Alfredo Cardona Tobón
Al
constituirse el departamento de Caldas con territorios de Antioquia, Cauca,
Tolima y el Chocó, la dirigencia manizaleña vio conveniente establecer puertos
sobre los ríos Magdalena y Cauca.
En
el río Magdalena se fundó a La Dorada y en el Cauca se construyó un embarcadero con el nombre de
Puerto Caldas, que no llegó a tener mucha importancia por la cercanía de
Cartago.
Puerto
Caldas se conectó con la vía que unía al
Valle del Cauca con Pereira y aunque no fue destino de vapores, allí llegaban
numerosas canoas y balsas que sacaban los productos de las haciendas cercanas.
Al
referirnos al corregimiento de Puerto Caldas es imperioso relacionarlo con el
río Cauca: por su nombre que señala el afán caldense de consolidar una identidad
y por lo que significa esa arteria fluvial
para el desarrollo de la región, pues por allí salió gran parte del café
que se exportaba a principios del siglo XX.
UNA
VIA HACIA EL PROGRESO
A
través de los siglos los habitantes del Valle del Cauca se comunicaron por el
río Cauca en canoas y en balsas de guadua que flotaban a merced de la
corriente. A fines del siglo XIX, mientras en otras partes del planeta los
barcos a vapor surcaban los grandes ríos, en la región persistían anacrónicos
sistemas de navegación, pues pocos dirigentes se habían empeñado en
comunicar el Valle del Cauca con el resto del mundo.
Personajes
extranjeros como el lituano Santiago M. Eder, el cubano Francisco Javier
Cisneros y el alemán Carlos H. Simmonds señalaron el rumbo de una región que se convirtió en una de las secciones más
prósperas de Colombia: Eder fue el pionero del azúcar y la ganadería, Cisneros
inició la construcción del ferrocarril del Pacífico y Simmonds impulsó la
navegación a vapor en el río Cauca.
Carlos
H. Simmonds fue uno de esos europeos aclimatados en el trópico que amó a
Colombia como a su propia patria. Nació en Eisenach, Alemania, en enero de 1825;
a la edad de veinte años llegó a las
Antillas y de allí pasó a la Nueva Granada donde desarrolló diversas
actividades en Cartagena y Santa Marta con tal resonancia en el medio, que
llegó a decirse que había sido el comerciante más activo, emprendedor y liberal
que tuvo la costa Atlántica.
Negocios
osados lo llevaron a la quiebra y lo condujeron a Lima donde se recuperó económicamente
con las exportaciones de corozos de tagua. En 1880 Simmonds aparece en Popayán y luego lo vemos en Cali, como representante exclusivo de la famosa “Emulsión de Scott” que se
vendía como pan caliente.
Simmonds,
de ojos azules, bigote y complexión robusta poseía en altísimo grado espíritu
de empresa, capacidad de trabajo y alma aventurera. Su presencia en Cali fue tan
notoria que un viajero europeo describió la población como una localidad con un rio largo, una iglesia grande y un míster
de apellido Simmonds.
En
el siglo XIX por el río Cauca se
transportaba sal marina, cacao, azúcar y maíz con costos enormes de exportación
pues el ferrocarril se atascó mucho tiempo en la Estación Córdoba y por el Cauca solo
circulaban canoas y bajaban balsas empujadas por la corriente.
Para
acercar a los vallecaucanos y las nuevas
colonias paisas al mar, Simmonds convocó
a su alrededor las voluntades y los capitales de los personajes más importantes
de la época para constituir una compañía
de navegación a vapor en el Cauca, en
tanto apoyaba a la empresa bugueña denominada “ Sociedad de Navegación por el río Cauca.”
CONTRA
TODOS LOS OBSTÁCULOS
Los bugueños contrataron a un ingeniero italiano
para que trajera un casco y el armazón
de un barco de vapor desde un
astillero de California; después de realizar la proeza de llevar las partes del
buque a Buenaventura y transportarlas en
mulas y a lomo de peones por la trocha del Dagua, se ensambló el buque “Caldas”
en el puerto de Media Canoa. El 4 de febrero de 1884 se puso en servicio el vapor,
pero por inexperiencia o por falta de conocimientos del ingeniero, la caldera
explotó en el primer viaje y la nave se hundió en las aguas del río Cauca.
