SIMÓN BOLÍVAR Y EL CANAL INTEROCEÁNICO


Alfredo Cardona Tobón

 

Felipe II miró en 1586 la posibilidad de construir el canal por el Istmo. En 1827 el Libertador comisionó  a J. A Lloyd para realizar estudios científicos. Después de cuatro siglos los franceses empezaron a abrir el canal por Panamá y lo terminó USA.

El interés de encontrar un paso entre los océanos Atlántico y Pacífico viene desde los primeros tiempos de la conquista de América; inicialmente se buscó un estrecho que los comunicara, luego una vía por ríos y lagos y después se propuso un canal artificial por Nicaragua, por Panamá y por la Nueva Granada.

El conquistador Hernán Cortés exploró el territorio mejicano tras un paso que comunicara  los dos océanos y estableció una vía interoceánica por Tehuantepec que unía los ríos Chimalpa, al sur, y Coatzacoalcos, al norte. Con el descubrimiento del Perú, cuyas riquezas sobrepasaron los sueños de la avaricia, la región del istmo de Panamá adquirió una enorme importancia para los reyes españoles al convertirse en la entrada y la llave de la colonia más importante de España.

El Adelantado Pascual de Andagoya recomendó limpiar y acondicionar el río Chagres y manifestó al rey que no alcanzaría todo el dinero del mundo para abrair el canal que algunos proponían; no obstante el monarca Felipe II envió en el año 1586 a dos ingenieros flamencos para que estudiaran la  posibilidad de construir ese canal por el istmo, pero el Consejo de Indias atajó el proyecto por el peligro de abrir al mundo las riquezas peruanas y por ir contra las enseñanzas divinas, pues según San Mateo “El hombre no debe separar lo que Dios ha unido”.

Además de lo expuesto por el Consejo de Indias, científicos de ese entonces aseguraban que al hacerse el canal la tierra del istmo se anegaría, pues un mar estaba más alto que el otro. Ante tales razones, propias de un mundo fanático e ignorante, el rey Felipe II ordenó que en adelante nadie propusiese el canal ni hablara de él, so pena de muerte.

SE BUSCA UNA RUTA

En 1520 Magallanes habia encontrado un paso por la Tierra del Fuego y a partir de entonces, muchos exploradores ingleses y franceses buscaron uno similar por el norte de América, ya fuere por un estrecho o a través de lagos y ríos, lo que logró Mc Clare en 1850 al pasar del mar de Behring a la bahía Baffin.

A principios del siglo XIX el  Precursor Francisco Miranda ofreció a los  empresarios ingleses la concesión de la apertura del canal por Panamá garantizando el usufructo que cubriera con ganancias el enorme gasto; el inteanto de Miranda de liberar a las colonias españolas fracasó y con ello el interés de los posibles inversionistas ingleses.

BOLÍVAR PROPONE UN CANAL

En uno de los documentos de W.L Scruggs, ministro de USA en Bogotá se lee lo siguiente: “... tan pronto como Bolívar fue investido por el Congreso con poderes dictatoriales, envió un agente autorizado a proponer un plan de canal interoceánico a los comerciantes y capitalistas de Londres. Después de muchos rechazos y demoras, el agente logró interesar a algunos capitalistas británicos, quienes convinieron suministrar los fondos necesarios para el éxito de la empresa, siempre  que alguna nación garantizara la neutralidad del canal. Esto no pudo obtenerse y fracasó el proyecto.”

En 1826 Bolívar convocó el Congreso Anfictiónico de Panamá, entre cuyos puntos de discusión estaría el canal del Istmo, pero la anarquía reinante, las diferencias entre los países que asistieron y la labor soterrada y negativa de USA dieron al traste con el Congreso, donde no llegó  a hablarse del canal, así como tampoco se habló en el de Méjico, que pretendió continuar lo discutido en Panamá.

En 1827 el Libertador comisionó al ingeniero inglés J. A Lloyd para realizar estudios científicos en el istmo, en especial la posibilidad de comunicar las dos costas por vía acuática o mediante rieles; el estudio quedó en el papel pero la ruta seleccionada por Lloyd fue la misma del ferrocarril construido años después por los norteamericanos.

BOLÍVAR Y EL CANAL POR EL CHOCÓ

El 10 de enero de 1822 el Libertador por medio de su secretario, escribió, desde Cali, una nota dirigida al gobernador del Chocó José M. Cancino: “ S. E el Libertador desea vivamente que V.S remita cuantas noticias haya adquirido sobre el canal que pueda comunicar los dos mares por el río Atrato. Quiere también que V.S le informe del proyecto presentado por el Sr. Carly sobre este objeto y en fin, quiere que V.S le de cuantos informes haya adquirido y pueda obtener de los vecinos prácticos del Chocó.”

Quince días después el Libertador escribe nuevamente a Cancino: “ Haga trazar el canal por la parte del istmo que sigue los ríos Atrato y San Juan y tiene solo  tres millas de terreno de cascajo y greda deleznable” y a continuación ordena al gobernador del Chocó que abra esa vía a pico y pala con recursos que para tal operación aportaría el gobierno central.

El paso por el Arrastradero de San Pablo que separa, en un corto trecho, los rios Atrato y San Juan se había utilizado en  los tiempos de la Colonia; por allí llevaban a cuestas las canoas que iban desde el Atlántico hacia el Pacífico y viceversa, con los comerciantes que negociaban oro y esclavo con los piratas holandeses. Para frenar esas actividades ilegales los españoles habían prohibido el paso por el Arrastradero y la navegación por el río Atrato.

Después de cuatro siglos de estudios, exploraciones y proyectos, los franceses empezaron a abrir el canal interoceánico por el Istmo de Panamá y lo terminaron los norteamericanos, que por mucho tiempo pretendieron abrirlo por Nicaragua. En cuanto al modesto canal por el Arrastradero de San Pablo, nada se ha hecho al respecto, de abrirlo mejoraría notablemente las comunicaciones entre el norte y el sur del Chocó y se ofrecerían vastas zonas al turismo ecológico.

Comentarios