LOS PERSONAJES DE LA NAVIDAD

Alfredo Cardona Tobón

El original Santa Claus era delgado y tenía traje azul

Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María y postrándose lo adoraron y abriendo sus tesoros le ofrecieron oro, incienso y mirra – Evangelio de Mateo-

Con este pasaje de Mateo nació la leyenda de los Reyes Magos que son tres para los cristianos occidentales y doce para a iglesia ortodoxa siria. Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecen en el siglo VI en el mosaico de Apollimaine Nuovo y un siglo después los identifican con los rasgos de los habitantes de Asia, Europa y Africa.

En cuanto a los presentes de los Reyes Magos hay que anotar que en la época romana la mirra y el incienso eran tan valiosos como el oro . La mirra es una resina aromática extraída de un árbol que crece en el noreste de África y se usa para embalsamar, para fabricar perfumes y disuelta en vino constituye un poderoso anestésico; el incienso, por su parte, es una preparación de resinas aromáticas utilizada en perfumería. El oro y esas resinas indudablemente habrían cambiado la situación económica de un humilde carpintero como José, pero la leyenda termina allí; no dice si José y María donaron los presentes, si se los robó Herodes o quedaron en manos de los sacerdotes judíos.

La tradición de los regalos en el día de los Reyes Magos apareció en España en los primeros siglos del cristianismo y posteriormente se extendió por los países católicos de Europa y América. En época de Navidad los niños solicitan los regalos a los Reyes Magos y en la noche del cinco de enero ponen zapatos o medias vacías para que ellos los llenen de golosinas y juguetes. Como los Reyes Magos vienen de un largo viaje. los pequeñines dejan pasto y tazones de agua para los cansados y sedientos camellos que forman la caravana.


Con el correr del tiempo surgieron más leyendas y otros generosos proveedores navideños ayudaron a los Reyes Magos a repartir los regalos; entre ellos San Nicolás de Bari, el Papá Noel, Santa Claus, el Viejo del Hielo y el mismo Niño Dios.

SAN NICOLÁS DE BARI

En Turquía un joven adinerado de nombre Nicolás, repartió la herencia entre los pobres y se recluyó en un convento. En la persecución de Dioclesiano contra los cristianos, Nicolás fue a parar a una mazmorra donde permaneció muchos años. Con el advenimiento del cristianismo en el reinado de Constantino, el preso recobró su libertad y lo primero que hizo fue acudir a un templo a dar gracias al Señor, pero un grupo de creyentes esperaban al primero que entrara a la iglesia para hacerlo su obispo; fue entonces cuando apareció Nicolás y lo revistieron de la alta dignidad.

Nicolás fue un hombre Santo dedicado a hacer el bien en la ciudad de Myra. Realizó muchísimos milagros y se distinguió por su amor a los niños a quienes regalaba juguetes en tiempo de Navidad.

Cuando los musulmanes se apoderaron de Myra, los fieles llevaron su cadáver incorrupto a la ciudad de Bari en Italia, por eso se le conoce como Sn Nicollás de Bari. Los relatos sobre los prodigios del santo llegaron a España donde la imaginación popular le asignó unos auxiliares llamados Pedritos que le ayudaban a entregar los regalos y en vez de los camellos de los Reyes Magos lo montaron en el caballo Ameriego, que volaba entre las nubes y saltaba de cerro en cerro para dejar en las puertas los presentes de Navidad.

San Nicolás tomó la forma de Papá Noel en Francia y en Rusia se oficializó en el siglo XIX el Abuelo del Frio, similar a San Nicolas, pero vestido de azul y con una nieta de ojos azules llamada la Princesa de la Nieve que le ayudaba a repartir los regalos. Las comunidades protestantes del norte europeo transformaron a San Nicolás en un duende; esa versión llegó a Nueva York con la sátira del poeta Clement Clarke Moore donde lo representaba como un anciano delgado que junto con unos duendes y un carruaje tirado por renos llevaba regalos a los niños.

La Doncella de la nieve en las leyendas rusas ayuda al Viejo del Frio a repartir los regales de navidad
 

En 1921 Frank Bun convierte el duende en un anciano de frondosa barba blanca y gran barriga con vestimenta verde, bordes blancos y pintas negras. En 1931 la poderosas firma Coca Cola rediseña a Santa Claus con los colores rojo y blanco de la compañía y así ha quedado hasta los tiempos actuales.

EN COLOMBIA

Hasta mediados del siglo pasado el Niño Dios tuvo la exclusividad de entregar a los niños los regalos de Navidad. Hasta en las casas más humildes se armaba el pesebre con la Sagrada Familia, el establo, los reyes magos, musgo y figuritas de diferente tamaño. El Niño Dios llegaba al amanecer del 24 de diciembre y dejaba los “traídos”, no en el pesebre, sino debajo de la almohada de los chiquitines o al pie de la cama si el presente era voluminoso. El pesebre era el centro navideño. Aquí no había abetos, pinos ni árboles de navidad con los bastones y estrellas de plástico. Estos elementos llegaron con Coca Cola, con el Papá Noel importado por las sectas protestantes y por las compañías norteamericanas que empezaban en nuestro país a desarrollar la cultura del consumismo.

En nuestro país en algunos sitios se tiene a los Reyes Magos como mensajeros de la Navidad; es el caso de las fiestas en su honor en el barrio Egipto de Bogotá. En la zona paisa el Niño Dios tiene la hegemonía navideña: en esta región colombiana se rezan las novenas matizadas con natilla y buñuelos y el pesebre persiste en los hogares que respetan la tradición que, Infortunadamente se va opacando.

No está lejano el día en que se celebre la Navidad solamente en los centros comerciales y esa fecha sirva solamente de pretexto para un día de grandes ofertas.














Comentarios