LOS CHILENOS EN LA INDEPENDENCIA COLOMBIANA


Alfredo Cardona Tobón *

 

                                                           Juan  Illingworth
 

Entre los episodios poco divulgados de la historia colombiana está la campaña de la nave corsaria “Rosa de los Andes”, que con bandera chilena y bajo el mando del oficial  inglés  John Illingworth, combatió a los españoles en  la costa granadina del Océano Pacífico.

John Illingworth inició la carrera militar como grumete y en la guerra de 1812 entre Inglaterra y Francia se distinguió por su valentía. Las fuerzas unidas de Chile y Argentina adquirieron la corbeta “Rose” que bajo el mando de Illingworth  tocó costas americanas en el año  1818 para convertirse en el buque corsario  “La Rosa de los Andes” que recorrió la costa del Pacífico convirtiéndose en una pesadilla para la Armada española

LA ROSA DE LOS ANDES Y LOS SOLDADOS CHILENOS

El 25 de abril de 1819  “La Rosa de los Andes” zarpó de Valparaíso armada con 36 cañones y con  550 voluntarios, la mitad chilenos y el resto  de varias nacionalidades. Bajo el mando de  Illingworth  el buque emprendió un viaje sin regreso plantando la libertad en los puertos y estuarios del virreinato  de la Nueva Granada.

Con “La Rosa de los Andes” empezó la historia de la Armada chilena: la nave corsaria trabó combate en el norte del golfo de Guayaquil con la fragata española “Piedad”  que casi echa a pique a la corbeta patriota; con graves destrozos  “La Rosa de los Andes” toma rumbo hacia el archipiélago de “Galápagos”  donde efectúa las reparaciones necesarias para continuar su recorrido con destino al puerto de Tumaco. Los infantes desembarcan y  tras un violento combate con los españoles  la bandera de la libertad ondea por primera vez en nuestras arenas del Pacífico.

“La Rosa de los Andes”  ancla en la isla Gorgona y tras recoger algunos prisioneros patriotas enfila proa  con destino a la isla de Taboga en Panamá. Allí los chilenos se enfrentan con los realistas, capturan algunos de sus oficiales y los canjean por los sobrevivientes de la  fracasada expedición  de Gregor Mc Gregor  contra  Portobelo.

“La Rosa de los Andes” ataca, aborda, se apodera de las armas y bienes españoles y  se oculta en los estuarios selváticos; en  los primeros días de enero de 1820  unos indios cholos vecinos dela bahía de Cupica informan a Illingworth sobre una expedición enemiga que se prepara a orillas del río Atrato para reconquistar las posiciones liberadas por la tripulación de la  “Rosa de los Andes”.

Illingworth quiere salirles adelante y con cien hombres remonta el rio San Juan, cruza el Arrastradero de San Pablo y  llega a la parte alta del Atrato donde se embarcan en canoas y buscan al enemigo que no aparece por parte alguna. Fue fue un acto heroico, asombroso, sin par en los anales de nuestra historia, realizado por un puñado de valientes que se enfrentaron a la manigua chocoana.

El templado oficial inglés repasó con su gente el camino de regreso a la costa y desplegó  velas con rumbo a  Buenaventura, donde se reunió con el general Cancino y le entregó el armamento que  hizo posible el triunfo patriota sobre las fuerzas realistas que ocupaban el Chocó.

 El 28 de octubre de 1819 los chilenos desembarcaron cerca del  puerto de Guapi en la provincia de Popayán, defendido por los realistas del regimiento Cantabria. Los infantes de marina de la ”Rosa de los Andes” bajo el mando del capitán Desseniers avanzan por los manglares protegidos por las sombras de la noche,  al amanecer sorprenden al enemigo y a golpe de bayoneta, toman  85 prisioneros y se apoderan de los cañones y el armamento de la plaza. Los chilenos continúan la ofensiva, al día siguiente se embarcaron de nuevo,  ocuparon  el puerto de Izcuandé y  se apoderaron  del  fortín de Juanaco, defendido  por 200 hombres bien armados  y por seis poderosos cañones.

Un solo corsario ha desestabilizado el poder español en el Pacífico y  puesto en riesgo la seguridad del Virrey Pezuela. Para acabar con   Illingworth y la tripulación de  “La Rosa de los Andes” salieron del Callao las poderosas fragatas de guerra  “Prueba”  y “Venganza” con la orden de localizar y hundir al buque republicano. Las  naves buscan al barco corsario por  bahías y estuarios hasta que  la fragata “Prueba,” de 1300 toneladas, la localizó   en la desembocadura del río Esmeralda.

Illingworth intenta abordar el navío enemigo que responde con toda la potencia de fuego; una bala hirió gravemente al comandante de la nave patriota que da la orden de retirada antes de quedar inconsciente. De nuevo se salva “La Rosa de los Andes”, pero de los 550 voluntarios que zarparon de Valparaíso, solamente sobreviven 130 valientes.

No sabemos con certeza cuál fue el fin de “La Rosa de los Andes”. La versión  patriota asegura que encalló en Izcuandé y fue imposible volver a llevarla al  mar; los españoles dicen que ante el acoso de la fragata “Prueba”, el buque corsario  se embarrancó y  los realistas lo  abordaron y destruyeron a la ”Rosa de los Andes”

EPILOGO

Illingworth y sus compañeros se  unieron a las tropas de Bolívar en la campaña de Quito; posteriormente el héroe  inglés se integró  a la fuerza naval del Ecuador, donde fundó la Escuela Náutica de Guayaquil, precursora de la Escuela Naval del Ecuador.

El Ecuador acogió a Illingworth  como uno de sus hijos y en tierra ecuatoriana murió a la edad de 67 años rodeado del respeto y el aprecio que le brindó su segunda Patria; que se sepa no hay una sola placa que  exalte el valor de Illingworth y los chilenos en las costas colombianas y realce  la presencia de la “Rosa de los Andes” en las aguas granadinas.


 

 

 

 

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