LAS DOS ÚLTIMAS CARTAS DE AMOR DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR


Alfredo Cardona Tobón*
 
 

La plebe bogotana que siguió a Carbonell y recibió  con arcos de triunfo a los españoles de la reconquista y a las tropas patriotas  despidió en la mañana gris del 8 de mayo de 1830  al Libertador Simón Bolívar a los gritos de: ¡Muera Longaniza!  Fue un baldón que marcó para siempre a una ciudad capaz de grandes sacrificios  y también de las más viles traiciones.

Ese día Bolívar dejó para siempre el altiplano y  tomó rumbo Magdalena abajo. Atrás quedó   Manuelita Sáenz, su “adorable loca”,  haciendo frente a las  hienas   que querían destrozar  la memoria de su amado.

Al llegar a Guaduas el Libertador escribe la  última carta a Manuelita. La enfermedad, la decepción, el cansancio y la tristeza no le darán tiempo para comunicarse con esa mujer admirable que lanza en ristre destrozó los monigotes que hicieron los enemigos para mofarse de Bolívar:

  “¡Mi amor!: Tengo el gusto de decirte que voy muy bien y lleno  de pena por tu aflicción y la mía por nuestra separación. Amor mío: mucho te amo, pero más te amaré si tienes ahora más que nunca mucho juicio. Cuidado con lo que haces, pues si no, nos pierdes a ambos, perdiéndote tú. Soy siempre tu más fiel amante. Bolívar”  (Escritos del Libertador,t.III, Vol.II, p.262).

Esa fue la   última carta con fecha 11 de mayo de 1830 enviada por el Libertador a Manuelita  que esperó  una seña para viajar a  encontrarse con Bolívar  y al fin tuvo que alejarse de una ciudad  hostil y  refugiarse en la costa peruana.

LA CARTA A FANNY DE VILLAR
 

El seis  de diciembre de 1830 una leve mejoría en su estado de  salud permitió al Libertador  incorporarse de su lecho, tomar una sopa de sagú y escribir unas cartas;  en  el horizonte se veía el mar de Santa Marta mientras  el raudo vuelo de las gaviotas se   perdía entre las espumas de las olas

Ya no revoloteaban a su derredor las ninfas que en cada ciudad, estancia y campamento  ofrecían a Simón Bolívar  sus besos y  sus caricias, atrás quedaban esos recuerdos y  a su lado algunos amigos y el médico Próspero Reverand que velaba día y noche tratando de alejar la muerte.

Una suave brisa se coló entre los cocoteros y secó la tinta de la última carta de amor de un hombre atormentado, que echaba marcha atrás en el tiempo para  despedirse de la mujer que siempre ocupó un lugar en el corazón generoso del  Genio de la Gloria:

“Querida prima:

¿Te extraña que piense en ti al borde del sepulcro?

Ha llegado la última hora; tengo al frente el mar Caribe, azul y plata, agitado como mi alma por grandes tempestades; a mi espalda se alza el macizo gigantesco de la sierra con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros ensueños de 1805.

Por sobre mí, el cielo más bello de América, la más hermosa sinfonía de colores, el más grandioso derroche de luz.

Y tú estás conmigo, porque todos me abandonan; tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia.
¡Adiós Fanny! Esta carta, llena de signos vacilantes, la escribe la mano que estrechó las tuyas en las horas del amor, de la esperanza, de la fe.
Esta es la letra que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá y Carabobo; esta es la letra escrita del decreto de Trujillo y del mensaje del Congreso de Angostura.
¿No la reconoces, verdad? Yo tampoco la reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante.
Si yo hubiera muerto en un campo de batalla frente al enemigo, te dejaría mi gloria, la gloria que entreví a tu lado en los campos de un sol de primavera.
Muero miserable, proscripto, detestado por los mismos que gozaron mis favores, víctima de un inmenso dolor; presa de infinitas amarguras. Te dejo el recuerdo de mis tristezas y lágrimas que no llegarán a verter mis ojos.

¿No es digna de tu grandeza tal ofrenda? Estuviste en mi alma en el peligro, conmigo presidiste los consejos del gobierno, tuyos son mis triunfos y tuyos mis reveses, tuyos son también mi último pensamiento y mi pena final.
En las noches galantes del Magdalena ví desfilar mil veces la góndola de Byron por las calles de Venecia, en ella iban grandes bellezas y grandes hermosuras, pero no ibas tú; porque tu flotabas en mi alma mostrada por las níveas castidades.
A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las últimas congojas apareces ante mis ojos de moribundo con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas y en tu voz escucho las dianas de Junín.

Adiós, Fanny, todo ha terminado. Juventud, ilusiones, risas y alegrías se hunden en la nada, sólo quedas tú como ilusión serafina señoreando el infinito, dominando la eternidad. Me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío”.

