Alfredo Cardona Tobón*
Para los liberales caucanos
los riosuceños eran godos de muy buena macana, es decir conservadores a
ultranza y buenos para el combate,como lo demostraron en 1876 en la batalla de los Chancos
donde los riosuceños fueron los únicos que resistieron el embate d los liberales caucanos y como se vio en la Guerra de los Mil Días, cuando
su famoso y tenebroso Batallón Catorce limpió de guerrillas liberales y de bandas
criminales la provincia de Marmato.
Riosucio fue una base
gobiernista durante la guerra de 1900; ni los
escritores ni los historiadores
locales y regionales han estudiado su participación en el conflicto, pues han
estado embelesados con la colonización
antioqueña y con las aureolas de los
patriarcas paisas.
Los riosuceños y sus aliados de Jericó y de Caramanta libraron la campaña contra las guerrillas de Ceferino Murillo y de Manuel Ospina que asolaron los campos de Neira, Filadelfia, Salamina y las orillas del río Cauca, sus tropas neutralizaron las ofensivas de los rebeldes del Chocó y aniquilaron las fuerzas guerrilleras enquistadas en las montañas de Anserma y del Alto del Rey.
Los riosuceños y sus aliados de Jericó y de Caramanta libraron la campaña contra las guerrillas de Ceferino Murillo y de Manuel Ospina que asolaron los campos de Neira, Filadelfia, Salamina y las orillas del río Cauca, sus tropas neutralizaron las ofensivas de los rebeldes del Chocó y aniquilaron las fuerzas guerrilleras enquistadas en las montañas de Anserma y del Alto del Rey.
EL BATALLÓN CATORCE
Los indígenas de los
resguardos de La Montaña y de San Lorenzo conformaron las fuerzas gobiernistas acantonadas en
Riosucio a las que se sumaron las fuerzas paisas del
Batallón
Catorce que luchó en las márgenes del
río Cauca, se adentró en el Chocó y
llenó de espanto las parcialidades liberales de Pirsa, Guática y Quinchía.
En febrero de 1900 los soldados del batallón
Jericó, comandado por el coronel Bernardo Gómez, cruzaron el Paso de la Cana mientras los arrieros
empujaban las mulas, que entre un colchón de espuma nadaban a la orilla opuesta
en territorio caucano donde los esperaban los refuerzos de una Compañía de Caramanta comandada por el
sargento Mayor Próspero Ramírez. La columna conservadora
atravesó el rancherío de Supía, trepó por Quiebralomo y llegó a la bella y
floreciente población de Riosucio, capital de la provincia de Marmato, para unirse
a las tropas comandadas por el general Benigno Gutiérrez.
UN POLVORÍN REVOLUCIONARIO
Desde el mismo día en que se
decretó la guerra, los pocos liberales
de Riosucio, apoyados por sus copartidarios de Quinchía y Supía buscaron el
monte y conformaron guerrillas que hostilizaron y se convirtieron en una
pesadilla en la región. Por
los lados de Irra merodeaba la banda de Manuel Ospina, por el Pintado, Ceferino Murillo, por el Chocó, Eliodoro
Rodríguez, en el Valle de Risaralda operaba Buenaventura Pineda… es decir, la
provincia de Marmato estaba cercada por guerrilleros y las bandas criminales que despoblaron a San Clemente y amenazaron
seriamente a Riosucio.
Con los refuerzos antioqueños,
el prefecto de Riosucio y los jefes militares de la provincia de Marmato
emprendieron una osada campaña contra las guerrillas que operaban aisladas sin unidad de mando. Los gobiernistas las atacaron una por una, se apoderaron de Quinchía y causaron serios reveses a los
rebeldes en las localidades chocoanas de Tadó y San Pablo, en el Puente del
Pintado y en el poblado de Bonafont. Desde el mes de marzo de
1900 las tropas oficiales emprendieron una cruel campaña,
plagada de asesinatos y atropellos sin fin, donde las principales víctimas
fueron los campesinos inermes acusados de auxiliar a las guerrillas.
EL COMBATE DE CAÑAVERAL
Después de dispersar a los
insurgentes que operaban en las márgenes del río Cauca entre La Pintada y
Arauca, el Batallón Catorce, bajo el mando de Lorenzo Palomino, continuó sus
acciones por las lomas de Ansermaviejo donde tenían sus dominios Buenaventura
Pineda, un individuo cruel, famoso por sus atropellos contra los colonos del
Alto de Mismís y la banda de un
antisocial llamado Cauca.
Los riosuceños con refuerzos
ansermeños hicieron contacto con la
guerrilla de Buenaventura Pineda en el sitio de Alejandría. Fue un intenso
tiroteo que empujó a los rebeldes hacia el Valle de Risaralda, adonde huyeron
con sus heridos dejando en el campo tres muertos junto con sus armas y numeroso
pertrecho
Desafiando el peligro, la
columna riosuceña siguió tras los fugitivos internándose en territorio hostil poblado
por los antiguos sopingueños,
descendientes de cimarrones negros, que en épocas de elecciones
marchaban a Toro en escuadrones que atemorizaban a los conservadores
impidiéndoles acercarse a las urnas.
Al llegar a Pumia, la tropa
gobiernista se dividió en dos columnas: los coroneles José I. Bayer y Rubén Santacoloma con unos doscientos hombres avanzaron por trochas
escabrosas bordeando el mortífero Valle de Risaralda y los sargentos mayores
Luciano Palomino y José María Rincón con
el resto de la tropa tomaron el antiguo camino de las Ansermas.
Por los inmensos fangales y
con el temor de una emboscada, los gobiernistas avanzaron lentamente. Como a
las diez de la mañana del 23 de julio de 1900 la columna de Bayer alcanzó un
playón sobre el río Cauca y continuó su marcha hacia el caserío de Carmen de
Cañaveral… de improviso una granizada de balas paró en seco la avanzada del
Batallón Catorce que en rápida maniobra se resguardó tras un montículo y contraatacó a los rebeldes emboscados.
Tras un tiroteo que duró
tres horas y un lance de machete los
gobiernistas capturaron a Buenaventura Pineda, a varios de sus lugartenientes
y a cuarenta individuos con sus fusiles Grass, carabinas Remington, un nutrido
parque, toldas, menaje y caballerías. No hubo bajas entre los gobiernistas y en
el campo quedaron tendidos cinco guerrilleros.
La columna dirigida por
Luciano Palomino y José María Rincón aceleró el paso al oír el tiroteo y se
internó por la macabra trocha de La Virginia en persecución de los fugitivos. En
esta ocasión los riosuceños no tomaron
prisioneros, así lo confirman los partes de guerra en los archivos de Buga y
los numerosos esqueletos que se
encontraron años más tarde en la trocha entre La Virginia y Cerritos.
*
Buenos Días
ResponderEliminarAl leer la historia me encanto, ya que me encuentro recogiendo datos para hacer un arbol genealogico de mi familia, y mi descendencia proviene de Riosucio según mis abuelos, y quisiera saber si aparte de la historia, tiene datos de mas participantes de estas guerras, mis abuelos llevan los apellidos Morales Alarcón por parte del abuelo y por parte de la abuela pescador alarco, y sus padres son del año 1900, o nacieron en ese año en Riosucio, no conozco mas datos de sus abuelos o mis tatara abuelos, y quisiera poderla encontrar,
mil gracias..
mi nombre es Ivan Morales Torres
correo electrónico: timy666@live.com
Buenisima información.
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