siempre lo tiene en sus recuerdo más significativo de nuetro istmo universal
ResponderEliminarFalta de historia...q alguíen me diga en qué cementerio fúe enterrado Victoriano?que yo sepa aún no se sabe dónde esta su cuerpo!!
ResponderEliminarMuy buena redacción, gracias por hacernos llegar algo de nuestra historia sobre nuestros héroes, q pelearon por nuestra soberanía y que dieron todo por su patria. DAYRA LORENZO
ResponderEliminarExcelente, necesitamos todos los panameños actuales una transfusión de sangra tipo Victoriano Lorenzo para acabar con la tiranía de la Oligarquía que actualmente nos gobierna.
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