Encorvado y macilento el vencedor de mil batallas se recostó en  un sillón y  cerró los  párpados; como  en aquella despedida en Paris en el año 1806,  volvió a oír  la voz de la bella Fanny de cabello rubio, ojos azules y  con la  burbujeante picardía de la mujer francesa: “ Adiós mi querido amigo, lo amo a usted y creo que no es porque lo he amado que le amo tanto..”

El sueño venció al Libertador… Lejos, Manuelita esperaba noticias con impaciencia y en el lejano París Fanny de Villar apretaba contra sus labios el retrato en miniatura que  muchas años atrás le obsequió Bolívar.
*

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Yo creo que le escribio a Fanny porque fue al que el considero su gran amor tendría que sentirlo así o eso es lo que veo

      Eliminar
  2. Que fuerte ver al hombre Simon Bolivar describir en esa carta su inmenso dolor. Su realidad. Me pregunto si en esa carta tambien recordaria el dolor de esa epoca con Fanny por tratar de ahogar las emociones de la muerte de su esposa Teresa. Sera que Bolivar recuerda que fue Fanny que lo ayudo a salir de ese profundo dolor y que ahora sumido en esa soledad tristesa de ver la muerte de sus ilusiones vuelca su recuerdo a Fanny como buscando esa ayuda ella le dio cuando joven. Pero su pluma le da un vuelco, le sorprende y escribe mas bien una despedida..??
    Porque el escribe a Fanny que mo veia desde muchisimos años y mo escribe a Manuela? Quien me podria decir..?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La misma pregunta me hice, porque escribirle a Fanny que a pesar de haber sido especial, según la historia lo fue aún más Manuela. Tampoco entiendo como dejaron de verse tanto tiempo y no entiendo como no estuvo con el en su lecho de muerte. Que intriga no saber que pasó en esos tiempos.

      Eliminar
    2. La carta A Fanny Duvillar es apócrifa.

      Eliminar
  3. Que grande nuestro amado padre Bolivar , genio militar , estadista, gran ser humano, amante de su familia y poeta...en resumen, el mas grande hombre no solo de America, del mundo entero

    ResponderEliminar
  4. La serie es tan hermosa, como hermoso fue su espíritu libertador

    ResponderEliminar
  5. Creo tambien que Simon Bolivar tuvo un corazon generoso donde la cabian todas las mujeres que pasaron por su vida. el amor entre Manuelita y Simon a sido el objeto de muchos escritores, poetas, dramaturgos etc, cada uno ha impreso en el papel gran parte de su imaginación, pero de los documentos reales se puede extraer que indudablemente tuvieron un gran amor apasionado, ese amor que lo sientes en la piel, pero no llega totalmente al corazón, de lo contrario al borde de la muerte no le hubiera escrito esas palabras tan hermosas y de verdadero amor a Fanny. Sin duda alguna Manuelita si lo amó, pero el a ella no, Manuelita una mujer valiosisima pero con una obsesión por Bolivar que la llevó a luchar por ese amor, aun por encima de los desengaños. No me extraña que Manuela no hay aestado con Bolivar en sus ultimos momentos, porque los apartes existentes de la historia son coherentes en dejar ver una Manuela impulvia y resistente a todo, de esas que coloquialmente se dice, ledan con la escoba y se sube por el palo.

    ResponderEliminar
  6. No entiendo aún por q Manuelita no salió con el de Bogotá...si ya todo estaba diluido

    ResponderEliminar
  7. El Libertador también escribió una carta de amor a Manuelita Saénz. Al llegar a Guaduas el Libertador escribe la última carta a Manuelita con fecha Al llegar a Guaduas el Libertador escribe la última carta a Manuelita el 11 de Mayo 1830. La enfermedad, la decepción, el cansancio y la tristeza no le darán tiempo para comunicarse con esa mujer admirable que lanza en ristre destrozó los monigotes que hicieron los enemigos para mofarse de Bolívar:

    Carta a Manuelita Saenz
    Guaduas, 11 de mayo de 1830

    “¡Mi amor!:

    Tengo el gusto de decirte que voy muy bien y lleno de pena por tu aflicción y la mía por nuestra separación. Amor mío: mucho te amo, pero más te amaré si tienes ahora más que nunca mucho juicio. Cuidado con lo que haces, pues si no, nos pierdes a ambos, perdiéndote tú. Soy siempre tu más fiel amante. Bolívar”

    (Escritos del Libertador,t.III, Vol.II, p.262).

    Esa fue la última carta con fecha 11 de mayo de 1830 enviada por el Libertador a Manuelita que esperó una seña para viajar a encontrarse con Bolívar y al fin tuvo que alejarse de una ciudad hostil y refugiarse en la costa peruana.