Después
de la guerra de 1885 y una etapa de indecisión ante lo ocurrido con el
“Caldas”, Carlos Simmonds continuó el proyecto con el respaldo de varios empresarios
caucanos. Esta vez encargaron al
astillero Yarrow & Co de Liverpool
la construcción de un buque “a la medida del río Cauca”, es decir de
acuerdo con las características estudiadas por el ingeniero Francisco Javier
Cisneros, entre el Paso del Comercio
en Cali y el sitio de Anacaro en
Cartago.
Los
meses pasaban y de Europa llegaban de tanto en tanto las noticias del vapor que
surcaría las aguas vallecaucanas; pero estalló un conflicto en Egipto y las
autoridades inglesas echaron mano al vapor “Cauca” y lo integraron a las fuerzas del
general Worlerley que operaban en las aguas del Nilo.
Con
este contratiempo que retardaba los planes se tuvo que esperar la construcción
de un nuevo vapor, cuyas partes llegaron en cajas al puerto Colón en Panamá. Con la energía que lo
caracterizaba Simmonds levantó una gran
ramada en el Paso del Comercio y allí empezaron a llegar las partes del barco,
después de recorrer durante meses caminos fragosos y bordear abruptos
precipicios con pérdidas de vidas humanas y de numerosas bestias.
El
29 de febrero de 1880 el vapor “Cauca”
estuvo listo para navegar; a las once de la mañana zarpó de Tiacuante y se deslizó hasta un muelle de Buga cuyos habitantes se trasladaron al puerto y lo recibieron
en medio de vítores y aclamaciones Fue
un magno acontecimiento.
EL
FIN DE LA JORNADA
El
vapor “Cauca” navegó hasta el 23 de
julio de 1896. Fueron 16 años de servicio que terminaron en el punto “Bumbum” abajo del Paso de Buga. El barco
zozobró y se hundió lentamente. Las arenas cubrieron el casco y no hubo manera
de recuperarlo.
En
honor a Herr Simmonds la gente siguió
llamando Puerto Simmonds al Paso del
Comercio. El notable alemán, impulsor de la navegación a
vapor, ganadero, mecánico, comerciante y empresario tuvo, al igual que el vapor
“Cauca”, un final trágico. Fue asesinado en 1895 por un estadounidense trastornado que le disparó tres tiros.
La
Compañía de Navegación del río Cauca tenía en 1916 los vapores “Cabal”, “Ricaurte” y “Sucre” de 59 toneladas de
capacidad cada uno, mientras la Empresa de vapores “Pinzón y Cía” mantenía en
flote el “Cali” de 75 toneladas, el ”
Ceilán” y el “Danubio” de 70 toneladas, el buque “Palomas” de 110, el
“Santander” de 46 y el “San Julián” de 33 toneladas.
En
el apogeo de la navegación en el río Cauca, en la primera década del siglo XX, navegaban además de
los barcos señalados, el lujoso vapor de
pasajeros “Mercedes” de 200 toneladas,
el “Armenia” de 80 toneladas y el “Calarcá” de 50 toneladas
pertenecientes a Alfonso Vallejo, el “Pereira” de 69 toneladas de “Garcés
Patiño y Cía” y “el Valle” de 32
toneladas de la “Cía Marina del río Cauca”
La
navegación a vapor cambió el destino del Valle del Cauca, obligó a los alcaldes a construir caminos
hasta el río y a establecer bodegas para la carga, fue el motor de la caficultura de la región y el medio más expedito de la
comunicación del Valle y de Caldas.
La
navegación declinó a partir de 1923
cuando el ferrocarril llegó a Cartago y la crisis se consolidó con la carretera
Central del Valle.
Porque no se le da vida al rio cauca,navegar por turismo o transporte de carga puede ser un alimento al turismo.
ResponderEliminarQue buenos datos para la historia
ResponderEliminarSeñor Cardona, muchas gracias por la información.
ResponderEliminarEste señor Simmonds sería abuelo de Carlos Lemos? Por qué le asesinaron?
Gracias de nuevo.
No tengo la información que solicitas; una vez la tenga te enviare los datos. Gracias por tu nota.
ResponderEliminarSaludos estoy historiando acerca del municipio de Caucasia antioquia se que era usado como puerto en la calle primera frente a la iglesia pero hay poca información si usted me podría facilitar algonse información para la pagina de Facebook Caucasia tierra hermosa sería debgran ayuda el aporte
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