    ResponderEliminar
  8. Tras muchas lecturas, investigación, y mi propia intuición, me atrevo a decir que Simón Bolívar no correspondió al amor de Manuela Sáenz con la misma pasión, fuerza, entrega, sacrificio de ella. No solo estuvieron separados en la hora final del Libertador, pero también en otras instancias claves. No hay tiempo aquí para enumerarlas.
    Bolívar realmente amó
    a María Teresa, su esposa,
    y tras la muerte de la joven (el futuro Libertador prometió nunca más casarse) la mujer más cercana a su corazón fue su prima Fanny D’Villard. Es a ella a quien recuerda y añora en sus horas finales. Manuelita fue la mujer que estuvo más tiempo con Bolívar (6 años, no 8 como dicen. En ese lapso, tuvo montón de amantes e incluso se dice tuvo hijos), la que compartió su mayor gloria y también su fracaso más grande: el fin de la Gran Colombia. Bolívar tampoco mencionó, ni dejó nada, a Manuela Sáenz en su testamento. Una tremenda ingratitud con la mujer que lo sacrificó, y dejó todo, por el hombre y el militar, que luchó y defendió como nadie sus ideales y obra. Manuela estaba tan ciega x Bolívar, y lo que el representaba (libertad, el fin del yugo español, etc) que no se daba cuenta de nada. Mujeriego en serie como era, Bolívar sentía pasión y deseo por Manuela, y también cariño. Admiraba en ella su independencia, personalidad, humor, etc. Pero amarla, amarla, amarla con todo, no creo, siempre tuve dudas. Bolívar cambia cuando Manuela lo salva dos veces de ser asesinado en Bogotá. De ahí en adelante, se da cuenta que es mejor tener cerca a su “amada loca”, su más servil y abnegada mujer a vivir solo y sin que nadie lo mime en la cama. Como Libertador siempre ha tenido mi admiración y gratitud. Pero, como hombre, no tanto. Pienso en Manuela, lo mucho que sufrió toda su vida.
    Murió indigente y olvidada en Paita, con su leal compañera Jonatas. QEPD eternamente.

    ResponderEliminar
  9. No estuvieron separados porque él quiso. Estuvieron separados porque Manuelita se quedó en Bogotá pidiendo un permiso y arreglando unos papeles para que bolivar pudiera tomar.un barco que pasaba por la Guaira ya que, Paez lo había desterrado y con ese permiso bolivar podría pasar por Venezuela

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Según las memorias de Simón Bolívar,escritas por su edecán el Gnal irlandés,O’Really q guardó el archivo con las cartas de Simón Bolívar,este le escribió más de 400 cartas.a Manuela.Y cuando publicó sus memorias,destinó un capítulo completo para relatar la vida privada del libertador y Manuela.Este capítulo fue ordenado sacar del libro por el presidente de Colombia a finales del siglo 19 y quemado.dicen q no existe un ejemplar de ese capítulo.Yo creo q si existe xq los descendientes del prócer deben mantener el original q fue escrito en inglés.La supuesta carta a su parienta lejana francesa, es falsa y fue publicada a fines del siglo 19,muchísimo después de la muerte de Bolívar,en 1830.De acuerdo al general Peru de Lacroix q lo acompaño mientras estuvo en Bucaramanga,mientras esperaba el resultado de la Convención,en el diario q escribio,relata lo q Bolívar le confidencio de Manuela.Es evidente q la amaba con gran pasión pero “no quería” amarla por lo q hoy conocemos como el que dirán y especialmente por razones religiosas q en sus horas finales tanto le importaron.Definitivamente fue su único gran amor pero fue cobarde,muy egoísta y la enfermedad al final lo tuvo casi en estado de semicoma y entregado a las decisiones de su sobrino Fernando Bolívar,quien lo acompañó hasta el final.Me imagino q él tenía especial interés en q no le dejara nada en herencia a Manuela.Los momentos finales de la vida del libertador solo fueron narrados por su médico pero sin gran detalle,sólo en el plano médico Espero q algún día aparezca el capítulo en q su edecán aseguro q Bolívar trataba a Manuela como su mujer y q todos sus oficiales la respetaban como tal. Lastima q el prócer no supo o no pudo ser capaz de dejar de lado,al morir,la moral hipócrita del,siglo 19 dando muestras de gran ingratitud hacia la mujer q dedicó su fortuna y su vida a la causa de la revolución sudamericana y especialmente a el Pero el era un ser humano con grandes cualidades pero se dejó,llevar por la moral reinante en la hora de su muerte.Pero q Manuela fue su gran amor,más aun q su mujer María Teresa con la q vivió,solo,6 meses y de la q se enamoró cuando solo tenia 19 años.

      Eliminar

Publicar un comentario